Provocación y violencia en la toma de posesión de Enrique Peña Nieto
Por Enrique Pérez Quintana | Proyecto sin fin – Hace 18 horas
En
un contexto de provocación y violencia generada por grupos acreditados
como integrantes del movimiento estudiantil #Yo soy 132, que se
manifestaron con el rostro cubierto frente al Palacio Legislativo de San
Lázaro lanzando piedras y bombas molotov contra las fuerzas de
seguridad que resguardaban las instalaciones de la Cámara de Diputados y
respondieron a la agresión disparando gas lacrimógeno a los
manifestantes, se llevó a cabo la toma de posesión de Enrique Peña
Nieto. Los manifestantes habían dicho que sus expresiones de
inconformidad serían pacificas. No obstante lanzaron sus proyectiles con
lo que se inició un enfrentamiento con la policía federal.
En el salón de sesiones de la Cámara los legisladores fijaron su posición respecto al gobierno que terminó y el que inicia sus funciones. Cada fracción parlamentaria envió un orador que por diez minutos expresó su punto de vista, según el acuerdo para este evento. Algunas diputadas del PRI bloquearon el acceso a la tribuna para impedir que los legisladores de oposición la tomaran. Legisladores de la coalición de izquierda portaron pancartas con insultos para Felipe Calderón y para Enrique Peña Nieto.
Frente a la Secretaría de Gobernación integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), procedentes de Veracruz, Morelos e Hidalgo, instalaron un plantón indefinido sobre la avenida Bucareli para “dar la bienvenida” al nuevo secretario, Miguel Ángel Osorio Chong. Alrededor de dos mil inconformes marcharon en demanda de soluciones a problemas agrícolas y derribaron las vallas instaladas por elementos de la Policía Federal para resguardar las instalaciones de la dependencia.
Mediante un comunicado enviado a los medios de comunicación el Ejército Popular Magonista de Liberación Nacional (EPM-LN) hizo pública su existencia para expresar su rechazo al fraude electoral y a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. Señaló que tras años de clandestinidad los grupos que lo conforman determinaron informar al pueblo que no están solos y llaman a los obreros, campesinos, indígenas y a los estudiantes del movimiento #YoSoy132 a acompañarlos en la lucha para que en México cese la explotación, la impunidad y la ”dictadura policiaco-militar”.
Después de la toma de protesta de Peña Nieto ante el Congreso de la Unión, los manifestantes se trasladaron a la avenida Juárez donde volvieron a enfrentarse a los policías que mantenían cercada la zona, una vez más lanzaron piedras, bombas molotov y diversos objetos a los policías que respondieron a la agresión golpeando a algunos manifestantes y disparándoles gas lacrimógeno. Los manifestantes saquearon y destruyeron algunos establecimientos ubicados en esa avenida.
Las manifestaciones de algunos grupos en esta ocasión hicieron uso de la violencia por lo que queda la impresión de que quieren medir los alcances de la tolerancia del nuevo gobierno y con la estrategia de la provocación incitarlo a una respuesta violenta que los ubicaría en la escena política como víctimas del poder, que es el papel que más les permite acreditar en su discurso el rechazo total al orden social establecido. Estas son algunas de las acciones observadas el día en el que Enrique Peña Nieto asumió la Presidencia de la república, algunas se replicaron en diferentes ciudades del país.
Todo ello nos permite destacar una importante capacidad de concertación para movilizar a los jóvenes participantes en las manifestaciones, todos ellos decididos a enfrentarse físicamente a los policías, lo que implica su adoctrinamiento y una disciplina dispuesta a seguir la consigna de quien los organiza y convoca. Estamos frente a una provocación orquestada y planeada con detalle. No hay espontaneidad ni improvisación.
Existe un provocador profesional que se oculta a la vista de todos y manipula el modelo de provocación posiblemente para crear condiciones que favorezcan su negociación política para obtener beneficios acordes a sus propios y particulares intereses lo que pudiera ser juzgado como legítimo, pero no lo es si consideramos los medios utilizados para ello.
La práctica del modelo de provocación no está al margen de riesgos para quienes lo instrumentan. Estos son algunos:
1) Pérdida de control del modelo, aún después de que se haya negociado.
2) Pérdida de credibilidad en el movimiento por parte de la opinión pública.
3) Término de la tolerancia de la autoridad y tentación a la violencia.
4) Actividad política clandestina y sin control de los líderes manipuladores.
5) Evolución a formas violentas, lo que provoca la represión del Estado.
Frente a la provocación orquestada para rechazar y desconocer la presidencia de Enrique Peña Nieto la actitud recomendada es no caer en la provocación, lo que no significa que los terceros afectados no deban ser protegidos por el Estado en la defensa de sus derechos. De frente a la construcción de un país de leyes parece ineludible aplicar la ley para terminar con la impunidad, aunque la excusa para violar la ley sea de carácter político.
En el salón de sesiones de la Cámara los legisladores fijaron su posición respecto al gobierno que terminó y el que inicia sus funciones. Cada fracción parlamentaria envió un orador que por diez minutos expresó su punto de vista, según el acuerdo para este evento. Algunas diputadas del PRI bloquearon el acceso a la tribuna para impedir que los legisladores de oposición la tomaran. Legisladores de la coalición de izquierda portaron pancartas con insultos para Felipe Calderón y para Enrique Peña Nieto.
Frente a la Secretaría de Gobernación integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), procedentes de Veracruz, Morelos e Hidalgo, instalaron un plantón indefinido sobre la avenida Bucareli para “dar la bienvenida” al nuevo secretario, Miguel Ángel Osorio Chong. Alrededor de dos mil inconformes marcharon en demanda de soluciones a problemas agrícolas y derribaron las vallas instaladas por elementos de la Policía Federal para resguardar las instalaciones de la dependencia.
Mediante un comunicado enviado a los medios de comunicación el Ejército Popular Magonista de Liberación Nacional (EPM-LN) hizo pública su existencia para expresar su rechazo al fraude electoral y a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. Señaló que tras años de clandestinidad los grupos que lo conforman determinaron informar al pueblo que no están solos y llaman a los obreros, campesinos, indígenas y a los estudiantes del movimiento #YoSoy132 a acompañarlos en la lucha para que en México cese la explotación, la impunidad y la ”dictadura policiaco-militar”.
Después de la toma de protesta de Peña Nieto ante el Congreso de la Unión, los manifestantes se trasladaron a la avenida Juárez donde volvieron a enfrentarse a los policías que mantenían cercada la zona, una vez más lanzaron piedras, bombas molotov y diversos objetos a los policías que respondieron a la agresión golpeando a algunos manifestantes y disparándoles gas lacrimógeno. Los manifestantes saquearon y destruyeron algunos establecimientos ubicados en esa avenida.
Las manifestaciones de algunos grupos en esta ocasión hicieron uso de la violencia por lo que queda la impresión de que quieren medir los alcances de la tolerancia del nuevo gobierno y con la estrategia de la provocación incitarlo a una respuesta violenta que los ubicaría en la escena política como víctimas del poder, que es el papel que más les permite acreditar en su discurso el rechazo total al orden social establecido. Estas son algunas de las acciones observadas el día en el que Enrique Peña Nieto asumió la Presidencia de la república, algunas se replicaron en diferentes ciudades del país.
Todo ello nos permite destacar una importante capacidad de concertación para movilizar a los jóvenes participantes en las manifestaciones, todos ellos decididos a enfrentarse físicamente a los policías, lo que implica su adoctrinamiento y una disciplina dispuesta a seguir la consigna de quien los organiza y convoca. Estamos frente a una provocación orquestada y planeada con detalle. No hay espontaneidad ni improvisación.
Existe un provocador profesional que se oculta a la vista de todos y manipula el modelo de provocación posiblemente para crear condiciones que favorezcan su negociación política para obtener beneficios acordes a sus propios y particulares intereses lo que pudiera ser juzgado como legítimo, pero no lo es si consideramos los medios utilizados para ello.
La práctica del modelo de provocación no está al margen de riesgos para quienes lo instrumentan. Estos son algunos:
1) Pérdida de control del modelo, aún después de que se haya negociado.
2) Pérdida de credibilidad en el movimiento por parte de la opinión pública.
3) Término de la tolerancia de la autoridad y tentación a la violencia.
4) Actividad política clandestina y sin control de los líderes manipuladores.
5) Evolución a formas violentas, lo que provoca la represión del Estado.
Frente a la provocación orquestada para rechazar y desconocer la presidencia de Enrique Peña Nieto la actitud recomendada es no caer en la provocación, lo que no significa que los terceros afectados no deban ser protegidos por el Estado en la defensa de sus derechos. De frente a la construcción de un país de leyes parece ineludible aplicar la ley para terminar con la impunidad, aunque la excusa para violar la ley sea de carácter político.
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