lunes, 5 de noviembre de 2012

Mitt Romney, un mormón activo pero… que no se note demasiado

Mitt Romney, un mormón activo pero… que no se note demasiado John Fitzgerald “Jack” Kennedy fue el único presidente católico de Estados Unidos. Más allá de las acusaciones al actual presidente Barack Obama imputándole un supuesto islamismo que no practica, aquel fue el único caso de un presidente de USA que no sea protestante. Por lo menos, hasta ahora. Pero eso puede cambiar si el precandidato republicano mejor posicionado en la carrera interna llega a la Casa Blanca. De hecho, la fe mormona de Mitt Romney -alguna vez vista como una carga potencialmente peligrosa para su campaña 2012- puede convertirse rápidamente en un activo muy valioso que le ayuda a bloquear la nominación presidencial. La profesión mormona de Romney es generalmente silenciada por el candidato republicano que, eso sí, se suele presentar a sí mismo como “hombre de fe”, pero no como específicamente mormón. Y eso aun a pesar de que la suya es una de las grandes familias del mormonismo: ya era mormón su bisabuelo, Miles P. Romney, y siguieron siéndolo su abuelo Gaskell Romney, y su padre, George Romney, por cierto, gobernador de Michigan entre 1963 y 1969, y candidato, como Mitt, en unas primarias republicanas, las de 1968, que finalmente ganaría Richard Nixon. Mitt Romney, no es, además, cualquier mormón, sino que en su condición de tal se ha presentado siempre como persona bien comprometida. Ha servido en la comunidad mormona de Belmont, Massachussetts, de 1981 a 1986, y luego, de 1986 a 1994, ha sido presidente del Boston Stake, es decir de la parroquia mormona de Boston, con una docena de comunidades y más de 4.000 fieles. En una entrevista para el Atlantic Monthly, Sridhar Pappu preguntó a Romney: “¿Cuánto es ud. de mormón?”. Esta fue la respuesta del hoy candidato a ser el candidato republicano a la Casa Blanca: “Los principios y valores que me enseñaron como fe, son valores que aspiro a vivir y son tan americanos como la patria o el pastel de manzana. Mi fe cree en la familia, cree en Jesucristo. Cree en el servicio a los vecinos de uno y a la propia comunidad. Cree en el servicio militar. Cree en el patriotismo; de hecho cree que esta nación tuvo una fundación inspirada). Es de alguna manera una fe esencialmente americana, y esos valores son valores en los que aspiro a vivir. No soy perfecto, pero soy alguien que aspira a ser una buena persona según se define en el concepto bíblico judeo-cristiano que nuestra sociedad reconoce”. Ahora que ha sobrevivido, aunque a duras penas, las paradas evangélicas en Iowa y Carolina del Sur, Romney ya se encuentra beneficiándose del perfil mormón de estados como Nevada, Arizona y Colorado. En el primero, obtuvo el fin de semana una muy fácil victoria sobre Newt Gingrich. En estos estados Romney se verá favorecido por la más robusta presencia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos miembros tienden a votar en grandes cantidades y ya han apoyado masivamente a Romney en el 2008. Eso hace que las elecciones que se vienen en el oeste de USA, incluyendo el natal Michigan de Romney, puedan ser una oportunidad muy prometedora para que Romney le niegue a sus oponentes toda apariencia de fuerza política. Y no son sólo la cantidad de mormones que votan, sino que en esos estados, los votantes de todas las tendencias -incluidos los cristianos más conservadores- están más familiarizados con el mormonismo y lo ven con menos sospechas El gen religioso de Romney, mormón reconocido y practicante, es un arma de doble filo. No debemos olvidar que el 28% de los estadounidenses considera el mormonismo una secta y el porcentaje sube al 31% entre los republicanos, lo que explica que Romney tarde en consolidar la nominación conservadora. Al fin y al cabo, si se rasca un poco, el electorado republicano busca “un buen cristiano” en la Casa Blanca. Sin embargo, los miembros de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, como les gusta ser referidos a los mormones, tienen gran presencia en “corporate America”: desde J. W. Marriott Jr, presidente de Marriott International, hasta Nolan Archibald, consejero delegado de Black & Decker o David Neeleman, fundador de la aerolínea Jet Blue Airlines. En los estados donde habrá primarias este mes de febrero, la mayoría de la gente ve a los mormones como personas patrióticas, buenos vecinos, trabajadores, con buenos valores familiares. Sin duda, el efecto “mormón” aquí será neutral, si no positivo. Por lo menos no le jugará en contra como pudo haber pasado hasta ahora. Romney no es uno más entre los feligreses. Viene de una familia de renombre histórico, que emigró al oeste del país en el siglo 19 desde el enclave Mormón en Nauvoo, Illinois, para abrirse camino en Utah. El padre de Romney era un miembro de alto perfil de la iglesia y el propio Romney, ex obispo, es considerado un héroe por haber salvado a los Juegos Olímpicos de Salt Lake City. Encuestas realizadas en 2008 no dejan duda de que los antecedentes mormones de Romney son una ventaja en aquellos estados occidentales, especialmente en 2 de esos estados. En Nevada, por ejemplo, el 26% del electorado es mormón. El 95% apoyó a Romney y ganó fácilmente. Los números también son impresionantes en Arizona, donde las encuestas a boca de urna mostraron que el 11% de la población era mormona con un 88% votando a favor de Romney. Romney también obtuvo buenos resultados en otros estados con importantes poblaciones mormonas, incluyendo Utah, donde tiene su sede la iglesia. A nivel nacional, un estudio de Pew publicado el mes pasado concluyó que el 86% de los mormones tienen una opinión favorable de Romney, mientras que sólo el 10% tienen una visión desfavorable. Mientras que la religión de Romney ha sido tradicionalmente tratada como una alta sensibilidad y, en cierto tema tabú maneras, algunos republicanos dicen que es sólo una cuestión de simple política étnica de la misma manera un candidato italiano-americano o judío se beneficiarían de la solidaridad cultural en una campaña política. “Creo que es muy parecido a lo experimentado por los católicos en 1960 con John F. Kennedy. Guste o no, era la posibilidad de integrarse y quedar en el medio de la escena”, dijo el activista conservador de Nevada Chuck Muth, que apoya a Newt Gingrich, pero espera muchos votos para Romney por ser parte de la religión. Pero su condición mormona podría traer a Romney problemas en un país en el que un 40% de los cristianos se consideran abiertamente practicantes, un tercio de la población considera que el mormonismo no es una confesión cristiana, y menos de un 2% son mormones. Razón que es aquella por la que muchos creen que Mitt no acostumbra a referirse a su condición mormona, y que podría incluso estar en la base de la aversión que ha exhibido a presentar su declaración de la renta, en la que, cuando finalmente lo ha hecho hemos sabido que dedica US$ 7 millones a la caridad, la mayoría de esos fondos a través precisamente de su comunidad religiosa. Lo dicho, si llega, será el primer presidente mormón en la Casa Blanca. No así, en cambio, el primero en presentarse a unas elecciones, pues el propio fundador de los mormones, Joseph Smith ya lo hizo en 1844, poco antes de que las turbas lo lincharan y asesinaran cuando se hallaba detenido en la prisión de Cartaghe (Illinois). Ser mormón en USA significa no contar con el voto del 22% del electorado, según una encuesta de Gallup realizada en junio del año pasado. Son una minoría: solo el 2% (unos 7 millones de estadounidenses) se definen como tal. La creencia de que son una secta está más que extendida y cargan con el fantasma de ser supuestamente racistas y polígamos. Pero 9 de cada 10 republicanos desconocen que Romney es mormón… La religión, explica Juan Tovar, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid, es una cuestión que responde a factores históricos y a la propia identidad estadounidense. “USA es un país profundamente religioso y la religión siempre ha tenido un papel importante en la política, particularmente en el Partido Republicano. La tendencia a argumentar políticamente en un sentido moral es un factor que procede de su propia historia”, señala. Noticias relacionadas: ■Romney, elegido oficialmente candidato republicano a la presidencia de EE.UU. ■Romney pide a Obama que se lleve su “odio” de vuelta a Chicago ■Mitt Romney: “Los números del desempleo son un triste recuerdo de que la economía está detenida” ■Romney dice que ha pagado impuestos cada año ■Mitt Romney ya es el rival de Obama

No hay comentarios:

Publicar un comentario