La Cumbre de Davos y el futuro de la economía mundial
La crisis de deuda en la eurozona y ciertos indicadores macroeconómicos recientes han alertado del riesgo de que el escenario recesivo regrese a la economía mundial en 2013
28/01/2013 - Autor: Germán Gorraiz López - Fuente: Webislam
davos economia pobreza recesion
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Grupos antiglobalizaciónLa crisis de deuda en la eurozona y ciertos indicadores macroeconómicos recientes de países como Alemania, China o EEUU han alertado del riesgo de que el escenario recesivo regrese a la economía mundial en 2013, tal como ha advertido el FMI. Además, los expertos del FMI estimaron que una consolidación fiscal en EEUU de alrededor del 4% del PIB en 2013 "podría reducir el crecimiento anual muy por debajo del 1%, algo que resultaría en una contracción de la mayor economía del mundo el próximo año”, lo que aunado con la inevitable depreciación del euro frente al dólar debido a los problemas de Deuda soberana en la Eurozona y un posible repunte del precio del crudo debido a factores geopolíticos desestabilizantes, podría dar lugar a episodios de estanflación en EEUU y la Eurozona para el 2013 y producir un nuevo crack bursátil.
Riesgo de crack bursátil
La euforia de Wall Street en el 2011 (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras los resultados de los llamados "test de estrés" de las entidades financieras llevadas a cabo por la Administración USA y el goteo de datos económicos superiores a previsiones artificialmente rebajadas por las agencias de calificación habrían ayudado a la sobreponderación de los brotes verdes de la economía (aumento del 3% del PIB en el 2011 y notable mejora de resultados de la Banca y Wall Street).
Sin embargo, la incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles estaría haciendo mella entre los inversores, pues un inversor está dispuesto a pagar un precio por una acción si le reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de dicha acción es el total de flujos esperados. Así, el nivel suelo (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se situaría a fecha de hoy en la horquilla de los 8000 y 9000 puntos en el Dow Jones, debido a la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y muy lejos de los estratosféricos techos actuales (rondando los 13.000 puntos y rememorando valores de octubre del 2008).
Sin embargo, el proceso especulativo impulsa a comprar con la esperanza de sustanciosas ganancias en el futuro, lo que provoca una espiral alcista alejada de toda base factual, con lo que el precio del activo llega así a alcanzar niveles estratosféricos hasta que la burbuja acaba estallando (crash) debido a la venta masiva de activos y la ausencia de compradores, lo que provoca una caída repentina y brusca de los precios, (hasta límites inferiores a su nivel natural) dejando tras de sí un reguero de deudas (crack bursátil).
Dicho estallido tendría como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002) y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras, frecuentes estallidos de conflictividad laboral e incrementos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la época de la II Guerra mundial, aunado con incrementos espectaculares del déficit Público y de la Deuda Externa y la Continuación de la Crisis económica hasta el 2015.
¿Libre fluctuación de las divisas?
Según un análisis publicado por The Wall Street Journal, "muchos países están buscando devaluar sus monedas para incrementar sus exportaciones y salir así de la crisis actual, ante la ineficacia demostrada por medidas como el quantitative easing, utilizado por EEUU y el Reino Unido para debilitar sus monedas", pero que no han impedido que China siga con su anclaje con el dólar que le permite ir de la mano de la moneda estadounidense.
Los economistas abogan por una devaluación coordinada y esperan que esta guerra de las divisas consiga frenar el proceso deflacionista en el que se encuentra sumergido buena parte del mundo (especialmente en Occidente), pues una inflación ordenada sería la tabla de salvación de las economías empantanadas en la deflación (al producirse una enorme transferencia de riqueza de los ahorradores a los prestatarios) y por la subida de tipos de interés por parte de la FED en el 2013, motivada por el hecho de que los diferenciales de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre los diversos países del primer mundo han aumentado en los últimos meses (lo que conlleva un encarecimiento y mayores dificultades para obtener financiación exterior) y para evitar el riesgo de un posible escenario de inflación desordenada que, aunada con el repunte de los precios del crudo, podría dar lugar a episodios de estanflación en las economías occidentales, mientras China sufriría una subida del IPC cercana al 5%.
EEUU lleva muchos años presionando a China para que deje flotar su moneda (yuan o renminbi), ya que consideran que la mantienen artificialmente depreciada, a pesar de que el yuan se apreció un 21% en los tres años que transcurrieron desde que en 2005 Pekín puso fin a la dependencia única del yuan con el dólar y pasó a ligarlo a una cesta de divisas, que incluye el euro, y en 2008 impuso el anclaje con el billete verde para hacer frente a la crisis económica mundial (6,8 unidades). Así, China sería propietaria de 585.000 millones de dólares en bonos del Tesoro Público de EE.UU, e invierte en dólares para limitar la subida de su propia moneda (pues un incremento acelerado de la misma haría a la industria china menos competitiva), lo que le convierte en el mayor acreedor de EE.UU. y le hace totalmente dolardependiente, por lo que ambas economías se retroalimentan al conjugar la exuberante liquidez china (las reservas de divisas de China alcanzaron los 2,4 billones de dólares a fines de 2009, representando más del 30 por ciento de la totalidad del mundo) con la desorbitante Deuda Externa de EEUU (rozando los 16 Billones de dólares).
A pesar de las múltiples presiones, las autoridades bancarias chinas han dejado bien claro que seguirán manteniendo un control estricto sobre la evolución de su moneda, pues si la divisa china se fortalece en exceso asistiríamos a una severa constricción de sus exportaciones y al consiguiente descenso de su superávit, agravado por el aumento de los costes laborales y el previsible riesgo de deslocalización hacia India o Vietnam, cuyos salarios mensuales rondan los 60 euros, pero en el supuesto de que China consiga mantener su anclaje al dólar (lo que permitiría seguir engrasando su máquina exportadora y que sus reservas mantengan su valor), la respuesta inevitable por parte de EE.UU. sería desencadenar una guerra comercial.
Asi, la implementación por EE.UU. y la UE de medidas proteccionistas (Fomento del Consumo de Productos nacionales), en forma de ayudas para evitar la deslocalización de empresas, subvenciones a la industria agroalimentaria para la Instauración de la etiqueta BIO a todos sus productos manufacturados, la elevación de los Parámetros de calidad exigidos a los productos manufacturados del exterior y la imposición de medidas fitosanitarias adicionales a los productos de países emergentes obligará a China e India a costosísimas inversiones para reducir sus niveles de contaminación y mejorar los parámetros de calidad, dibujándose un escenario a cinco años en el que se pasaría de las guerras comerciales al proteccionismo económico, con la subsiguiente contracción del comercio mundial, posterior finiquito a la globalización económica y ulterior regreso a los compartimentos estancos en la economía mundial.
Radiografía de la economía mundial en el 2013
Economías del Primer Mundo: riesgo de Double Dip, subida de tipos de la Fed y del BCE y posible hundimiento bursátil para el 2013, lo que provocará la inanición financiera de las empresas y una brutal contracción del consumo interno que tendrá su consiguiente efecto dominó en la cascada de cierres empresariales y en el aumento de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la II Guerra Mundial (con estimaciones de tasas de paro del 8,5 % para EE.UU. y del 11,5 % en la Eurozona para finales del 2012).
Finiquito del consumismo compulsivo imperante en la pasada década, provocado por las tasas de paro galopantes y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores debido a los exiguos incrementos salariales, congelación o dramática reducción de los mismos y generalización de la precariedad laboral con salarios mínimos e interinidad vitalicia; implantación de la jornada laboral mínima de 45 horas semanales y retraso de la jubilación a los 67 años, unido al deterioro progresivo de las condiciones laborales lo que provocará frecuentes estallidos de conflictividad laboral y agudización de la fractura social, quedando diluidos los efectos benéficos de las anunciadas medidas sociales por la cruda realidad de la severa crisis económica y obligando a amplias capas de la población a depender de los subsidios sociales.
Países emergentes (BRIC), México y Corea del Sur: estancamiento de sus economías con crecimientos anuales del PIB cercanos al 5 % después de un decenio espectacular con tasas de crecimiento de dos dígitos. Según EFE, El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó las previsiones de crecimiento de la economía de Brasil para 2012 de 3% a 2,5 % (lastrado por su baja productividad y una inflación galopante que rozaría ya el 5%) y advirtió sobre el auge de crédito y las altas tasas de interés que pueden frenar el crecimiento a largo plazo.
Por otra parte, según un sondeo difundido por la agencia Reuters la economía china se expandió un 7,9% en el tercer trimestre del 2012 (tasa de crecimiento más raquítica desde la crisis financiera de 2008-2009), por lo que el Banco Central de China recortó las tasas de interés por segunda vez consecutiva en un claro intento de desapalancar una economía que ha registrado su sexta bajada consecutiva en la tasa de crecimiento.
Brutal constricción de las exportaciones y reducción espectacular de su superávit debido a la contracción del consumo mundial y al establecimiento por las principales economías mundiales de sistemas económicos proteccionistas (elevación de los parámetros de calidad exigidos), lo que obligará a países como China e India a la implantación de leyes laborales y medioambientales más estrictas. Por otra parte, China sería propietaria de 1,2 billones dedólares en bonos del Tesoro Público de EEU e invierte en dólares para limitar la subida de su propia moneda, pues un incremento acelerado de la misma haría a la industria china menos competitiva, lo que le convierte en el mayor acreedor de EE.UU. y le hace totalmente dólardependiente.
Desertización de amplias zonas industriales, lo que originará éxodos masivos de población urbana a las zonas rurales, obligando a vivir una gran parte de su población por debajo del umbral de la pobreza, siendo previsibles epidemias y episodios de hambruna, un notable incremento de la inestabilidad social y un severo retroceso de las incipientes libertades democráticas.
Países periféricos y emergentes de Europa: sustitución de la actual Unión Europea por una constelación de países satélites dentro de la órbita de la alianza franco-germana, viéndose obligados el resto de países no integrados en dicha órbita a devaluar sus monedas y retornar a economías autárquicas tras sufrir masivas migraciones interiores. Asisimismo, deberán proceder a la reapertura de abandonadas minas de carbón y obsoletas centrales nucleares para evitar depender energéticamente de una Rusia que, conjugando hábilmente el chantaje energético, la amenaza nuclear disuasoria, la intervención militar quirúrgica y la desestabilización de gobiernos vecinos “non gratos”. irá situando bajo su órbita a la mayoría de los países desgajados de la extinta URSS.
Países del Tercer Mundo: inflación desbocada e incremento espectacular de la Deuda Exterior, debido a la necesidad imperiosa de importar cantidades ingentes de alimentos para abastecer a sus habitantes ante la alarmante carestía de productos agrícolas básicos para su alimentación (trigo, maíz, mijo, sorgo y arroz), aunado con el estrangulamiento de sus exportaciones, lo que obligará a una gran parte de su población a vivir por debajo del umbral de la pobreza.
Por otra parte, el estancamiento del precio del crudo en el Bieno 2008-2010 (a pesar de los sucesivos recortes de producción por parte de la OPEP) debido a la severa contracción de la demanda mundial y a la huida de los brokers especulativos, imposibilitó a los países productores conseguir precios competitivos (rondando los 90 dólares) que habrían permitido la necesaria inversión en infraestructuras energéticas y búsqueda de nuevas explotaciones, así como dibujar un escenario de estrangulamiento de la producción mundial del crudo una vez superada la actual crisis económica global en el horizonte del 2015.
Ello originará presumiblemente una psicosis de desabastecimiento y el incremento espectacular del precio del crudo (rozando los 150 dólares) que tendrá su reflejo en un salvaje encarecimiento de los fletes de transporte y de los fertilizantes agrícolas, lo que aunado con la aplicación de restricciones a la exportación de los principales productores mundiales para asegurar su autoabastecimiento, terminará por producir el desabastecimiento de los mercados mundiales, el incremento de los precios hasta niveles estratosféricos y la consecuente crisis alimentaria mundial.
Así, según prensa.com, la amenaza de daños a las cosechas en amplias regiones de Estados Unidos por la ola de calor y la persistente sequía está teniendo un efecto inmediato en el alza del precio de los cereales, y la soja alcanzó en la Bolsa de Futuros de Chicago (CBOT) un nuevo récord y el maíz se situó en el precio más alto en cuatro años (subidas rozando el 30%), todo lo cual derivará en el horizonte del 2016 en una hambruna desconocida que afectará sobre todo a las Antillas, México, América Central, Colombia, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Egipto, India, China, Bangladesh, Corea del Norte, Mongolia y Sudeste Asiático, ensañándose con especial virulencia con el África Subsahariana y pudiendo pasar la población atrapada en la inanición de los 1.000 millones actuales a los 2.000 millones previstos por los analistas.
Germán Gorraiz López
La crisis de deuda en la eurozona y ciertos indicadores macroeconómicos recientes han alertado del riesgo de que el escenario recesivo regrese a la economía mundial en 2013
28/01/2013 - Autor: Germán Gorraiz López - Fuente: Webislam
davos economia pobreza recesion
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Grupos antiglobalizaciónLa crisis de deuda en la eurozona y ciertos indicadores macroeconómicos recientes de países como Alemania, China o EEUU han alertado del riesgo de que el escenario recesivo regrese a la economía mundial en 2013, tal como ha advertido el FMI. Además, los expertos del FMI estimaron que una consolidación fiscal en EEUU de alrededor del 4% del PIB en 2013 "podría reducir el crecimiento anual muy por debajo del 1%, algo que resultaría en una contracción de la mayor economía del mundo el próximo año”, lo que aunado con la inevitable depreciación del euro frente al dólar debido a los problemas de Deuda soberana en la Eurozona y un posible repunte del precio del crudo debido a factores geopolíticos desestabilizantes, podría dar lugar a episodios de estanflación en EEUU y la Eurozona para el 2013 y producir un nuevo crack bursátil.
Riesgo de crack bursátil
La euforia de Wall Street en el 2011 (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras los resultados de los llamados "test de estrés" de las entidades financieras llevadas a cabo por la Administración USA y el goteo de datos económicos superiores a previsiones artificialmente rebajadas por las agencias de calificación habrían ayudado a la sobreponderación de los brotes verdes de la economía (aumento del 3% del PIB en el 2011 y notable mejora de resultados de la Banca y Wall Street).
Sin embargo, la incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles estaría haciendo mella entre los inversores, pues un inversor está dispuesto a pagar un precio por una acción si le reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de dicha acción es el total de flujos esperados. Así, el nivel suelo (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se situaría a fecha de hoy en la horquilla de los 8000 y 9000 puntos en el Dow Jones, debido a la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y muy lejos de los estratosféricos techos actuales (rondando los 13.000 puntos y rememorando valores de octubre del 2008).
Sin embargo, el proceso especulativo impulsa a comprar con la esperanza de sustanciosas ganancias en el futuro, lo que provoca una espiral alcista alejada de toda base factual, con lo que el precio del activo llega así a alcanzar niveles estratosféricos hasta que la burbuja acaba estallando (crash) debido a la venta masiva de activos y la ausencia de compradores, lo que provoca una caída repentina y brusca de los precios, (hasta límites inferiores a su nivel natural) dejando tras de sí un reguero de deudas (crack bursátil).
Dicho estallido tendría como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002) y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras, frecuentes estallidos de conflictividad laboral e incrementos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la época de la II Guerra mundial, aunado con incrementos espectaculares del déficit Público y de la Deuda Externa y la Continuación de la Crisis económica hasta el 2015.
¿Libre fluctuación de las divisas?
Según un análisis publicado por The Wall Street Journal, "muchos países están buscando devaluar sus monedas para incrementar sus exportaciones y salir así de la crisis actual, ante la ineficacia demostrada por medidas como el quantitative easing, utilizado por EEUU y el Reino Unido para debilitar sus monedas", pero que no han impedido que China siga con su anclaje con el dólar que le permite ir de la mano de la moneda estadounidense.
Los economistas abogan por una devaluación coordinada y esperan que esta guerra de las divisas consiga frenar el proceso deflacionista en el que se encuentra sumergido buena parte del mundo (especialmente en Occidente), pues una inflación ordenada sería la tabla de salvación de las economías empantanadas en la deflación (al producirse una enorme transferencia de riqueza de los ahorradores a los prestatarios) y por la subida de tipos de interés por parte de la FED en el 2013, motivada por el hecho de que los diferenciales de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre los diversos países del primer mundo han aumentado en los últimos meses (lo que conlleva un encarecimiento y mayores dificultades para obtener financiación exterior) y para evitar el riesgo de un posible escenario de inflación desordenada que, aunada con el repunte de los precios del crudo, podría dar lugar a episodios de estanflación en las economías occidentales, mientras China sufriría una subida del IPC cercana al 5%.
EEUU lleva muchos años presionando a China para que deje flotar su moneda (yuan o renminbi), ya que consideran que la mantienen artificialmente depreciada, a pesar de que el yuan se apreció un 21% en los tres años que transcurrieron desde que en 2005 Pekín puso fin a la dependencia única del yuan con el dólar y pasó a ligarlo a una cesta de divisas, que incluye el euro, y en 2008 impuso el anclaje con el billete verde para hacer frente a la crisis económica mundial (6,8 unidades). Así, China sería propietaria de 585.000 millones de dólares en bonos del Tesoro Público de EE.UU, e invierte en dólares para limitar la subida de su propia moneda (pues un incremento acelerado de la misma haría a la industria china menos competitiva), lo que le convierte en el mayor acreedor de EE.UU. y le hace totalmente dolardependiente, por lo que ambas economías se retroalimentan al conjugar la exuberante liquidez china (las reservas de divisas de China alcanzaron los 2,4 billones de dólares a fines de 2009, representando más del 30 por ciento de la totalidad del mundo) con la desorbitante Deuda Externa de EEUU (rozando los 16 Billones de dólares).
A pesar de las múltiples presiones, las autoridades bancarias chinas han dejado bien claro que seguirán manteniendo un control estricto sobre la evolución de su moneda, pues si la divisa china se fortalece en exceso asistiríamos a una severa constricción de sus exportaciones y al consiguiente descenso de su superávit, agravado por el aumento de los costes laborales y el previsible riesgo de deslocalización hacia India o Vietnam, cuyos salarios mensuales rondan los 60 euros, pero en el supuesto de que China consiga mantener su anclaje al dólar (lo que permitiría seguir engrasando su máquina exportadora y que sus reservas mantengan su valor), la respuesta inevitable por parte de EE.UU. sería desencadenar una guerra comercial.
Asi, la implementación por EE.UU. y la UE de medidas proteccionistas (Fomento del Consumo de Productos nacionales), en forma de ayudas para evitar la deslocalización de empresas, subvenciones a la industria agroalimentaria para la Instauración de la etiqueta BIO a todos sus productos manufacturados, la elevación de los Parámetros de calidad exigidos a los productos manufacturados del exterior y la imposición de medidas fitosanitarias adicionales a los productos de países emergentes obligará a China e India a costosísimas inversiones para reducir sus niveles de contaminación y mejorar los parámetros de calidad, dibujándose un escenario a cinco años en el que se pasaría de las guerras comerciales al proteccionismo económico, con la subsiguiente contracción del comercio mundial, posterior finiquito a la globalización económica y ulterior regreso a los compartimentos estancos en la economía mundial.
Radiografía de la economía mundial en el 2013
Economías del Primer Mundo: riesgo de Double Dip, subida de tipos de la Fed y del BCE y posible hundimiento bursátil para el 2013, lo que provocará la inanición financiera de las empresas y una brutal contracción del consumo interno que tendrá su consiguiente efecto dominó en la cascada de cierres empresariales y en el aumento de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la II Guerra Mundial (con estimaciones de tasas de paro del 8,5 % para EE.UU. y del 11,5 % en la Eurozona para finales del 2012).
Finiquito del consumismo compulsivo imperante en la pasada década, provocado por las tasas de paro galopantes y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores debido a los exiguos incrementos salariales, congelación o dramática reducción de los mismos y generalización de la precariedad laboral con salarios mínimos e interinidad vitalicia; implantación de la jornada laboral mínima de 45 horas semanales y retraso de la jubilación a los 67 años, unido al deterioro progresivo de las condiciones laborales lo que provocará frecuentes estallidos de conflictividad laboral y agudización de la fractura social, quedando diluidos los efectos benéficos de las anunciadas medidas sociales por la cruda realidad de la severa crisis económica y obligando a amplias capas de la población a depender de los subsidios sociales.
Países emergentes (BRIC), México y Corea del Sur: estancamiento de sus economías con crecimientos anuales del PIB cercanos al 5 % después de un decenio espectacular con tasas de crecimiento de dos dígitos. Según EFE, El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó las previsiones de crecimiento de la economía de Brasil para 2012 de 3% a 2,5 % (lastrado por su baja productividad y una inflación galopante que rozaría ya el 5%) y advirtió sobre el auge de crédito y las altas tasas de interés que pueden frenar el crecimiento a largo plazo.
Por otra parte, según un sondeo difundido por la agencia Reuters la economía china se expandió un 7,9% en el tercer trimestre del 2012 (tasa de crecimiento más raquítica desde la crisis financiera de 2008-2009), por lo que el Banco Central de China recortó las tasas de interés por segunda vez consecutiva en un claro intento de desapalancar una economía que ha registrado su sexta bajada consecutiva en la tasa de crecimiento.
Brutal constricción de las exportaciones y reducción espectacular de su superávit debido a la contracción del consumo mundial y al establecimiento por las principales economías mundiales de sistemas económicos proteccionistas (elevación de los parámetros de calidad exigidos), lo que obligará a países como China e India a la implantación de leyes laborales y medioambientales más estrictas. Por otra parte, China sería propietaria de 1,2 billones dedólares en bonos del Tesoro Público de EEU e invierte en dólares para limitar la subida de su propia moneda, pues un incremento acelerado de la misma haría a la industria china menos competitiva, lo que le convierte en el mayor acreedor de EE.UU. y le hace totalmente dólardependiente.
Desertización de amplias zonas industriales, lo que originará éxodos masivos de población urbana a las zonas rurales, obligando a vivir una gran parte de su población por debajo del umbral de la pobreza, siendo previsibles epidemias y episodios de hambruna, un notable incremento de la inestabilidad social y un severo retroceso de las incipientes libertades democráticas.
Países periféricos y emergentes de Europa: sustitución de la actual Unión Europea por una constelación de países satélites dentro de la órbita de la alianza franco-germana, viéndose obligados el resto de países no integrados en dicha órbita a devaluar sus monedas y retornar a economías autárquicas tras sufrir masivas migraciones interiores. Asisimismo, deberán proceder a la reapertura de abandonadas minas de carbón y obsoletas centrales nucleares para evitar depender energéticamente de una Rusia que, conjugando hábilmente el chantaje energético, la amenaza nuclear disuasoria, la intervención militar quirúrgica y la desestabilización de gobiernos vecinos “non gratos”. irá situando bajo su órbita a la mayoría de los países desgajados de la extinta URSS.
Países del Tercer Mundo: inflación desbocada e incremento espectacular de la Deuda Exterior, debido a la necesidad imperiosa de importar cantidades ingentes de alimentos para abastecer a sus habitantes ante la alarmante carestía de productos agrícolas básicos para su alimentación (trigo, maíz, mijo, sorgo y arroz), aunado con el estrangulamiento de sus exportaciones, lo que obligará a una gran parte de su población a vivir por debajo del umbral de la pobreza.
Por otra parte, el estancamiento del precio del crudo en el Bieno 2008-2010 (a pesar de los sucesivos recortes de producción por parte de la OPEP) debido a la severa contracción de la demanda mundial y a la huida de los brokers especulativos, imposibilitó a los países productores conseguir precios competitivos (rondando los 90 dólares) que habrían permitido la necesaria inversión en infraestructuras energéticas y búsqueda de nuevas explotaciones, así como dibujar un escenario de estrangulamiento de la producción mundial del crudo una vez superada la actual crisis económica global en el horizonte del 2015.
Ello originará presumiblemente una psicosis de desabastecimiento y el incremento espectacular del precio del crudo (rozando los 150 dólares) que tendrá su reflejo en un salvaje encarecimiento de los fletes de transporte y de los fertilizantes agrícolas, lo que aunado con la aplicación de restricciones a la exportación de los principales productores mundiales para asegurar su autoabastecimiento, terminará por producir el desabastecimiento de los mercados mundiales, el incremento de los precios hasta niveles estratosféricos y la consecuente crisis alimentaria mundial.
Así, según prensa.com, la amenaza de daños a las cosechas en amplias regiones de Estados Unidos por la ola de calor y la persistente sequía está teniendo un efecto inmediato en el alza del precio de los cereales, y la soja alcanzó en la Bolsa de Futuros de Chicago (CBOT) un nuevo récord y el maíz se situó en el precio más alto en cuatro años (subidas rozando el 30%), todo lo cual derivará en el horizonte del 2016 en una hambruna desconocida que afectará sobre todo a las Antillas, México, América Central, Colombia, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Egipto, India, China, Bangladesh, Corea del Norte, Mongolia y Sudeste Asiático, ensañándose con especial virulencia con el África Subsahariana y pudiendo pasar la población atrapada en la inanición de los 1.000 millones actuales a los 2.000 millones previstos por los analistas.
Germán Gorraiz López
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