sábado, 3 de noviembre de 2012

LA GUERRA DE LA DEFENSA CIVIL CUBANA CONTRA LOS HURACANES

LA GUERRA DE LA DEFENSA CIVIL CUBANA CONTRA LOS HURACANES por Fernando Ravsberg El huracán Sandy dejó en Cuba 11 muertos a pesar del trabajo desplegado por la Defensa Civil. Tal vez uno de los mayores y más desconocidos logros de la Revolución Cubana haya sido la creación de una Defensa Civil capaz de reducir al mínimo las pérdidas de vidas humanas a causa de los desastres naturales, particularmente de los ciclones que golpean la isla casi cada año. El huracán Sandy acaba de dejar Cuba, provocando 11 muertos. Son menos de los que ya ocasionó en otros países, pero los cubanos están igualmente conmocionados por la noticia y resulta lógico cuando en la isla difícilmente hay más de 3 fallecidos al año por el paso de ciclones. Para evitar las muertes de personas crearon una Defensa Civil estructurada a nivel nacional, con un enorme poder, con capacidad de disponer de todos los recursos que existen en la zona afectada y pueden solicitar además el apoyo del resto del país. En Cuba los huracanes son monitoreados por el Servicio Meteorológico desde que, en medio del Océano Atlántico, se convierten en tormenta tropical. Cuando finalmente determinan que impactará en la isla se pone todo el país en movimiento para “recibirlo”. El Secretario Provincial del Partido Comunista en la región afectada se convierte en Jefe de la Defensa Civil y organiza la protección de la gente y de los recursos materiales. Ha habido huracanes en los que se evacuaron a zonas seguras a más de 1 millón de personas en una semana. Para semejante accionar la Defensa Civil tiene a su disposición todos los recursos del Estado, con los camiones de las empresas y los autobuses de transporte público se hacen las evacuaciones, mientras los buldócer y tractores limpian las ciudades y pueblos para restarle “proyectiles” a los vientos del huracán. El huracán Sandy fue muy destructivo en las provincias orientales. Todo lo que tenga una estructura constructiva segura: las escuelas, fábricas, bibliotecas, cines y hasta el Capitolio de La Habana se convierten en albergues para las personas evacuadas, las que al llegar encuentran un colchón, comida, agua, baños y atención médica. Pero el Secretario Provincial del Partido Comunista no podría hacer nada sin las Zonas de Defensa, la base sobre la que se sostiene la Defensa Civil Nacional. Es una estructura jerárquica compuesta por los propios vecinos que opera en cada barrio o poblado de la isla. Los jefes de estas Zonas de Defensa son personas comunes, con trabajos que nada tienen que ver con operaciones de salvamento y rescate. Sin embargo, mantienen un estricto control sobre el estado de los edificios del barrio para detectar cuál de ellos podría peligrar en caso de ser golpeado por un huracán. “Organizamos todo, la evacuación de los albergues y las condiciones en los mismos, los que son enviados a casa de vecinos y preparamos condiciones para la alimentación de todos ellos”, nos explicó Saili Cisneros, jefa de la Zona de Defensa de Prado, en La Habana Vieja, cuando pasó el ciclón Wilma por la capital. Sin embargo, tampoco la Defensa Zonal sería eficiente sin el apoyo del ciudadano común, difícilmente un cubano se niegue a ser evacuado, normalmente los que viven en zonas de peligro o en edificios inestables ya tienen todo listo cuando los vienen a buscar. Una gran parte de ellos ni siquiera van a los refugios “oficiales”, en los barrios y poblados se organizan refugios “populares”, casas de particulares constructivamente sólidas que alojan a sus vecinos antes, durante y, si es necesario, después del paso del ciclón. De todas formas la Defensa Civil lleva un conteo de donde está cada uno y les garantiza alimentos. Tras el paso del ciclón, se decreta la “Fase Recuperativa”, en la que todo el país envía recursos humanos y materiales para los damnificados, las carreteras se llenan de camiones con alimentos y con tejas para techos. Mientras, desde otras provincias llegan brigadas de linieros de la compañía eléctrica y de la telefónica para poner en funcionamiento las redes. Si Cuba ha tenido un éxito enorme salvando vidas humanas no tuvo tanta suerte con los daños materiales que ocasionan los ciclones. En el 2008 estos fenómenos meteorológicos destruyeron 500 mil viviendas y ocasionaron U$D 10 mil millones de pérdidas materiales. Contribuye a ello el mal estado de las viviendas, que gran parte de la industria tiene cubiertas de tejas, que las redes de teléfonos y eléctrica sean aéreas por lo que cada vez pierden cableado, torres y postes. Mientras los campesinos ven caer los platanares bajos los vientos y pudrirse los frijoles en la inundación. El huracán Sandy fue particularmente dañino en la zona oriental del país, una de las regiones con mayores problemas de vivienda, de hecho algunos de las muertes se produjeron a causa de los derrumbes. Los 11 fallecidos impactaron de tal forma que la prensa oficial publicó los nombres de cada uno de ellos y prometió una investigación para esclarecer las causas de los decesos. Fuente: Cubano1er.Plano

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