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La condición trágica del estudioso

Entre el conocimiento y la vana erudición

24/01/2013 - Autor: Yahia Said Al Andalusi - Fuente: webislam

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Si nuestros sentidos proveen una información altamente dudosa, nuestra limitada razón hace del conocimiento lógico-matemático algo limitado a cuestiones puntuales, y sin embargo es el conocimiento lógico matemático, si se adquiere la consideración de los límites y la forma, lo que puede conducir al conocimiento profundo de la revelación.
No resulta extraño que sea imposible articular palabra alguna sobre el conocimiento de lo absoluto, ya que resulta imposible formar una idea persistente de ello, solo mediante la intuición racional, el ser humano puede, justamente intuir el absoluto, en el grado en que le sea posible según su estado.
Los límites
Siendo nuestra razón limitada, evidentemente no puede acceder al conocimiento de lo absoluto, es lógico entonces circunscribir la razón a lo que puede ser comprendido por similitudes, es decir a las cosas creadas.
Ahora bien, cada cosa creada forma parte de un todo, de una unidad, que es en sí señal de lo absoluto.
Ya la solo afirmación de la unidad de lo creado, ha creado a lo largo de la historia del Islam, enormes controversias. La afirmación de que todo es señal que apunta a Allah swt, como creador único y rector único del universo ha sido no solo objeto de controversias sino incluso de acusaciones de herejía; y no por ello deja de responder incontestablemente a la lógica más rigurosa.
Sin embargo, desde la más estricta ortodoxia, dijo ibn Abu Zaid “Los que razonan lo hacen sobre Sus señales, ya que Su esencia es inabarcable para la razón”, esta frase basta para exponer los lógicos límites de la razón y la lógica.
Las formas
Evidentemente, todo asunto teológico o filosófico y ambas ciencias no deberían ser confundidas ni mezcladas por más que sean complementarias e imprescindibles para alcanzar una genuina sabiduría, todo asunto teológico o filosófico del Islam, decíamos, genera controversia, la enorme difusión de información y el aumento de la escolarización en el último siglo, ambas cuestiones evidentemente positivas, han creado ejércitos de “discutidores” más que de sabios, a que la formación y la información suele ser fragmentaria y tendenciosa, aún en los ámbientes académicos. La forma que debería de prevalecer en toda discusión es la de preservación del adab
La condición humana ante lo absoluto
Si la revelación es la forma de acceso directo al conocimiento de lo absoluto, igualmente este conocimiento se restringe a representaciones limitadas o el ser humano mutaría en ángel.
La condición humana es trágica, ya que es la deun ser limitado que aspira a un saber absoluto.
Cuanto más limitada es la lógica de una persona, tanto más limitada es su capacidad de percepción de lo absoluto mediante la comprensión de las señales de Allah.
Averroes, dotado de una mente privilegiada, afirmaba que aún sin revelación los pensadores hubiesen llegado a la conclusión de que solo existe Un Dios, evidentemente no se equivocaba, el presocrático Parménides, ya lo había enunciado, agregando que Dios Uno gobierna el mundo sin fatigarse y en nada se asemeja a nada creado.
Solo este punto alcanza para un desarrollo de muchos volúmenes.