El Islam y sus profecías
¿Tienen solución las guerras que azotan el mundo? ¿Hacia dónde se dirige la humanidad? ¿Qué dice el corán? ¿Puede hallarse una respuesta al conflicto que desangra a oriente medio? ¿Hay una oportunidad para la paz? sí, si triunfa la tolerancia frente a cualquier fanatismo.
La figura del profeta es central en el mundo islámico. Mahoma, fundador de esta religión, tenía ese don y gracias a él supo que era el elegido para reformar la vida de su pueblo a través de la fe. Se cree que el Corán (libro sagrado y fuente del Islam) le fue revelado por el Arcángel Gabriel. De manera que el credo de los musulmanes está ligado al mundo de las profecías y, según afirman, está por llegar el día en que el Islam reine por sobre todas las religiones.
Hay que aclarar que no todos los árabes ni creyentes islámicos piensan así, dado que el Islam es una religión de paz y entrega compasiva a Dios. Pero, sí lo piensan algunos fundamentalistas escudados en conceptos espirituales. No crean que es propio del mundo islámico, desgraciadamente, la intolerancia religiosa y étnica es muy antigua. Las innumerables guerras de Occidente dan prueba de ello. El problema es que parecen multiplicarse.
A partir del 11 de septiembre de 2001, con la destrucción de las Torres Gemelas (EE.UU.), una especie de fanatismo contagioso comenzó a extenderse, y el argumento del fundamentalismo es que se acerca la hora en que el mundo entero será musulmán. Sin embargo, el argumento de algunos países de Occidente es que a partir de ese suceso, tienen vía libre para sostener una inhumana lucha contra el terrorismo.
¿COMENZÓ LA “GUERRA SANTA”?
Además, a lo anterior, se agrega la dura situación que se vive en Medio Oriente debido al declarado conflicto entre Israel y Palestina, que hace temer lo peor. La ruptura del diálogo, la inexistencia de demandas concretas como vía para negociar un acuerdo entre ambos países suscitan preguntas más que inquietantes dado que, si no existen planteos, ¿de qué manera se puede lograr la paz? Ha comenzado una guerra de odio, en la que se mezclan problemas religiosos, políticos y territoriales. Y la batalla se puede librar en varios frentes, porque es una guerra del siglo XXI, es decir, globalizada. ¿Por qué? ¿Con qué objeto? ¿Simplemente para destruir al enemigo?
“SÓLO EL ISLAM SOBREVIVIRÁ…”
El islamismo está esperando -según se ha anunciado en su libro profético- al líder guerrero: el 12º Imán Al Madhi, “El que guía y es bien guiado” o “El Esperado”. Esta figura tiene un peso fundamental en la tradición musulmana en general, ya que es quien precederá al Mesías en su segunda venida y lo ayudará a vencer al Anticristo. La concepción del Al Madhi es bastante particular, ya que encarna al héroe al que se supone muerto, pero en realidad está escondido, esperando el momento oportuno para encabezar la guerra que concluirá con el fin de los mil años de hegemonía occidental, como ha profetizado Mahoma. Con respecto a esto, el movimiento mesiánico ha llevado a muchos a identificar a Al Madhi con algunos líderes políticos. Por otra parte, el líder fundamentalista talibán, Bin Laden, alimenta su accionar esta leyenda amparado en la figura de Al Madhi. Así, por ejemplo, su escondite secreto, las recurrentes versiones de que ha muerto le sirven para fomentar la idea de que él es el mismísimo predecesor del Mesías que anuncia el Islam.
“LA HORA SE APROXIMA…”
Una de las profecías preferidas del fundamentalismo hace coincidir la llegada de Al Madhi con el triunfo absoluto de la fe musulmana: “Al Madhi vendrá para que todas las demás religiones sean pasadas a espada. Sólo el Islam sobrevivirá. Jerusalén será devuelta a los fieles y La Meca será la capital del mundo”.
Pero, quizá, el profeta musulmán más apreciado por los fundamentalistas sea el Ayatollah Hübsch, cuyos pronósticos se centran en “La Hora” que anuncia el Corán en el Sunna 10 (la segunda fuente del Islam): “El día en que el cielo arroje una humareda visible, que lanzará sombras sobre todos los hombres”. Hübsch interpreta la “humareda” como presagio del uso de armas químicas de exterminio masivo o nuevas plagas y sostiene que ése es uno de los 10 grandes signos del fin de los tiempos.
Además, el Sunna anuncia que: “Para cada pueblo incrédulo hay un plazo fijado y cuando llega a su término no puede ser retrasado ni adelantado”.Otra profecía del Ayatollah es la llegada del Anticristo (Al Dachal) y, según la visión musulmana actual más crítica, éste está encarnado en políticos como el ex-presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Sin embargo, ante la llegada del Anticristo también persiste un mensaje esperanzador para la humanidad, porque en la profecía dice que, una vez que Al Mahdi lo haya vencido, vendrá una época de esplendor que coincide con los “mil años de paz” anunciados en el Apocalipsis.
Finalmente, cuando los seguidores del Anticristo hayan sido vencidos, vendrá la restauración del Islam y se darán las condiciones para la elevación espiritual de la humanidad.
LO QUE VIO EL AYATOLLAH: 10 IMÁGENES DEL FIN
Éstas son las diez señales que anuncian el final de los tiempos, según el Ayatollah Hübsch:
¿Tienen solución las guerras que azotan el mundo? ¿Hacia dónde se dirige la humanidad? ¿Qué dice el corán? ¿Puede hallarse una respuesta al conflicto que desangra a oriente medio? ¿Hay una oportunidad para la paz? sí, si triunfa la tolerancia frente a cualquier fanatismo.La figura del profeta es central en el mundo islámico. Mahoma, fundador de esta religión, tenía ese don y gracias a él supo que era el elegido para reformar la vida de su pueblo a través de la fe. Se cree que el Corán (libro sagrado y fuente del Islam) le fue revelado por el Arcángel Gabriel. De manera que el credo de los musulmanes está ligado al mundo de las profecías y, según afirman, está por llegar el día en que el Islam reine por sobre todas las religiones.
Hay que aclarar que no todos los árabes ni creyentes islámicos piensan así, dado que el Islam es una religión de paz y entrega compasiva a Dios. Pero, sí lo piensan algunos fundamentalistas escudados en conceptos espirituales. No crean que es propio del mundo islámico, desgraciadamente, la intolerancia religiosa y étnica es muy antigua. Las innumerables guerras de Occidente dan prueba de ello. El problema es que parecen multiplicarse.
A partir del 11 de septiembre de 2001, con la destrucción de las Torres Gemelas (EE.UU.), una especie de fanatismo contagioso comenzó a extenderse, y el argumento del fundamentalismo es que se acerca la hora en que el mundo entero será musulmán. Sin embargo, el argumento de algunos países de Occidente es que a partir de ese suceso, tienen vía libre para sostener una inhumana lucha contra el terrorismo.
¿COMENZÓ LA “GUERRA SANTA”?
Además, a lo anterior, se agrega la dura situación que se vive en Medio Oriente debido al declarado conflicto entre Israel y Palestina, que hace temer lo peor. La ruptura del diálogo, la inexistencia de demandas concretas como vía para negociar un acuerdo entre ambos países suscitan preguntas más que inquietantes dado que, si no existen planteos, ¿de qué manera se puede lograr la paz? Ha comenzado una guerra de odio, en la que se mezclan problemas religiosos, políticos y territoriales. Y la batalla se puede librar en varios frentes, porque es una guerra del siglo XXI, es decir, globalizada. ¿Por qué? ¿Con qué objeto? ¿Simplemente para destruir al enemigo?
“SÓLO EL ISLAM SOBREVIVIRÁ…”
El islamismo está esperando -según se ha anunciado en su libro profético- al líder guerrero: el 12º Imán Al Madhi, “El que guía y es bien guiado” o “El Esperado”. Esta figura tiene un peso fundamental en la tradición musulmana en general, ya que es quien precederá al Mesías en su segunda venida y lo ayudará a vencer al Anticristo. La concepción del Al Madhi es bastante particular, ya que encarna al héroe al que se supone muerto, pero en realidad está escondido, esperando el momento oportuno para encabezar la guerra que concluirá con el fin de los mil años de hegemonía occidental, como ha profetizado Mahoma. Con respecto a esto, el movimiento mesiánico ha llevado a muchos a identificar a Al Madhi con algunos líderes políticos. Por otra parte, el líder fundamentalista talibán, Bin Laden, alimenta su accionar esta leyenda amparado en la figura de Al Madhi. Así, por ejemplo, su escondite secreto, las recurrentes versiones de que ha muerto le sirven para fomentar la idea de que él es el mismísimo predecesor del Mesías que anuncia el Islam.
“LA HORA SE APROXIMA…”
Una de las profecías preferidas del fundamentalismo hace coincidir la llegada de Al Madhi con el triunfo absoluto de la fe musulmana: “Al Madhi vendrá para que todas las demás religiones sean pasadas a espada. Sólo el Islam sobrevivirá. Jerusalén será devuelta a los fieles y La Meca será la capital del mundo”.
Pero, quizá, el profeta musulmán más apreciado por los fundamentalistas sea el Ayatollah Hübsch, cuyos pronósticos se centran en “La Hora” que anuncia el Corán en el Sunna 10 (la segunda fuente del Islam): “El día en que el cielo arroje una humareda visible, que lanzará sombras sobre todos los hombres”. Hübsch interpreta la “humareda” como presagio del uso de armas químicas de exterminio masivo o nuevas plagas y sostiene que ése es uno de los 10 grandes signos del fin de los tiempos.
Además, el Sunna anuncia que: “Para cada pueblo incrédulo hay un plazo fijado y cuando llega a su término no puede ser retrasado ni adelantado”.Otra profecía del Ayatollah es la llegada del Anticristo (Al Dachal) y, según la visión musulmana actual más crítica, éste está encarnado en políticos como el ex-presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Sin embargo, ante la llegada del Anticristo también persiste un mensaje esperanzador para la humanidad, porque en la profecía dice que, una vez que Al Mahdi lo haya vencido, vendrá una época de esplendor que coincide con los “mil años de paz” anunciados en el Apocalipsis.
Finalmente, cuando los seguidores del Anticristo hayan sido vencidos, vendrá la restauración del Islam y se darán las condiciones para la elevación espiritual de la humanidad.
LO QUE VIO EL AYATOLLAH: 10 IMÁGENES DEL FIN
Éstas son las diez señales que anuncian el final de los tiempos, según el Ayatollah Hübsch:
- Se incrementarán los terremotos en número y magnitud.
- Habrá tres grandes hundimientos (en el este, el oeste y arabia)
- Un fuego procedente del este envolverá a la tierra y convocará a los fieles para la batalla.
- Habrá un viento que empujará a los hombres hacia el mar.
- El islam se extenderá por todo el planeta.
- Predominarán las pasiones: lascivia, hedonismo y corrupción.
- El tiempo se acortará: un año parecerá un mes; un mes, un día y un día, una hora.
- Se verá la manifestación de dachal (el anticristo).
- Habrá eclipse de sol y de luna.
- La segunda venida de jesús.
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