jueves, 20 de diciembre de 2012

Malinterpretada, la Profecía Maya, aseveran especialistas


Malinterpretada, la Profecía Maya, aseveran especialistas

Marca sólo el inicio de un nuevo ciclo en el sistema de medición de los mayas: Sven Gronemeyer
ÉRICK ALBA
Imagen de las ruinas en Palenque, Chiapas
Lupa
Imagen de las ruinas en Palenque, Chiapas Foto: FOTO NOTIMEX
La aniquilación de la raza humana que ocurrirá exactamente dentro de un año a partir de mañana 21 de diciembre, según aseguran algunos interesados en la llamada Profecía Maya, no es otra cosa que la canalización del “desasosiego de la sociedad contemporánea como consecuencia de la inestabilidad político-económica o el cambio climático, generado por un avance industrial no planificado”, indicaron especialistas convocados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Investigadores que participaron en la séptima emisión de la Mesa Redonda de Palenque convocada por la dependencia federal, como Érik Velásquez, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, señalaron algunas de las falacias que rodean al mito de la mortandad masiva del próximo año.
Velásquez afirmó que la famosa profecía se trata en realidad de una deformación de significados, como la que hizo el escritor Frank Waters en los años 70 cuando publicó una novela en que mezcló conceptos de distintas culturas prehispánicas, como la supuesta traducción del Monumento 6 de Torutuguero, encontrado en el estado de Tabasco y esculpido en el siglo VII d.C. por la cultura maya y en el que supuestamente se anuncia el final de la era del Quinto Sol, a la que nosotros pertenecemos. Lo contradictorio del caso es que el Quinto Sol es un concepto mexica y no maya.
Por su parte, el epigrafista australiano Sven Gronemeyer aseveró que lo único que anunciaron los mayas para el 21 de diciembre de 2012 es el inicio de un nuevo ciclo en su sistema de medición del tiempo, pues terminará la etapa actual de 5 mil 125 años llamada 13 baktunes y regresará la deidadBolon Yokte’.
En su turno, la historiadora Laura Caso recordó que la cultura maya efectivamente dejó por escrito una profecía sobre el fin del mundo, pero lo hizo recién en el siglo XVIII, cuando las huestes españolas ya estaban en América e incluyeron la profecía en el conjunto de libros que marcan su propia historia, Chilam Balam, aunque la fecha fatídica era en 1887 y no ocurrió nada extraordinario ese año.
Luego, Érik Velásquez agregó otro dato que contradice la tesis apocalíptica que se le atribuye a los mayas: en la pared oeste del Templo de las Inscripciones, en Palenque, se encuentran jeroglíficos que aluden a la larga vida del rey Pakal II y en los que se asegura que el gobernante estará en funciones todavía en el próximo año 4000, por lo que “de ninguna manera pensaron que su tiempo se iba a terminar en 2012”.
A eso se sumó la aseveración del astrofísico al envicio de la UNAM, Jesús Galindo, cuando aseguró que a pesar del dominio que alcanzaron los mayas para predecir fenómenos estelares, ni su conocimiento ni el actual son suficientes para vaticinar con tanta exactitud la colisión entre un cometa y este planeta.
Si acaso, coincidieron los especialistas, la sociedad contemporánea encontró en el mito del próximo fin del mundo, ahora atribuido a los mayas antiguos, una vía de catarsis colectiva, pero que en realidad es sólo un error en la lectura sobre lo que ellos realmente escribieron.

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