miércoles, 24 de octubre de 2012
Júpiter entre los egipcios y griegos
Júpiter
Júpiter se convirtió en el más grande de los dioses del Olimpo: Dios de la luz, Jupiter mantenía la orden entre los dioses y los hombres, e intervenía y juzgaba sus conflictos. Sus decisiones eran justas y equilibradas: No concedía favores a nadie.
Júpiter era un dios muy poderoso, cuya voluntad fue limitada solamente por las detenciones del destino. Sus atributos ordinarios son el cetro, el águila y el rayo.
Su madre, Rea, se lo confió a la guardia de cabra Amaltea, porque su padre, Saturno, devoraba a los niños. Al hacerse grande, Júpiter destronó a Saturno y compartió el mundo con sus hermanos, Plutón y Neptuno. Júpiter buscó a su hermana gemela Juno en Creta, donde la cortejó, primero sin éxito, aunque finalmente ella sintió lastima de él cuando él adoptó el disfraz de cuco mojado, y se casaron.
Júpiter tuvo muchas aventuras amorosas y fue el padre de numerosos dioses, semidioses, ninfas, héroes y reyes. Júpiter se convirtió en tan insoportable, que otros dioses organizaron una rebelión contra él. Júpiter castigó a Apolo y a Neptuno enviándolos a edificar Troya en la tierra.
Saturno
Dios de la agricultura y de la cosecha en la religión romana, Saturno era invocado en el momento de las siembras. Sin embargo, este dios corresponde al dios griego griego, Cronos, dios del tiempo.
Saturno es el menor de los hijos de Urano y de Tellus, el Cielo y la Tierra. En virtud del derecho de primogenitura, Titán, el mayor de los niños de Urano, debía suceder a su padre en el trono. Pero Saturno, el más ambicioso de todos, consiguió que su hermano Titán le dejara reinar en su lugar con la condición de que Saturno, hiciera perecer a sus hijos varones, con el fin de dejar Saturno, a su muerte, el trono del Olimpo a los hijos de Titán.
Saturno devora a todos sus hijos recién nacidos de su matrimonio con Ops. Pero Júpiter escapa de su suerte, gracias a una estratagema de Ops. Júpiter, educado en secreto, se venga de su padre y le fuerza a devolverles la vida a sus hermanos y a sus hermanas.
Saturno se refugia con Ops en Italia, en la región del Lacio, donde se hace rey y reinará la conocida como "La edad de oro". Los pueblos de las montañas vecinas se reúnen en Lacio para vivir una vida cómoda, sin injusticia ni deshonor, regulada por una eterna primavera en la que no existen las catástrofes agrícolas. Allí las cosechas son buenas y abundantes.
Saturno se quedó, tras el fin de "la edad de oro", como el dios protector de las siembras, como recuerdo de la eterna primavera. Y es que Júpiter, enfadado por la felicidad de su padre, lo manda a los Infiernos. La primavera eterna es destruida y se crean las cuatro temporadas que conocemos en la actualidad. La injusticia y el crimen nacen en Lacio y la diosa Justicia se convierte en diosa.
Las saturnales, fiesta anual que se celebra cada diciembre, conmemoran "la edad de oro". Esta fiesta es la única manifestación religiosa que los romanos consagran a Saturno. Fiesta de libertad, de felicidad, e incluso de exceso, esta fiesta representa el ideal de vida que simboliza la edad de oro perdida.
Neptuno
Neptuno era el dios del mar, de los buques, de los temblores de tierra y de la navegación. Junto a Júpiter y a Plutón, se repartieron el mundo de su padre, Saturno. Y él recibió las aguas marinas y las dulces. Sus atributos son el tridente (ofrecido por sus hijos los Cíclopes), el caballo que él mismo había domesticado, el toro y el delfín.
Neptuno era muy aguerrido y a menudo, armado con su tridente, recorría su reino sobre un carro tirado por caballos hechos de algas y de espuma, o por delfines. Neptuno era el dios marino: medio humano, medio pez. Él se casó con Anfitrite. Los romanos festejaban Neptuno todos los meses de Febrero.
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