Con Siria
Un silencio inadmisible
18/04/2013 - Autor: Cristina Ruiz Cortina Sierra - Fuente: Webislam
autodeterminacion al-assad cristina ruiz cortina derechos humanos emancipacion izquierda europea siria
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niña siria refugiada después de la nevadaViento Sur publica esta semana un manifiesto de apoyo a la Revolución Siria. Lo firman personas, tan creíbles y alejadas de cualquier implicación o complicidad con el imperialismo mundial como Tariq Ali, Ilan Pappe, Rashid Khalidi, Santiago Alba Rico, Ann Ferguson o Norman Finkelstein. Espero que este manifiesto sirva para aclarar a la izquierda recalcitrante y perdida de este país que los enemigos de nuestros enemigos no tienen por qué ser amigos, sobre todo si su trayectoria es un cúmulo de atrocidades y sus manos están manchadas de sangre. La revolución de Siria, que nació con los niños de Deraa y que continuó con las demandas de jóvenes, campesinos, trabajadores que se levantaban por un país más justo, al igual que los pueblos de Bahrain, Egipto, Túnez, Yemen, etc., tiene tanta razón de ser como cualquiera otra de las citadas.
Desde el inicio he mantenido que los sirios, como el resto de los pueblos del mundo, tienen derecho a la emancipación, a la libertad y a la justicia. Tienen derecho a tener garantías legales en todos los ámbitos de sus vidas y a deshacerse del tirano y de toda la corrupción que le rodea.
Pienso, además, que, por una cuestión de coherencia personal y política, no podemos defender a unos pueblos y olvidar a otros y que los que así lo hacen tienen serios problemas de credibilidad. No hay una sangre que valga más o menos dependiendo del país en el que se nace. La sangre que fluye porque grita libertad es de un valor inconmensurable para todas las personas que luchamos por un mundo más justo.
Hoy, cuando leo el manifiesto de Viento Sur y leo las firmas de las personas que lo apoyan, he sentido que, dos años después, no estoy sola y mis convicciones se ven reconocidas en él. Les doy las gracias a los promotores, porque, a veces, es grande la soledad de quienes mantenemos que hay líneas rojas que no se pueden saltar, sea quien sea el que las salte y que los derechos personales, políticos y colectivos son universales e intransferibles para todas las personas del mundo. No importa si el dictador sea amigo o enemigo de tu enemigo.
Importa la ética, importa el sufrimiento de los pueblos, importa que los niños tengan derecho a crecer en paz y las personas a tener una vida digna. Y eso no era así en Siria de los Al-Assad, ¿o es que no nos acordamos de la matanza de Hama que, lejos de intentar ocultarla fue utilizada por el régimen como una advertencia de que no sería admitida ningún tipo de disidencia en el país?. Sin embargo, me duele el silencio al que me he visto abocada ante el “escrache” al que fui sometida por parte de la izquierda bienpensante de esta ciudad. ¡Cómo lamento no haber seguido clamando por esta injusticia y haber mantenido, sin embargo, un silencio inducido, entre otras cosas, por el hartazgo y el cansancio a las “luchas tribales” de la izquierda de este país!.
Sean los intereses que sean los que promueven ahora las guerras entre uno u otro bando, hay un pueblo que clama por la libertad y que sufre la miseria, los bombardeos o el exilio dentro de un desamparo internacional tan grande, que ni siquiera cuenta con la izquierda incondicional de las causas justas del mundo. Yo me avergüenzo de mi silencio. Pero otros se tendrán que avergonzar por su incapacidad para comprender el mundo, uno, solo uno, y los pueblos, que son muchos pero cada uno de ellos los mismos derechos inalienables que los demás. Entre ellos, el conseguir que la solidaridad esté con ellos cuando de la libertad y de la justicia se trata.
Del Imperio ya sabemos dónde va y qué es lo que quiere. Pero ¿Y nosotros?
http://cristinarcs.wordpress.com/2013/04/15/con-el-pueblo-sirio/
http://www.vientosur.info/spip.php?article7864
Un silencio inadmisible
18/04/2013 - Autor: Cristina Ruiz Cortina Sierra - Fuente: Webislam
autodeterminacion al-assad cristina ruiz cortina derechos humanos emancipacion izquierda europea siria
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niña siria refugiada después de la nevadaViento Sur publica esta semana un manifiesto de apoyo a la Revolución Siria. Lo firman personas, tan creíbles y alejadas de cualquier implicación o complicidad con el imperialismo mundial como Tariq Ali, Ilan Pappe, Rashid Khalidi, Santiago Alba Rico, Ann Ferguson o Norman Finkelstein. Espero que este manifiesto sirva para aclarar a la izquierda recalcitrante y perdida de este país que los enemigos de nuestros enemigos no tienen por qué ser amigos, sobre todo si su trayectoria es un cúmulo de atrocidades y sus manos están manchadas de sangre. La revolución de Siria, que nació con los niños de Deraa y que continuó con las demandas de jóvenes, campesinos, trabajadores que se levantaban por un país más justo, al igual que los pueblos de Bahrain, Egipto, Túnez, Yemen, etc., tiene tanta razón de ser como cualquiera otra de las citadas.
Desde el inicio he mantenido que los sirios, como el resto de los pueblos del mundo, tienen derecho a la emancipación, a la libertad y a la justicia. Tienen derecho a tener garantías legales en todos los ámbitos de sus vidas y a deshacerse del tirano y de toda la corrupción que le rodea.
Pienso, además, que, por una cuestión de coherencia personal y política, no podemos defender a unos pueblos y olvidar a otros y que los que así lo hacen tienen serios problemas de credibilidad. No hay una sangre que valga más o menos dependiendo del país en el que se nace. La sangre que fluye porque grita libertad es de un valor inconmensurable para todas las personas que luchamos por un mundo más justo.
Hoy, cuando leo el manifiesto de Viento Sur y leo las firmas de las personas que lo apoyan, he sentido que, dos años después, no estoy sola y mis convicciones se ven reconocidas en él. Les doy las gracias a los promotores, porque, a veces, es grande la soledad de quienes mantenemos que hay líneas rojas que no se pueden saltar, sea quien sea el que las salte y que los derechos personales, políticos y colectivos son universales e intransferibles para todas las personas del mundo. No importa si el dictador sea amigo o enemigo de tu enemigo.
Importa la ética, importa el sufrimiento de los pueblos, importa que los niños tengan derecho a crecer en paz y las personas a tener una vida digna. Y eso no era así en Siria de los Al-Assad, ¿o es que no nos acordamos de la matanza de Hama que, lejos de intentar ocultarla fue utilizada por el régimen como una advertencia de que no sería admitida ningún tipo de disidencia en el país?. Sin embargo, me duele el silencio al que me he visto abocada ante el “escrache” al que fui sometida por parte de la izquierda bienpensante de esta ciudad. ¡Cómo lamento no haber seguido clamando por esta injusticia y haber mantenido, sin embargo, un silencio inducido, entre otras cosas, por el hartazgo y el cansancio a las “luchas tribales” de la izquierda de este país!.
Sean los intereses que sean los que promueven ahora las guerras entre uno u otro bando, hay un pueblo que clama por la libertad y que sufre la miseria, los bombardeos o el exilio dentro de un desamparo internacional tan grande, que ni siquiera cuenta con la izquierda incondicional de las causas justas del mundo. Yo me avergüenzo de mi silencio. Pero otros se tendrán que avergonzar por su incapacidad para comprender el mundo, uno, solo uno, y los pueblos, que son muchos pero cada uno de ellos los mismos derechos inalienables que los demás. Entre ellos, el conseguir que la solidaridad esté con ellos cuando de la libertad y de la justicia se trata.
Del Imperio ya sabemos dónde va y qué es lo que quiere. Pero ¿Y nosotros?
http://cristinarcs.wordpress.com/2013/04/15/con-el-pueblo-sirio/
http://www.vientosur.info/spip.php?article7864
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