EL ISLAM NO ES EL ORIGEN DEL
TERRORISMO, SINO SU SOLUCION
Traducido para ISLAM EN LINEA por :
Shams
Yunes
INTRODUCCION
Durante las últimas dos décadas en particular, el concepto de “terror islámico” ha
sido discutido con regularidad. Con la venida de los ataques terroristas del 11
de septiembre en Nueva Cork y Washington, los cuales causaron la muerte de miles
de civiles inocentes, este concepto ha regresado a encabezar la agenda
internacional.
Como musulmanes, condenamos completamente estos ataques y ofrecemos
nuestras condolencias a los americanos.
En este artículo, explicamos que el Islam no es la fuente o el origen de
esta violencia y que esta no tiene lugar en el Islam.
Aunque los secuestradores de los
aviones tenían identidades musulmanas, el terror que perpetraron no puede estar
registrado bajo “terror islámico”, así como tampoco puede ser llamado “terror
judío”, si los perpetradores fueran judíos o “terror cristiano” si fueran
cristianos.
Esto es porque asesinar
gente inocente en el nombre de la religión es inaceptable. Debemos de tener
en mente que entre la gente que murió en Nueva Cork o Washington, había gente
que amaba a Jesús (cristianos), al profeta Moisés (judíos) y musulmanes. De
acuerdo con el Islam, asesinar gente inocente es un gran pecado, que amenos que
sea perdonado por Dios, brinda tormento
en el infierno.
Por consiguiente, una persona religiosa que teme a Dios, jamás cometerá tales actos.
De hecho, los agresores pueden cometer tal violencia con la única
intención de atacar a la religión misma. Puede ser que hayan realizado tal violencia para presentar a la
religión como malvada ante los ojos de la gente, para separarla de la religión y
generar odio y reacción en contra de gente piadosa. Consecuentemente, cada
ataque con el estigma de “religioso” hacia ciudadanos americanos o a cualquier
otra gente inocente es actualmente un ataque contra la
religión.
Las tres religiones monoteístas, ordenan amor, compasión y paz. El
terror, por otra parte es el opuesto a la religión; es cruel, sin compasión y
demanda derramamiento de sangre y miseria. Si este es el caso, observando a los
perpetradores de un acto terrorista, sus orígenes deberían buscarse en la
incredulidad en lugar de en la religión. Gente con visión de la vida fascista,
comunista, racista o materialista, debe de tenerse como sospechosos de
perpetradores potenciales.
El nombre o la identidad del que jala el gatillo, no es importante. Si
puede matar gente inocente sin pestañear, cualquiera que sea su etiqueta,
entonces es un incrédulo y no un creyente. Es un asesino sin temor de Dios, cuya
ambición principal es derramar sangre y causar daño.
Por esta razón, el “terror islámico”, es un concepto erróneo el cual
contradice el mensaje islámico. Esto es porque, la religión del Islam, no puede
estar de acuerdo o coincidir con el terror. Por el contrario, los musulmanes
somos responsables de prevenir los actos terroristas y traer paz y justicia al
mundo.
LOS VALORES DEL CORAN DEMANDAN BONDAD , JUSTICIA Y PAZ
El terror en su sentido más burdo, es
violencia cometida contra blancos no militares para propósitos políticos. Para
ponerlo de otra manera, los blancos del terror son civiles inocentes cuyo único
crimen es, a los ojos de los terroristas, la representación “de los
otros”.
Este es un acto sin justificación moral
alguna. Esto, como en los casos de asesinato que cometieron Hitler o Stalin, es
un crimen cometido en contra de toda la “humanidad”.
El Corán, es un libro revelado a la
gente como guía al camino recto y en
este Libro, Dios, ordena al hombre a adoptar buenas conductas morales. Esta
moralidad está basada en conceptos como el amor, la compasión, la tolerancia y
la misericordia. Dios, llama a toda la gente a la moral del Islam, por la cual
la compasión, la misericordia, la paz y la tolerancia pueden ser experimentadas
en todo el mundo:
« ¡Creyentes! ¡Entrad todos en la Paz (Islam) y no sigáis los pasos del Demonio! Es para
vosotros un enemigo declarado. »
(Corán 2 : 208)
Los valores del Corán, mantienen al musulmán responsable de tratar a
toda la gente, ya sean musulmanes o no, de manera, amable y justa, protegiendo
al necesitado y al inocente y previniendo la “diseminación del daño”. El daño
comprende todas las formas de anarquía y terror que mueven la seguridad, el
bienestar y la paz. Como Dios, dice en un verso, “Dios, no ama a los
corruptores”. (Corán 28:77)
El asesinar a una persona sin causa alguna es uno de los ejemplos más
obvios de hacer daño.
Dios, repite en el Corán, una orden que El reveló formalmente a los
judíos en el Antiguo Testamento:
“Por esta razón, prescribimos a los Hijos de Israel que quien matara a
una persona que no hubiera matado a nadie ni corrompido en la tierra, fuera como
si hubiera matado a toda la Humanidad. Y que quien salvara una vida, fuera como
si hubiera salvado las vidas de toda la Humanidad. Nuestros enviados vinieron a
ellos con pruebas claras, pero, a pesar de ellas, muchos cometieron excesos en
la tierra.” (Corán 5:32)
Como el verso sugiere, una persona
que mata a un simple hombre, “a menos que sea por represalias de alguien más o
por causar corrupción en la tierra”, comete un crimen como si hubiera asesinado
a toda la humanidad.
Como este es el caso, es obvio, que
grandes pecados son los asesinatos, masacres y ataques, cometidos por
terroristas. Dios, nos informa como esta cara cruel del terrorismo será
castigada en el más allá en este verso:
“Solo incurren en él quienes son injustos con los hombres y se insolentan en la tierra
injustamente. Esos tales tendrán un castigo doloroso.” (Corán
42:42)
Todo esto nos revela que organizar
actos de terror en contra de gente inocente es completamente en contra del Islam
y que no puede un musulmán cometer tales crímenes. Por el contrario, los
musulmanes son responsables de parar a esta gente, quitar “el daño en la tierra”
y traer paz y seguridad a toda la gente en todo el mundo. Ser musulmán no puede
ser compatible con el terror. Justo lo contrario, es la solución y la prevención
del terror.
¿Cómo surge el término “terror islámico”?
Como ha sido examinado hasta ahora revela que no es posible hablar de
“terror islámico”.
De verdad, una revisión más cercana de las características de los
perpetradores revela de manera explícita que este terror no es un fenómeno
religioso sino social.
CRUSADAS: BARBAROS QUE PISOTEAN SU
PROPIA RELIGION
El verdadero mensaje de una religión
o de cualquier otro sistema de creencia puede ser a veces expuesta a distorsión
por sus pseudo-seguidores. Las Crusadas, que constituyen un obscuro episodio de
la historia del cristianismo, da un buen ejemplo de esto.
Los que estuvieron en las Crusadas
eran cristianos europeos, que tomaron expediciones al final del siglo XI para
recobrar la Tierra Santa (el área alrededor de Palestina) de los musulmanes. Se
conformó el así llamado “propósito religioso”, sin embargo, entraban a los
territorios con violencia y causando miedo. Sometían a civiles a ejecuciones
masivas y saqueaban muchas villas y pueblos.
La conquista de Jerusalén, donde musulmanes,
judíos y cristianos vivían baja las leyes islámicas en paz, fueron escenas de
inmensas masacres. Mataron a los musulmanes y a los judíos de forma violente. El
barbarismo de las Crusadas era tan excesivo que durante la Cuarta, saquearon
Estambul, también una ciudad cristiana y robaron los objetos de oro de las
iglesias.
A pesar de que el cristianismo es una
religión de amor y paz, en las Crusadas se mató a mucha gente inocente en el
nombre de Cristo. Malentendieron su religión. Sin duda, todo este barbarismo
está en contra de la doctrina política de los cristianos. Esto es porque, el
cristianismo, en palabras bíblicas, es una “doctrina de amor”. En el evangelio
según Mateo, se dice que Jesús dijo a sus seguidores,” Ama a tus enemigos y reza
por los que te persiguen”.(Mateo5:44)
En el evangelio según Lucas, dice que
Jesús dijo: “Si alguien te golpea en una mejilla voltea también la otra”. (Lucas
6:29). No hay duda, en ninguna parte de Nuevo Testamento, existe una referencia
de la legitimidad de la violencia; matar gente inocente, por otro lado, es
inimaginable. Se puede encontrar el concepto de “masacre de los inocentes” en la
Biblia; sin embargo, solo en la crueldad del Reino Judío de Herodes cuando
quería matar a Jesús cuando era un bebé.
Mientras que el cristianismo es una religión basada en el amor que no
acepta violencia, ¿cómo es que las Crusadas Cristianas pudieron haber llevado
acabo los peores actos de violencia de la historia?. La principal razón para
esto es, las Crusadas fueron principalmente hechas por gente ignorante que
pueden ser definidas como “chusma”. Estas masas, que no sabían realmente nada de
su religión, que no habían nunca leído o visto aún una Biblia en su vida, y que
por supuesto no tenían conocimiento de los valores morales de la Biblia, fueron
dirigidos dentro del barbarismo bajo la condición de los slogans de las Crusadas
como “Dios así lo quiere”.
Es bien mencionado que en ese
período, los cristianos de occidente- los bizantinos, por ejemplo- que estaban
culturalmente más avanzados que los cristianos del oriente, demostraron mayores
valores humanos. Ambos antes y después de las conquistas de las Crusadas, los
cristianos ortodoxos se las arreglaron
para vivir junto con los musulmanes. De acuerdo con Ferry Johns, comentarista de
la BBC, con la venida de las Crusadas del Medio Oriente, “la vida civilizada
empezó otra vez y miembros de las tres religiones monoteístas regresaron a la
convivencia pacífica”. (1) El ejemplo de las Crusadas es indicativo de un
fenómeno general: Entre más gente dentro de una ideología sea incivilizada, que
no se desenvuelva intelectualmente y que sea “ignorante”, más van a tender hacia
la violencia. También se puede sostener esta idea para las ideologías que no
tienen nada que ver con la religión. Todos los movimientos comunistas alrededor
del mundo están propensos a la violencia. El más salvaje y sangriento de estos
fue Khmer Rouge de Camboya. Esto es porque eran los más ignorantes.
Justo como gente ignorante puede
llevar una opinión de violencia al punto de la locura, también pueden confundir
la violencia con una opinión en contra de la violencia (o de religión). También
el mundo islámico ha experimentado estos casos.
EL CARÁCTER BEDUINO EN EL
CORAN.
En el período de nuestro Profeta,
existían dos estructuras sociales básicas en Arabia: los que habitaban la ciudad
y los beduinos (árabes del desierto). Una sofisticada cultura prevaleció en los
pueblos árabes. Las relaciones comerciales unieron los pueblos con el mundo
exterior, lo que contribuyó a la formación de la “vida civilizada” entre los
árabes que habitaban en las ciudades.Desarrollaron valores estéticos,
disfrutaban de la literatura y especialmente de la poesía. Los beduinos, por el
otro lado, eran las tribus nómadas que vivían en el desierto, totalmente
inconscientes de las artes y literatura, y que desarrollaron un carácter muy
severo.
El Islam, nació y se desarrolló entre
los habitantes de la Meca, la ciudad más importante de la península. Sin
embargo, mientras el Islam se diseminaba en esta, todas las tribus en arabia se
convertían. Entre estas tribus también había beduinos, quienes eran de alguna
manera problemáticos: sus raíces pobres tanto intelectual como culturalmente los
mantuvieron sin llegar a la profundidad y nobleza del espíritu del Islam. Por
esto Dios da este verso:
“Los beduinos son los más infieles, los más hipócritas y los más
propensos a ignorar las leyes contenidas en la revelación de Allah a Su enviado.
Allah , es omnisciente, sabio.”(Corán 9 : 97)
Los
beduinos, esto es, grupos sociales que eran infieles e hipócritas y propensos a
desobedecer a los mandatos de Dios, se hicieron parte del mundo islámico en
tiempos del Profeta. Posteriormente, se hicieron causa de
problemas en el mundo islámico. La secta llamada “Kharijis” que surgió de los
beduinos era un ejemplo. El rasgo característico de esta perversa secta ( que era llamada
los rebeldes Kharijis porque se desviaron de las prácticas sunni), era su
naturaleza vulgar, salvaje y fanática. Los Kharijis, que no tenían ninguna
comprensión de la esencia del Islam o de las virtudes y los valores del Corán,
iniciaron la guerra en contra de todos los demás musulmanes y basaron esta
guerra en algunos versos coránicos de los que distorsionaron sus
interpretaciones. Más tarde, llevaron acabo “actos de terrorismo”. El Califa
Ali, que era uno de los acompañantes más cercanos del Profeta y fue descrito por
él como “la puerta de la ciudad del conocimiento”, fue asesinado por un
kharijite.
Tiempo
después, los “Hashashis” (asesinos), otra organización brutal, emergió; esta era
una “organización terrorista” creada por militantes ignorantes y fanáticos de un
profundo conocimiento de la esencia del Islam y por consiguiente que podían ser
influenciados por simples slogans y promesas.
En otras palabras, justo como las Crusadas distorsionaron y
malinterpretaron el cristianismo como una enseñanza de brutalidad, algunos
grupos pervertidos emergieron en el mundo islámico y malinterpretaron el Islam y
recurrieron a la brutalidad. Lo que
es común entre estas sectas y las Crusadas era su naturaleza “beduina”. Esto es,
eran ignorantes, no refinados, no cultivados, vulgares y personas aisladas. La
violencia a la que recurrían, resultaba de su estructura social, más que de la
religión de la que reclamaban adherirse.
LA
ACTUAL FUENTE DEL TERRORISMO: FANATISMO DEL TERCER
MUNDO.
Estos
ejemplos de la historia nos dan luz para entender mejor el fenómeno, el así
llamado “terror islámico”, el cual está en nuestros días en primer lugar de la
agenda internacional. Esto es porque los que surgen de aquí y llevan acabo actos
de terrorismo en nombre del Islam o quienes respaldan dichos actos- estas
personas, sin duda, representan la minoría en el mundo islámico- se derivan del
“carácter beduino”, no del Islam. Cometiendo un error al entender la
esencia del Islam, trataron de hacer el Islam, siendo esencialmente una religión
de paz y justicia, una herramienta de barbarismo, que era simplemente una
manifestación de su estructura social y cultural. El origen de este barbarismo,
que bien puede ser llamado “fanatismo del tercer mundo”, es la iniciativa de
gente que está desprovista de amor por sus semejantes.
Es un hecho que, por los últimos siglos, los
musulmanes en todas las esquinas del mundo islámico, han sido sujetos a la
violencia de fuerzas occidentales y sus aliados. Los estados europeos
colonialistas, regímenes opresivos locales o colonialistas ayudados por
Occidente ( Israel por ejemplo) causaron gran
sufrimiento a los musulmanes. Sin embargo, para los musulmanes, esta es una
situación que debe ser atendida puramente por posturas coránicas.
En ninguna parte del Corán, Dios,
ordena a los creyentes a “responder con violencia, la violencia”. Por el
contrario, Dios, manda a los musulmanes a “responder a la maldad con
bondad”:
“No es igual obrar bien y obrar mal. ¡Repele con lo que sea mejor y he
aquí que aquel de quien te separe la enemistad se convertirá en amigo
ferviente!” (Corán 41: 34)
No es de dudar que es derecho de los
musulmanes de reaccionar en contra de la crueldad. Sin embargo, estas reacciones
nunca deben convertirse en odio ciego, en injusta enemistad. Dios, nos advierte
de esto en el siguiente verso:
“…Que el odio que teneis a gente que hace poco os apartaba de la
Mezquita Sagrada no os incite a violar la ley. Ayudaos unos a otros a practicar
la piedad y el temor de Allah, no el pecado y la violación de la ley.¡Y temed a
Allah!...” ( Corán 5: 2)
Consecuentemente, hacer actos terroristas bajo la pretensión de
“representar a las naciones oprimidas del mundo”, en contra de gente inocente de
otras naciones no es compatible con el Islam.
Otro punto que merece atención aquí
es que el mundo de occidente no puede ser responsable por el mencionado
colonialismo (o neo-colonialismo), violencia y opresión contra los musulmanes.
El materialismo, las filosofías e ideologías irreligiosas que prevalecieron en
el siglo XIX son responsables de estos lamentables actos. El colonialismo
europeo no se originó del cristianismo. Por el contrario, movimientos
antirreligiosos que se oponían a los valores cristianos, dieron el camino para
el colonialismo. En las raíces de las grandes brutalidades del siglo XIX
descansan bajo la ideología social darwinista.
Actualmente en occidente, existen
elementos crueles que se contraponen y una cultura dominada por elementos
pacíficos y justos que tienen raíces en la fe judeo-cristiana. De hecho, la
mayor discusión no es entre el occidente y el Islam. En contra de la opinión
general, es entre la gente religiosa del occidente y del mundo musulmán por una
parte y de la gente de oposición por el otro lado.
Otra indicación de que el fanatismo
(materialistas y ateos) del tecer mundo no tiene nada que ver con el Islam, es
que, solo recientemente, este fanatismo ha sido identificado con la ideología
comunista. Como es sabido, actos similares de terrorismo fueron llevados acabo en los sesenta y setentas por
organizaciones comunistas respaldados por los soviéticos.
Conforme el impacto de la ideología
comunista se desvanecía, algunas de las estructuras sociales que dieron
nacimiento a las organizaciones comunistas voltearon su atención al Islam. Esta
“brutalidad presentada bajo la religión”, que son formuladas bajo la
incorporación de algunos conceptos y símbolos islámicos dentro de la retórica
forma comunista son enteramente en contra de los valores morales que constituyen
la esencia del Islam.
El radicalismo anti-occidente alguna vez usó la ideología comunista como
base para la violencia. Ahora está intentando conceptos religiosos. Como último
énfasis sobre el tema es que el Islam
no es exclusivo de alguna nación o geografía en particular. Contrario a la
percepción occidental dominante, el Islam no es una cultura del oriente. El
Islam es la última religión revelada a la humanidad como guía al camino
recto que se recomienda a toda la humanidad. Los musulmanes son responsables
de comunicar la verdadera religión que ellos creen a toda la gente de todas las
naciones y culturas y hacerlos sentir más cercanos al
Islam.
Consecuentemente, existe una solución única para la gente o grupos
quienes, en el nombre del Islam, recurren al terror o que establecen regímenes
de opresión y vuelven a este mundo un lugar terrible en lugar de hacer hermoso:
revelando el verdadero Islam y comunicándolo de tal manera que las masas lo
puedan entender y vivir en él.
CONCLUSION: RECOMENDACIONES AL MUNDO DE
OCCIDENTE
Actualmente, el mundo en occidente
está preocupado por las organizaciones que usan el terror bajo el nombre del
Islam y su preocupación no está desviada. Es obvio que aquellos que traen el
terror y los que los mantienen deben ser castigados de acuerdo al criterio
judicial internacional.
Sin embargo, un punto más a considerar son las estrategias que se han
tenido que llevar acabo para hacer viables las soluciones a esos
problemas.
Lo dicho anteriormente revela que el terror no tiene lugar en el
Islam. Después mostraron el contradictorio concepto de “terror islámico”.
Esto nos brinda un importante punto de ventaja:
El mundo occidental, especialmente los Estados Unidos, seguramente han
tomado las medidas disuasivas para lidiar con el terror . Sin embargo, debe de
quedar de manera explícita que esto no es una guerra contra el Islam y los
musulmanes, sino por el contrario, en gran medida servía los intereses del
Islam. El “choque de civilizaciones”, el escenario peligroso que se vió en los
noventas debe ser a toda costa prevenido.
Ayuda debe ser dada para difundir el verdadero Islam, que es la religión
del amor, amistad, paz y hermandad, y para su verdadero entendimiento por las
sociedades islámicas. La solución de grupos radicales en los países islámicos no
debe ser la “secularización forzada”. Por el contrario, tal política incitará
más reacción de las masas y alimentará el radicalismo. La solución es la
difusión del verdadero Islam y la aparición de un modelo musulmán que abrace los
valores del Corán como los derechos humanos, democracia, libertad, moral,
ciencia y estética y que ofrece felicidad y dicha a toda la
humanidad.
La causa del terrorismo es la ignorancia y el fanatismo y la solución es
la educación. Para los círculos que sienten simpatía por el terror, debe de
decirse que el terror va en contra del Islam, que el terror solo causa daño al
Islam, a los musulmanes y a toda la humanidad. Además, esta gente debe de
dársele educación en orden de purificarlos de este barbarismo. El apoyo de los
Estados Unidos, para tal educación podría tener resultados muy positivos.
Nuestra esperanza es que estas medidas ayuden a este mundo a deshacerse del
terrorismo y de las estructuras fanáticas brutales y bárbaras. Con su cultura y
población cristiana que predomina, en los Estados Unidos, que la define como una
“nación sometida a Dios”, es en realidad una muy buena amiga de los musulmanes. En el Corán, Dios
presta atención a este hecho y nos informa que los cristianos son los más
“allegados a los creyentes”. (Corán 5:82).
En la historia, gente ignorante (por ejemplo en las Crusadas), no
entendieron este hecho y causaron conflictos entre estas dos grandes religiones.
Para prevenir la repetición de este escenario, los verdaderos cristianos y
musulmanes necesitan unirse y cooperar.
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