NORTEMAMERICA Y EUROPA, UN MUNDO SIN ESPERANZA

NORTEMAMERICA Y EUROPA, UN MUNDO SIN ESPERANZA Hay acontecimientos ,en nuestra propia vida y en la historia de la Humanidad, a los que, planteados, no se le encuentra explicación, sino a la luz de la ciencia, del mensaje de la auténtica política, de la fuerza del amor, por los que sí logramos explicación o interpretación sobre su contenido o el fin último de sus objetivos. Es el caso de unas naciones que, basando su economía, su bienestar social, su poderío militar y su espíritu patrio, en su potencial financiero o en la imposición de su ideología política y cultural, se ven, repentinamente, “entre la espada y la pared” y” contra las cuerdas” de una lucha desigual y sin soluciones acertadas, por las consecuencias nefastas, en su desenlace, por la frustración social en la ciudadanía e impotencia gubernamental de una clase social dirigente que, repentinamente, se ha encontrado con las manos vacías para la solución inmediata y eficaz a un problema de magnitud gigantesca. Y todo por depositar la confianza en una economía capitalista neoliberal, basada en caprichosos negocios financieros sin respaldo productivo ni participación ciudadana. Es la realidad de la economía norteamericana, sin una producción que satisfaga las necesidades internas de su población; con una deuda interna y externa que en la actualidad pasan del 100% y sin programas de producción interna para la exportación, para recompensar y equilibrar su oferta y su demanda . Una economía basada en un sistema financiero nacional e internacional sin ningún tipo de respaldo , sin ningún escrúpulo y sin ningún control, quisieron manejar la economía en beneficio de una clase social y económica sin ética ni moral, ni conciencia del bien común. Es la inesperada realidad de los países de la Europa Central y Occidental que, a partir de la década del 80 del siglo pasado, dejaron de ser ellos mismos para convertirse en consumidores, pretender vivir en un paraíso artificial fundamentado en una economía financiera, rentista, dejando a un lado el trabajo productivo y la efectiva participación ciudadana. ¿Qué pasó? Estalló la burbuja financiera, los bancos quebraron, los gobiernos se quedaron sin presupuesto, las trasnacionales dejaron de producir y de dar empleo y la ciudadanía se quedó con las manos vacías y sin con qué responder a su economía personal y familiar. Pero, desde Centroamérica, El Caribe, y Suramérica, reafirmamos que somos el Continente de la esperanza porque vivimos del trabajo para producir lo que consumimos y seguir construyendo la sociedad del “Buen Vivir”, bajo la dirección de unos gobernantes identificados con sus pueblos, militantes de la soberanía, de la democracia, de la libertad y de los Derechos Humanos ; y es lo que nuestro Presidente Hugo Chávez Frías nos ha enseñado y nos sigue prometiendo como candidato presidencial de estas elecciones 2013-2019. Lo demás, son mentiras, demagogia y un “camino” que nos llevaría nuevamente al precipicio de la dependencia y de la pobreza. Por eso, nosotros, repetimos con nuestro candidato presidente, desde las plazas en esta campaña electoral: ¡VENCEREMOS, TRIUNFAREMOS Y VIVIREMOS!