sábado, 3 de noviembre de 2012
LA ESCURRIDIZA PAZ EN SIRIA RECLAMA MAYORES SACRIFICIOS
LA ESCURRIDIZA PAZ EN SIRIA RECLAMA MAYORES SACRIFICIOS
ORGANIZACION DE SOLIDARIDAD DE LOS PUEBLOS DE
ÁFRICA, ASIA Y AMERICA LATINA
30 de Octubre de 2012/No.129
La escurridiza paz en Siria reclama mayores sacrificios
Por Leonel Nodal
El esperado camino de la paz en Siria, abierto por el presidente Bashar el Assad durante la festividad musulmana de Eid al-Adha o del Sacrificio, quedó cerrado en pocas horas debido a sangrientos actos terroristas.
El gobernante sirio aceptó el cese del fuego, programado del viernes 26 al lunes 29, tras recibir al mediador internacional Lakhdarl Brahimi, pero advirtió que las Fuerzas Armadas responderían a cualquier violación de la tregua.
La propuesta recibió el respaldo unánime del Consejo de Seguridad de la ONU, en especial de Rusia y China, así como de Irán, Iraq, Líbano, Egipto y Turquía, donde Brahimi se reunió con fracciones armadas sirias. En su gira también visitó Arabia Saudita.
La Fiesta del Sacrificio del Cordero, que exalta la celebración fraternal con familiares, amigos y vecinos, debía comenzar a cambiar el curso de una cruenta guerra que ya dura 20 meses, atizada, organizada, financiada y pertrechada por Estados Unidos, sus aliados de la OTAN y gobiernos subordinados en la región.
El propio viernes, poco después de la aparición del presidente el Assad en una conocida mezquita de Damasco, donde asistió a la ceremonia religiosa dirigida por el mufti de la República, la brutal explosión de un coche bomba tronchó las esperanzas de paz.
El atentado, ocurrido en la modesta barriada musulmana sunita de Zuhur, en la zona sur capitalina, arrancó la vida a medio centenar de personas y dejó estampada la marca de la provocación terrorista, pero Estados Unidos se opuso a condenarla en el Consejo de Seguridad.
Sin dudas, fue otra acción dirigida a profundizar la división sectaria, con la que se quiere fraccionar al único Estado árabe laico de Medio Oriente.
Según Damasco, pretenden transformar a Siria en un mosaico de miniestados o principados, de cada una de las numerosas comunidades étnicas o religiosas, regidos por la intolerancia, el racismo y el extremismo de fundamentalistas islámicos, salafistas o yihadistas.
A esa guerra sucia, copiada del guión aplicado en Libia, algunos ideólogos de la oposición la denominan “revolución por la democracia y la libertad.”
Se trata de una guerra de destrucción indiscriminada (divide y vencerás) desatada contra el gobierno, las instituciones y las leyes que rigen el país hace más de cuatro décadas, las cuales permitieron un visible desarrollo económico y social, a pesar de los costos del estado de beligerancia con Israel, que desde 1967 ocupa la estratégica meseta del Golán.
Estados Unidos decidió apoyar con dinero, asesoramiento y armas cada vez más sofisticadas y peligrosas a toda clase de opositores, incluso conocidos terroristas vinculados a Al Qaeda, a los que dice perseguir por todo el mundo.
Asimismo, rechazó cualquier arreglo negociado y exigió la rendición de un gobierno y unas fuerzas armadas que han sorprendido a sus estrategas por la sólida unidad de sus mandos y la disposición combativa de las tropas.
Hasta hoy son miles de muertos y heridos, decenas de miles de desplazados y enormes daños materiales. Siria ha resultado un hueso muy duro de roer.
Y por otra parte, Estados Unidos ha tropezado con el firme rechazo de Rusia y China a sus pretensiones hegemónicas en el seno del Consejo de Seguridad.
Como señaló el presidente del Parlamento sirio, Mohammad Jihad al-Laham, “la crisis siria se ha convertido en un conflicto destinado a ponerle fin al sistema unipolar que ha dominado el mundo desde finales de la Guerra Fría ”.
Rusia, única potencia nuclear capaz de igualar a Estados Unidos, con Vladimir Putin en la presidencia, ha tomado muy en serio las pretensiones de la Casa Blanca de privarla de su principal aliado en la región, con quien Moscú posee lazos de amistad y colaboración económica, diplomática y militar desde la década de 1950, en la época de la extinta URSS.
En el actual ambiente de creciente hostilidad de la OTAN hacia Rusia, Putin parece decidido a evitar que Washington logre derrocar al gobierno de Bashar el-Assad, fragmentar a Siria, restarle un aliado vital a Irán y al influyente movimiento político-militar libanés Hizbola, y de ese modo devolverle el predominio bélico en la región a su socio israelí.
Por si esto fuera poco, los estrategas norteamericanos esconden su apetito por el reciente descubrimiento de un enorme yacimiento de gas por compañías exploradoras sirias en Qara, cerca de la frontera con Líbano, y en las cercanías del puerto de Tartus, donde radica una base naval arrendada por Rusia para abastecer su flota en el Mediterráneo Oriental.
El anuncio fue publicado por Daily Star el 17 de agosto de 2011, y citado en un estudio sobre el tema por F. William Engdahl, en la publicación canadiense Global Research.
Lo más curioso es que, un mes antes, en julio de 2011, en medio del fragor de la operación desestabilizadora de la OTAN, los gobiernos de Siria, Irán e Iraq firmaron un acuerdo para construir un gasoducto que partirá del puerto iraní de Assalouyeh, cerca del campo gasífero de South Pars, en el golfo Pérsico, hasta Damasco, luego de atravesar Iraq.El gasoducto se construirá en tres años a un costo de 10 mil millones de dólares.
Según expertos citados por Engdahl, las exportaciones de gas sirio o iraní dirigidas al sediento mercado europeo tendrían la garantía de salir por el resguardado puerto de Tartus, donde radica la base naval rusa.
Otro motivo más de suficiente peso para que Putin asuma el reto de frenar la injerencia militar extranjera en Siria y dé nuevo impulso a la propuesta de Moscú de una solución política al conflicto interno en ese país, mediante el libre ejercicio de la soberanía y la autodeterminación del pueblo sirio.
No sería extraño que Putin le imprimiera mayor vigor a las gestiones de paz durante la visita oficial que realizará el 3 de diciembre a Turquía, país inmerso en peligrosos juegos de guerra en Siria.
Como se puede apreciar, por debajo de sus aparentes motivos confesionales, el conflicto en Siria tiene -como todas las guerras en Medio Oriente- ese peculiar aroma a petróleo y gas que, como fragancia de moda, arrebata a los ricos consumidores de Occidente.
LN/APR
The Elusive Peace in Syria Requires Greater Sacrifices
By Leonel Nodal
The long-awaited road to peace in Syria , opened by President Bashar el Assad during the Muslim festivity of Eid al-Adha or Sacrifice, was closed down after a few hours due to bloody terrorist actions.
After receiving the international mediator LakhdarI Brahimi, the Syrian ruler accepted the ceasefire scheduled from Friday, October 26 through Monday, October 29, but warned that the Armed Forces would answer back in case of any violation of the truce.
The proposal received unanimous endorsement by the UN Security Council, particularly from Russia and China , as well as from Iran , Iraq , Lebanon , Egypt and Turkey , where Brahimi met Syrian armed groups. Saudi Arabia was also included in his tour.
The festivity of the Lamb’s Sacrifice, which praises the brotherly celebration with relatives, friends and neighbors, should have begun to change the course of a bloody war that has already lasted 20 months encouraged, organized, financed and armed by the United States , its NATO allies and subordinated governments in the region.
Already on Friday, shortly after President el Assad had appeared in a well-known mosque in Damascus where he attended the religious ceremony conducted by the mufti of the Republic, the brutal explosion of a bomb car shattered the hopes of peace.
The attack, which occurred in the modest Sunni Muslim neighborhood of Zuhur, in the capital’s southern zone, cut off the lives of fifty persons and left the mark of the terrorist provocation, but the United States vetoed its condemnation in the UN Security Council.
It was undoubtedly another action aimed at deepening the sectarian division with which there is the intention of fractioning the only secular Arab State in the Middle East .
According to Damascus, they look for to transform Syria into a mosaic of mini-States or principalities of each one of the numerous ethnic or religious communities, ruled by intolerance, racism and extremism of Islamic, Salaphic or Yihad fundamentalists.That dirty war, a copy of the script used in Libya, has been called “revolution for democracy and freedom” by some ideologists of the opposition.
It is an indiscriminate war of destruction (divide and you shall win) unleashed against the government, institutions and laws ruling the country for over four decades, which achieved an evident economic and social development despite the cost of the state of belligerency with Israel, which since 1967 occupies the strategic Golan Heights.
The United States decided to support all kinds of opponents – even well-known terrorists linked to Al Qaeda, whom it claims to chase throughout the world – with money, advisory and ever more sophisticated and dangerous weapons.
It likewise rejected any negotiated settlement and demanded the surrender of a government and armed forces that have surprised its strategists by the solid unity of its high-ranking officers and the fighting spirit of the troops.
To date there are thousands of deceased and wounded, tens of thousands of displaced and huge material damage. Syria has turned out to be very hard to beat.
And, on the other hand, the United States have faced the firm rejection of Russia and China to its hegemonic pretensions in the UN Security Council.
As pointed out by the president of the Syrian parliament, Mohammad Jihad al-Laham, “the Syrian crisis has become a conflict destined to put an end to the unipolar system that has dominated the world since the end of the Cold War”.
Russia, sole nuclear power capable of equaling the United States , with Vladimir Putin in the presidency, has taken very seriously the White House’s pretensions of depriving it of its main ally in the region, with which Moscow has friendship ties and economic, diplomatic and military cooperation since the decade of 1950, during the days of the extinguished USSR .
In the present atmosphere of growing NATO hostility against Russia, Putin seems determined to prevent Washington from overthrowing Bashar el-Assad’s government, fragment Syria, deprive Iran and the influential Lebanese Hizbola political-military movement of a vital ally, and thus return the war predominance in the region to their Israeli partner.
As if this were not enough, U.S. strategists hide their appetite for the recent discovery of a huge gas deposit by Syrian explorer companies in Oara, near the border with Lebanon, and in the proximity of the port of Tartus, where there is a naval base hired by Russia to furnish its fleet in Eastern Mediterranean Sea.
The information was published by the Daily Star on August 17, 2011, and quoted in a study on the subject by F. William Engdahl in the Canadian publication Global Research.
Most curious is that, a month before, in July 2011, in the midst of NATO’s de-stabilizing move, the governments of Syria , Iran and Iraq signed an agreement to build a gas pipeline from the Iranian port of Assalouyeh , near the gas field of South Pars, in the Persian Gulf, to Damascus , after crossing Iraq .
The gas pipeline will be built in three years at a cost of ten thousand million dollars.
According to experts quoted by Engdahl, the exports of Syrian or Iranian gas to the thirsty European market would have the guarantee that they would be leaving the country through the protected port of Tartus , where the Russian naval base is located.
Another more than sufficiently important reason to make Putin assume the challenge of stopping the foreign military meddling in Syria and grant new impulse to Moscow’s proposal of a political solution to the internal conflict in that country through the free exercise of sovereignty and self-determination of the Syrian people.
It would not be surprising if Putin were to grant greater force to the peace negotiations during the official visit he will pay next December 3 to Turkey , a country immerse in dangerous war games in Syria .
As may be observed, under its apparent religious motivations, the conflict in Syria – like all wars in the Middle East – has that peculiar aroma of oil and gas that, like a fashionable fragrance, captivates the rich consumers of the west.
LN/APR
__________ Información de ESET NOD32 Antivirus, versión de la base de firmas de virus 7650 (20121101) __________
ESET NOD32 Antivirus ha comprobado este mensaje.
http://www.eset.com
DIFUNDE Aurora Tumanischwili Penelón por FeTERA FLORES (Federación de trabajadores de la energía de la República Argentina en CTA) y CO-FUNDADORA DE LA PLATAFORMA GLOBAL CONTRA LA GUERRA, sede en España.
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