La Prensa
19 de diciembre de 2012
J. Adalberto Villasana
El supuesto fin del mundo carece de sustento, señalan especialistas en estudios mayas, quienes rechazan las ideas catastrofistas atribuidas a esa cultura. Al terminar el 13 Baktun en el Calendario Maya, seguirán el 14, 15, 16, etcétera, lo que lo hace interminable.
Incluso, apuntan, hay otro error, el 13 Baktun no concluye el 21 de diciembre, sino el 23 de diciembre de 2012, de acuerdo con el Calendario Maya, pero algunos autores sensacionalistas se quedaron con la primera fecha, que coincide con el solsticio de invierno, que sí ocurrirá el viernes.
Así, el doctor Guillermo Bernal Romero, reconstructor del Tablero de K'an Tok, una de las últimas inscripciones de Palenque, cuyo desciframiento también llevó a cabo, apuntó que al año, los epigrafistas descifran entre 10 y 15 nuevos glifos en las escrituras mayas.
Bernal Romero dice saber, al igual que el resto de los especialistas en cultura maya, el origen de este equívoco: "lo que decidieron olmecas y mayas fue hacer un corte para señalar un acto divino. Se rompió por única vez el ciclo de 20 baktunes, lo hicieron en el 13 y empezó la cuenta desde cero nuevamente. Ahora que se termina el 13 Baktun, algunas personas piensan en automático que va a haber otro corte y una catástrofe universal, pero no es así".
Añade que en Palenque, Chiapas, ciudad considerada uno de los lugares para impresionantes y representativos de la cultura maya, Pakal (el más conocido de los gobernantes del lugar) hizo un cómputo que llega hasta el próximo piktun (20 baktunes); es decir, el año 4,472 de nuestra era. "Esto no es una opinión personal, los mayas hicieron sus cálculos y la cuenta no concluye en el 13 Baktun, sino que se prolonga indefinidamente".
La profusa información aparecida en Internet y en la prensa sobre el supuesto fin del mundo mañana, 21 de diciembre, permitió que los expertos en la cultura maya opinen ante datos que carecen de razonamiento científico.
"El lado bueno de toda esta información, al margen del engaño y de la mala literatura al respecto, es que ha permitido que nosotros, como investigadores, comuniquemos a la sociedad lo que sabemos para que se entere y decida leer los resultados de los estudios y textos que realizamos de manera profesional", sostiene el epigrafista Guillermo Bernal Romero.
El investigador del Centro de Estudios Mayas en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, explica que la idea que asegura que el mundo se acabará mañana, empezó en los años noventa con cálculos y datos que carecen de sentido y da la idea de que el final del tiempo llegará ese día en el 2012.
"Decir que cuando concluye el 13 Baktun (periodo de 144,000 días, 20 katunes o 400 "años-tun" de 360 días), termina el tiempo conforme a los mayas es un error. Después del 13 Baktun, le sigue el 14, 15, 16 y así, lo que lleva a una progresión de círculos más grandes de tiempo", explica Bernal Romero, quien agrega que el calendario maya no tiene un final previsto al estar sustentando en una numeración y, como tal, es interminable.
"Nosotros tenemos un sistema posicional decimal y los mayas tenían uno vigesimal que también se prolonga en la eternidad".
En la actualidad, indica el epigrafista especialista en la zona de Palenque, se habla del 21 de diciembre como la fecha fatídica del final del mundo, lo cual es otra equivocación, asegura. Menciona que los investigadores John Goodman, Juan Martínez Hernández y John Eric Thompson establecieron un factor de correlación entre los calendarios maya y occidental.
Este factor se estableció en 584,283 días, pero pasado algún tiempo se dieron cuenta que tenía un mínimo error y que el factor real, equilibrado y ajustado era de 584,285 días, dos días más con respecto al anterior.
"Muchos se quedaron con el factor no corregido de 283. La correlación GMT 283 (las letras corresponden a las iniciales de los apellidos de los investigadores) se mantuvo de alguna manera 'viva', cuando ya los propios autores habían dicho que el factor de 285 era el valor correcto. Esto hace que la fecha del final del 13 Baktun no calibrado caiga el 21 de diciembre, y la del factor ajustado, el 23 de diciembre, que es la válida en términos académicos formales. Algunos autores sensacionalistas han elegido el del 21 porque coincide con el solsticio de invierno, lo que hace a la fecha más interesante y dramática".
Así, el doctor Guillermo Bernal Romero, reconstructor del Tablero de K'an Tok, una de las últimas inscripciones de Palenque, cuyo desciframiento también llevó a cabo, apuntó que al año, los epigrafistas descifran entre 10 y 15 nuevos glifos en las escrituras mayas.
Bernal Romero dice saber, al igual que el resto de los especialistas en cultura maya, el origen de este equívoco: "lo que decidieron olmecas y mayas fue hacer un corte para señalar un acto divino. Se rompió por única vez el ciclo de 20 baktunes, lo hicieron en el 13 y empezó la cuenta desde cero nuevamente. Ahora que se termina el 13 Baktun, algunas personas piensan en automático que va a haber otro corte y una catástrofe universal, pero no es así".
Añade que en Palenque, Chiapas, ciudad considerada uno de los lugares para impresionantes y representativos de la cultura maya, Pakal (el más conocido de los gobernantes del lugar) hizo un cómputo que llega hasta el próximo piktun (20 baktunes); es decir, el año 4,472 de nuestra era. "Esto no es una opinión personal, los mayas hicieron sus cálculos y la cuenta no concluye en el 13 Baktun, sino que se prolonga indefinidamente".
La profusa información aparecida en Internet y en la prensa sobre el supuesto fin del mundo mañana, 21 de diciembre, permitió que los expertos en la cultura maya opinen ante datos que carecen de razonamiento científico.
"El lado bueno de toda esta información, al margen del engaño y de la mala literatura al respecto, es que ha permitido que nosotros, como investigadores, comuniquemos a la sociedad lo que sabemos para que se entere y decida leer los resultados de los estudios y textos que realizamos de manera profesional", sostiene el epigrafista Guillermo Bernal Romero.
El investigador del Centro de Estudios Mayas en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, explica que la idea que asegura que el mundo se acabará mañana, empezó en los años noventa con cálculos y datos que carecen de sentido y da la idea de que el final del tiempo llegará ese día en el 2012.
"Decir que cuando concluye el 13 Baktun (periodo de 144,000 días, 20 katunes o 400 "años-tun" de 360 días), termina el tiempo conforme a los mayas es un error. Después del 13 Baktun, le sigue el 14, 15, 16 y así, lo que lleva a una progresión de círculos más grandes de tiempo", explica Bernal Romero, quien agrega que el calendario maya no tiene un final previsto al estar sustentando en una numeración y, como tal, es interminable.
"Nosotros tenemos un sistema posicional decimal y los mayas tenían uno vigesimal que también se prolonga en la eternidad".
En la actualidad, indica el epigrafista especialista en la zona de Palenque, se habla del 21 de diciembre como la fecha fatídica del final del mundo, lo cual es otra equivocación, asegura. Menciona que los investigadores John Goodman, Juan Martínez Hernández y John Eric Thompson establecieron un factor de correlación entre los calendarios maya y occidental.
Este factor se estableció en 584,283 días, pero pasado algún tiempo se dieron cuenta que tenía un mínimo error y que el factor real, equilibrado y ajustado era de 584,285 días, dos días más con respecto al anterior.
"Muchos se quedaron con el factor no corregido de 283. La correlación GMT 283 (las letras corresponden a las iniciales de los apellidos de los investigadores) se mantuvo de alguna manera 'viva', cuando ya los propios autores habían dicho que el factor de 285 era el valor correcto. Esto hace que la fecha del final del 13 Baktun no calibrado caiga el 21 de diciembre, y la del factor ajustado, el 23 de diciembre, que es la válida en términos académicos formales. Algunos autores sensacionalistas han elegido el del 21 porque coincide con el solsticio de invierno, lo que hace a la fecha más interesante y dramática".
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