Flexible como el junco, firme como la roca
Acerca de la usura y sus causas
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banca
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bolsa
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usura
Juncos en la roca
La crisis que azota al mundo actual no es el
fruto de una crisis natural, como un terremoto, un diluvio o una epidemia ni
tampoco se deriva de una guerra. En ambos casos quedarían gravemente afectadas
las ciudades, los campos, la industria, las infraestructuras, etc. ¡¡¡No!!!, la
crisis actual es el resultado de un juego satánico vinculada a los sucios y
perversos juegos del sistema financiero, bajo el amparo de las dos
instituciones más importantes: la banca y la bolsa. Sin embargo el origen de
este juego hunde sus raíces en las profundidades del alma humana, y su herencia
se extiende a lo largo de la historia, por medio del deseo de posesión, la
codicia, avaricia, etc., y que se concreta en la práctica de la usura.
La usura es una vieja conocida, temida y odiada
en todas las épocas históricas y culturas, a la que han tratado de combatir
mediante leyes sagradas y profanas, pero como la misma es fruto de la condición
humana esparce sus semillas en el corazón humano y, en consecuencia, vuelve a
renacer una y otra vez. Sin embargo nunca, como ahora, la usura se convirtió en
una institución casi religiosa cuyo templo de culto se materializa las sedes
bancarias y especialmente de la bolsa1.
La más importante bolsa de valores nació en
Ámsterdam al calor de la primera empresa capitalista, la Compañía
Neerlandesa de las Indias Orientales (en holandés Verenigde
Oostindische Compagnie V.O.C.). Esta empresa es, según José Penso de la Vega2,
"negocio enigmatico que es el mas real y el mas falso que tiene la
Europa, el mas noble y el mas infame que conoce el mundo, el mas fino y el mas
grossero que exercita el orbe: mapa de sciencias y epítome de enredos, piedra
de toque de los atentos y piedra de túmulo de los atrevidos, thesoro de
utilidades y incentivo de despeños y finalmente un retrato de Sisifo que jamás
descansa y un símbolo de Yxion que siempre anda en una rueda viva" En
otro párrafo del libro su autor lo define aún con más claridad cuando escribe:
"Tengo por indubitable que solo el diablo pudo haver introduzido la maldad
que haveis descripto, o que supo mas que el diablo quien la introduxo, porque
si el demonio arruinó el mundo, ya fué dando una mançana, mas lograr el
triumpho sin dar nada es alcansar victorias sin sangre y gozar tropheos sin
trabajo".
Ante esta realidad, tan malvada como perversa, se
hace necesaria dotarse de un modo de atacarla, lo cual supone una lucha
compleja porque su causa hunde sus raíces en las debilidades humanas. En este
combate es necesario, en primer lugar, la intención de identificar nuestras
propias debilidades y, en segundo lugar, dotarse de la manera para impedir que
se materialicen.
Flexible como el junto
Combatir nuestras propias debilidades es el
principal objetivo del sufismo, método ancestral en el Islam, con la finalidad
de no perder nuestra condición humana, la sabiduría y la espiritualidad a causa
de las necesidades y deseos de nuestro ego (naf). Es natural que siendo nuestra
naturaleza física necesitemos del mundo natural para satisfacer sus
necesidades, como el comer, beber, vestir, reproducirnos, etc., pero el naf va
más lejos que la simple satisfacción de las necesidades fisiológicas, tratando
de satisfacer nuestros deseos, entre ellos los de la ambición, la posesión, la
avaricia, la arrogancia, etc. Para contrarrestar el naf Allah nos dotó de la
fuerza espiritual (ruh) para ennoblecernos y elevarnos en la dependencia de
Dunia, o sea el mundo y sus tentaciones. Porque el ego, o naf, es incapaz de
estar satisfecho y siempre quiere más, ya sea para satisfacer una necesidad fisiológica
como el comer, un deseo como el poder o tener, o un vicio como la avaricia.
Para satisfacer todos nuestros deseos y debilidades, el ser humano es capaz de
inventar cualquier estrategia y usa todo tipo de instrumento y armas, aunque
estas puedan poner en peligro la vida en la tierra. Si todos nos dejáramos
llevar por esta perversa dinámica sería imposible cultivar el altruismo, la
generosidad, la solidaridad y el amor y la piedad, pilares de una sociedad sana
y satisfecha.
Para combatir nuestro naf (ego) no existen
recetas universales porque cada persona tiene sus propias debilidades,
circunstancias y actitudes y por esa razón no existe una doctrina universal,
pero es necesario tener la intención de afrontarla con nuestros propios medios.
Por esa razón el sufismo nos induce a ser es como el junco, esa planta de las
zonas húmedas que es movida por el viento si perder su firmeza y sus raíces.
Pero el combate contra nuestras propias debilidades no se limita a lo íntimo o
privado, porque cuando nuestros comportamientos individuales pueden poner en
peligro la vida o el bienestar colectivo, es precisa una respuesta colectiva
(política) legislando contra ese mal.
Firmes como la roca
Firmes como la roca
La usura es el mal que, partiendo de una
debilidad humana, es capaz de alterar y amenazar el bienestar colectivo al
comportarse como un parásito que nace y se desarrolla a expensa del dinero.
Como el ser humano ha logrado producir mucho más de lo que necesita para
satisfacer sus necesidades, ese excedente lo dedica al comercio, por lo
que toda riqueza tiene su fuente en el trabajo, no en el dinero. Si pusiéramos
cierta cantidad de dinero en una caja, y esperamos a que por si mismo se
multiplique, podemos morir en la espera. Para que el dinero pueda producir un
beneficio hace falta una actividad productiva, algo que sólo se logra mediante
el trabajo y la inteligencia, y una vez producido ser vendido en el mercado,
sólo entonces se puede obtener un beneficio, cuya fuente es el trabajo,
sin olvidar la materia prima que nos ofrece la propia naturaleza.
La banca y la bolsa son dos instituciones
modernas que practican la usura sin ningún tipo de condena moral ni persecución
judicial, pero es en la bolsa donde los procedimientos usureros son los más
condenables y criminales, porque en ella se especula y se engaña sin el sentido
de la dignidad, el recato ni vergüenza. Cuando se inventó la bolsa nació toda
una ingeniería del engaño, la especulación y el manejo de información
privilegiada para alterar el funcionamiento de la oferta y la demanda. Y
también cuando se monopoliza un producto y es ocultado en la oferta comercial,
los precios aumentaran inevitablemente, uno de los muchos métodos utilizado
para el engaño y la alteración del precio de las cosas. Otro de los métodos
modernos es el delmercado de futuro, comprando productos como el
petróleo, cosechas como el trigo, arroz, etc., que se pueda producir dentro de
diez o veinte años. La manipulación de los mercados y, especialmente de la
información transmitida en los medios de comunicación, puede hacer subir o
bajar los precios y provocar el empobrecimiento y la ruina de muchos
inversores.
Por lo tanto, combatir la usura no es sólo un
compromiso moral, sino también político, si bien el compromiso moral es tan
importante como legislar para combatir la usura en sus diferentes ámbitos y
métodos. Porque sin combatir las apetencias de nuestro ego es imposible abordar
el combate contra la usura, y para que eso sea posible sólo se puede lograr
siendo flexible como el junco en la comprensión de las debilidades humanas.
Pero debemos ser firmes como una roca en el combate contra un mal que, naciendo
de la moralidad (o la inmoralidad) es capaz de amenazar con destruir el
bienestar de todo un pueblo, una generación e incluso una civilización.
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Notas
- La Bolsa de Valores de Ámsterdam es considerada como la más
antigua del mundo. Fue fundada en 1602 por la Compañía holandesa de las
Indias Orientales (Verenigde Oostindische Compagnie, o "VOC")
para hacer tratos con sus acciones y bonos. Posteriormente fue renombrada
como Ámsterdam Bourse y fue la primera en negociar formalmente con activos
financieros. La Bolsa de Ámsterdam también funcionó como mercado de los
productos coloniales. Publicaba semanalmente un boletín que servía de
punto de referencia en las transacciones. (Wikipedia).
- Autor del libro "Confusión de Confusiones". Ver el
enlace: http://www.webislam.com/articulos/71399-desde_la_haya.html
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