domingo, 8 de julio de 2012


México: Un presidente para la Tercera Guerra Mundial


Alberto Buitre*

México: Un presidente para la Tercera Guerra Mundial


México deberá elegir a un Presidente listo para enfrentar una probable tercera Guerra Mundial. Así de caótico como parece, la posibilidad no está lejos de nuestra realidad global. Ésta puede estallar debido a los conflictos, cada vez más severos, entre Irán e Israel, entre los cuales, Estados Unidos tiene puesto todo su interés. Y sin menoscabo de lo que ha de representar para la humanidad entera, esto es para el actual México electoral, tan sólo un punto, muy serio, de análisis: Votar por aquel de los candidatos a la Presidencia que pudiera enfrentar una crisis de tal magnitud. Y si a ello le sumamos la de por sí aguda precariedad social, económica y cultural que sufre la nación, más que un presidente, las y los mexicanos han de elegir a un mártir… o a un pusilánime, según se vea. Un líder que libre a la Patria de la guerra interna, y la que amenaza desde fuera.
Y es que la agencia Rusia Today informó que el 15 de mayo pasado, las autoridades de Irán ejecutaron a un agente de la inteligencia israelí tras haber sido condenado por asesinar a uno de sus científicos nucleares. El hombre de 24 años fue sentenciado a la pena capital en agosto del año pasado por haber hecho estallar una motocicleta en enero del 2010 cerca de la casa del científico iraní. Este episodio tan sólo es uno de tantos en la larga película bélica entre Israel e Irán, la cual se ha intensificado en los últimos dos años. En ellos, el gobierno de Teherán ha acusado a Israel y a Estados Unidos de estar detrás de los asesinatos de cuatro de sus expertos nucleares. De entonces a la fecha, no hay un solo mes en el cual el conflicto suba una escala.
Por eso la guerra luce inminente; y aunque no se sabe cuándo podría estallar, ya las flotillas israelís y estadounidenses esperan pacientes el momento de ataque en las costas cercanas a Irán.
En tanto, México se debate en dos caminos: la imposición de Enrique Peña Nieto o la elección democrática de Andrés Manuel López Obrador. Lo que sea que termine por suceder, eso habrá de determinar el rol de la Nación frente a la indeseada tercera Guerra.
Si la burguesía oligarca logra imponer el regreso del PRI a Los Pinos, con un Peña Nieto incapaz de lidiar política y diplomáticamente como jefe de Estado ante una Guerra, esto llevaría a México a la entrega absoluta de sus recursos nacionales a Estados Unidos por motivos de “seguridad” con el riesgo, incluso, de hacer participar al Ejército Mexicano en un conflicto armado que no le pertenecería, en detrimento de la tradicional doctrina Estrada que opta por privilegiar toda política de no intervención.
Se privilegiaría la economía de guerra, impulsando a niveles inauditos la moneda de cambio que resulta de la compra y venta ilegal de armamento en el actual “combate” a las drogas de Felipe Calderón. Entonces, no hay duda de ello, sería el acabose de este México como Patria.
Sin embargo, el desempeño de López Obrador como Presidente, ataviado con fuerte respaldo popular, podría asegurar para México la posibilidad de preservar su soberanía frente a una probable III Guerra Mundial y, de paso, salvaguardar la vida de decenas de millones de mexicanos, mientras se resuelven los de por sí inaplazables problemas internos. Eso es lo que está en juego.
Aún sobre la alienación administrativa de AMLO hacia los monopolios capitales, el esquema de “Estado de bienestar” que presenta basado en derechos sociales, otorgaría a la ciudadanía mexicana certeza ante el quebranto de la economía popular. En ese sentido, el posible mandato de López Obrador no involucraría la producción armamentística como palanca financiera ni se escudaría tras la militarización para allanar los derechos humanos so pretexto de una intervención extranjera.
En pocas palabras, México se mantendría al margen y ampliaría su rango de supervivencia con un Presidente que dé prioridad al régimen soberano; tal modo, y con el abierto respaldo ciudadano con el que contaría, AMLO tendría suficientes elementos de resistencia, incluso, contra la presión que EEUU podría ejercer sobre el país para involucrarse el conflicto con Irán. Además, la presencia de AMLO y Barack Obama a la par, supondría el mejoramiento de las relaciones bilaterales entre México y EEUU, en el marco del respeto irrestricto a la autodeterminación. Esto de por sí ya sería una ventaja insoslayable frente al caos de la guerra mundial.
*Premio Nacional de Periodismo en México

 

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