sábado, 13 de abril de 2013

“No hay que confundir el patriarcado con la dimensión espiritual de las religiones”

Con la victimización de unas (las mujeres musulmanas) y la demonización de otros (los hombres musulmanes) se justifican las invasiones y la posterior explotación de los recursos energéticos

13/04/2013 - Autor: Beatriz Tostado - Fuente: alandar.org
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Natalia Andujar, Directora de Educaislam
Natalia Andujar, Directora de Educaislam
Natalia Andújar es musulmana y feminista, directora de EducaIslam y de la Red Musulmanas, cofundadora de WebIslam… En una estancia en Senegal descubrió la belleza y la espiritualidad del islam. Fue docente de quien esto escribe en el curso Cultura, Civilización y religión islámicos además de, actualmente, en el II Curso de Feminismo Islámico. Hablamos con ella de estas y otras cuestiones vía mail. Un placer.
Comencemos por el principio, lo que llevó a Natalia Andújar a convertirse en Ndeye/Natalia Andújar. “Siempre tuve una inquietud espiritual pero, al revés de lo que les suele ocurrir a otros “conversos”, no supuso el inicio de nada milagrosamente nuevo, ni siquiera una ruptura con mi vida anterior. El destino hizo que alguien como yo, que había crecido en un ambiente agnóstico, en el que la religión tenía una connotación negativa relacionada con el nacionalcatolicismo, acabara conociendo el islam en un viaje a Senegal. El detonante fue la salat (el rezo): presencié cómo dos musulmanes se postraban y sentí algo que no puedo describir con palabras, fue una experiencia espiritual intensa y profunda. Siempre digo que mi búsqueda podía haberme llevado a cualquier otra tradición religiosa. De hecho, comparto plenamente las palabras del gran místico murciano Ibn Arabi: ‘Mi corazón se ha vuelto capaz de acoger todas las formas, es pradera para las gacelas, monasterio para monjes. Templo para ídolos y Kaaba del peregrino, Tablas de la Toráh y Libro de El Corán. La religión que profeso es la del Amor y sea cual sea el rumbo que tome, su montura, el Amor es mi religión y mi fe.’ Llegué por dos vías: una espiritual, experiencial y otra intelectual. Ambas se complementan y son necesarias. Lo que más me atrajo del islam fue la relación directa con Al-lâh, sin intermediarios, su dimensión social, el desapego a ciertas ideologías caducas, la superación de las categorías en el tawhid (la unicidad) y una concepción inclusiva de las diferentes vías que lleva a una misma fuente. Cada religión tiene su propia sharia. Es la metáfora de la rueda, todos los radios giran y confluyen alrededor de un mismo eje. No concibo el islam desde una perspectiva exclusiva sino integradora”.
De la conversión a compaginar la labor como docente con el activismo como feminista musulmana, la creación de la EducaIslam y de la Red Musulmanas, además de la dirección de WebIslam durante varios años. ¿Qué es EducaIslam? “Es una asociación educativa comprometida con la mejora del conocimiento del islam, que pretende atender las necesidades formativas de un amplio sector de la población, garantizando la libertad de creencias. Así, los objetivos son aportar unos conocimientos teórico-prácticos sobre el islam y los musulmanes, potenciar el ‘empoderamiento’ y el liderazgo (especialmente de las musulmanas y los jóvenes), combatir la islamofobia, facilitar la intermediación entre las administraciones y las comunidades musulmanas y fomentar el acceso a una ocupación o promocionarse en un puesto de trabajo”. Un centro que acerca la realidad del Islam a los no musulmanes: “La gente está cansada de que se les venda una imagen caricaturesca del islam y los musulmanes y buscan respuestas sobre lo que intuyen: que para aprender hay que estudiar y no basarse únicamente en lo que transmiten los medios de comunicación”.
Debemos huir de cualquier visión esencialista del feminismo y del islam
Ahora mismo tienen marcha el II Curso sobre Feminismo Islámico que, teóricamente, podría parecer un oxímoron: ¿son compatibles el islam, la igualdad de género y el feminismo? “Existen dos bandos opuestos, uno que muestra su menosprecio y el otro su hostilidad frente al feminismo de las musulmanas. Pese a ello, las reivindicaciones de las musulmanas son cada vez más persistentes debido, en gran parte, a un mayor acceso a la educación. En el curso estamos viendo la diversidad de respuestas a la pregunta dependiendo del contexto histórico, geográfico, etc. En todo caso, es importante huir de cualquier visión esencialista del feminismo y del Islam”. Ante el hecho de que a las grandes tradiciones monoteístas suela echárseles en cara el ser feudo del machismo, patriarcado, desigualdad, falta de democracia, etc. comenta; “No hay que confundir el patriarcado, las estructuras jerárquicas, las interpretaciones de los textos que han estado en manos de los hombres a lo largo de los siglos, con la dimensión espiritual de las religiones. Desde el feminismo no se debería defender una visión esencialista de las religiones”. A Natalia le gusta recordar la importancia de las mujeres (no siempre ni por todos conocida ni reconocida) en el islam, algunas de las cuales son auténticas referentes para ella. A saber. “A nivel internacional, Amina Wadud, Asma Lamrabet, Asma Barlas, Fatima Mernissi, por su contribución al pensamiento islámico y oposición al patriarcado y, en el caso de Amina Wadud, además, por la coherencia con la que vive su islam dentro de la comunidad musulmana. A nivel nacional, Isabel Romero y Amparo Sánchez, por el papel tan importante que están jugando en la normalización del islam en España y en la defensa de los valores democráticos”. Además, destaca que la comunidad islámica de España acabe de elegir a una mujer vicepresidenta. “Es importante que las mujeres accedan a puestos de decisión dentro de la comunidad musulmana y que no se limiten a hablar de cuestiones relacionadas únicamente con las mujeres”.
“La equiparación del islam con una religión foránea es constante y sirve para reforzar la oposición ellos/nosotros”
“He notado que la islamofobia aumenta con la crisis y que hay mucha demagogia entre nuestros políticos. Hay bastantes diferencias en cuanto a los modelos sociales de los diferentes países europeos: el sistema laico francés, el multicultural británico, el intercultural holandés, etc. En España es difícil salir del monolitismo cultural y la falta de cultura democrática. Nuestro país tiene una relación con el islam diferente, debido a nuestro legado cultural islámico, su impregnación en la arquitectura, en la lengua, en la gastronomía, etc. y la presencia de musulmanes autóctonos (Ceuta y Melilla)”, comenta respecto a la situación en el Estado español. En cuanto a Europa, cuestiona “la polémica que se suscitó en torno al supuesto origen judeocristiano de Europa en la redacción de la Constitución europea”. Va incluso más allá. “Hay muchas fuerzas que luchan para que el islam no se normalice en Europa, esto es, que permanezca en un ámbito estrictamente privado, vulnerando el derecho básico a la libertad religiosa en el espacio público. La equiparación del islam con una religión foránea es constante y sirve para reforzar la oposición ellos/nosotros, civilizados/bárbaros y en última instancia, para saquear países en los que hay una mayoría de musulmanes”.
Añade: “La islamofobia contemporánea sigue la misma lógica que la morofobia, lo que hizo posible que se expulsara a los moriscos de Al Andalus. Pero las relaciones tensas entre los países del Magreb y los países europeos tienen que ver directamente con los procesos de colonización y descolonización, en los que las revueltas actuales estarían insertas”. En este sentido, “Las revueltas han evidenciado una complicidad flagrante entre las dictaduras árabes y las potencias occidentales. Se nos ha caído la venda de los ojos. Ahora bien, estos nuevos gobiernos tienen poco margen de maniobra y son inexpertos en el juego democrático. No es lo mismo liderar una oposición que gobernar un país. Las reglas del juego siguen siendo las mismas: FMI, Banco Mundial, financiación de los militares por parte de EEUU en el caso de Egipto, la no eliminación de la deuda externa, etc. Los partidos islamistas son conservadores en lo religioso y liberales en lo económico por lo que no parece que propongan ningún cambio de paradigma.
En cuanto al papel de las mujeres, como suele pasar, se las utiliza políticamente. Las alianzas coyunturales son por esencia limitadas a un interés común, cuando éste desaparece se les exige que vuelvan al espacio privado. Las mujeres deben seguir luchando para que eso no pase. Deben ser lo suficientemente hábiles como para saber pactar y tejer alianzas duraderas que conlleven unos cambios estructurales profundos”.
“Dios es bello y ama la belleza”
Otro curso que tienen en marcha en EducaIslam es Belleza y profundidad en el Islam. Le pedimos nos cuente cuáles son las bellezas del islam. “Como dice el profesor Bellver, director del curso: “Hay un famoso dicho del Profeta que dice: “Dios es bello y ama la belleza”. La belleza es la transparencia de la unidad en las formas. Si la unidad es la idea fundamental que vehicula el islam, la belleza es el corolario. Y no sólo belleza estética, sino belleza en cualquier dimensión de la realidad y, en primer lugar, claro, la belleza ética. La belleza, creo, es el criterio más sutil, más fino, más difícil de cumplir, para deslindar lo que es y lo que no es islámico. Hay un vínculo fuerte entre belleza y espiritualidad en la dimensión interior del islam, el iḥsān.” El arte es uno de estos frutos que contiene en sí la semilla que permite la comprensión del carácter propio de la espiritualidad islámica.
Heterogeneidad del Islam
En referencia a las diferentes corrientes dentro del islam, explica. “Hay movimientos progresistas islámicos en diferentes partes del planeta: en Sudáfrica se han inspirado en sus luchas contra el apartheid; en Canadá-EEUU están floreciendo asociaciones como Muslims For Progressive Values (MVP); en India el pensador Asgha Ali Engineer aboga por una teología islámica de la liberación, etc. Pero hay que tener cuidado en no caer en ciertos clichés: no hay musulmanes progresistas por un lado (los buenos) y musulmanes reaccionarios por otro (los malos). Las fronteras no son tan claras, el pensamiento no es estanco. De hecho, habría que ver qué significa ser progresista y ser conservador: entre los sectores progresistas y conservadores puede haber diferencias profundas en cuanto a la compresión de la religión pero coincidir en la defensa de políticas liberales, esto es, no cuestionan el paradigma capitalista patriarcal, desigual e injusto. Sin embargo, también nos encontramos con lo contrario: hay corrientes progresistas y conservadoras que son críticas con este paradigma neoliberal: unos abogarán por el socialismo y otros por una vuelta a un islam idealizado”.
¿Cómo se vive dentro del islam la relación de la comunidad musulmana con la autoridad, teniendo en cuenta que no hay jerarquía? “Existe una anarquía entre las supuestas autoridades religiosas dentro del islam, en la cual la ausencia de jerarquías hace que cada uno pueda dar su opinión sobre los temas más diversos, así como la pluralidad y las visiones opuestas que existen sobre las cuestiones que afectan a los musulmanes. Es decir, podemos encontrar fatuas (pronunciamientos legales) y contrafatuas. En muchos casos, los clérigos se han aliado con el poder político para reforzar sus intereses mutuos. Como dice la antropóloga Ziba Mir Husseini: "La fuerza de una interpretación no depende de su corrección sino de las fuerzas sociales y políticas que apoyen su pretensión de autenticidad". Por ello, la solución a este aparente caos no es instaurar una única voz, dogmática, centralizada y jerárquica sino que se produzca un cambio en esas fuerzas sociales y políticas respecto a la concepción del islam”.
“Las conversiones son una respuesta al materialismo”
Respecto al aumento de las conversiones, considera que es “una respuesta al materialismo, que ha supuesto una marginación y una actitud condescendiente hacia las experiencias trascendentes, tachándolas de desfasadas e irracionales. El cuestionamiento de las estructuras jerárquicas y la centralidad del yo posmoderno han desembocado en un desencanto del cristianismo, identificado con la Iglesia católica, percibido como desconectado de los verdaderos problemas de los creyentes. Se ha dado pues, una confusión entre el mensaje cristiano y las estructuras jerárquicas. Sin embargo, en el islam contemporáneo se da una situación similar”.
Diálogo.
Luchas comunes de las mujeres creyentes
En cuanto a la relación del Islam con las otras religiones dentro del Estado español, es algo que a Natalia le interesa mucho personalmente. “Estoy implicada en el diálogo interreligioso sobre todo a través de las luchas comunes de las mujeres creyentes por la igualdad de género. El pasado verano participé en una semana cultural organizada por una asociación de mujeres católicas. Fue una experiencia maravillosa. Según comentaban, el hecho de conocer otras experiencias espirituales era muy positivo porque reforzaba su propia fe”. Defensora de los espacios de diálogo interreligioso, considera “que debemos profundizar más en la contribución que puede hacer cada religión sobre el pluralismo, la lucha contra las injusticias, el tawhid (la unicidad). Evidentemente esto no tiene nada que ver con que se reúna un obispo y un sheij para que hagan proselitismo y refuercen el estatus quo”. Añade. “Una de las críticas que oigo a menudo es que cuesta mucho encontrar a musulmanes dispuestos a participar, más allá de llevar a cabo cierto proselitismo contraproducente. Y ahí es donde las mujeres vamos a jugar un papel destacado: tejiendo alianzas y avanzando juntas hacia una reforma de nuestras propias religiones”.
“La confusión en relación a las mujeres es permanente”
Sigamos profundizando en el islam. Algunas de las confusiones habituales que observa en los medios cuando se habla del islam y de los musulmanes: “La confusión es permanente, sobre todo en lo que se refiere a todo lo relacionado con las mujeres. Ziba Mir Hosseini, a la que ya he citado, afirma que, a pesar de que hay desacuerdos profundos sobre el papel del islam en las vidas de las mujeres, hay dos puntos en los que los estudios sobre el islam y el género convergen. En primer lugar, los textos de la Revelación y el profeta solo modificaron una parte de las prácticas patriarcales de la época de la Revelación (siglo VII) pero no otras, como la poligamia y el repudio o el divorcio unilateral. Las reformas fueron interrumpidas con la muerte del profeta. En segundo lugar, cuanto más nos alejamos de la época de la Revelación, más marginadas están las mujeres y tienen menos influencia política.
Es importante separar las tradiciones culturales, costumbres de una región con lo que es el islam propiamente dicho, pero yo matizaría esta cuestión. Como señala Olivier Roy en su libro El islam mundializado, las tendencias más radicales intentan suprimir toda la riqueza cultural del mundo musulmán en aras de un islam “puro”, “abstracto” y, por ende, deshumanizado y desconectado de la realidad. Leila Ahmed, por su parte, denuncia que “a las occidentales no se les exigió que renegaran de su cultura para emanciparse”. ¡No toda tradición cultural es necesariamente negativa! Se trata de mostrar que el patrón a seguir no puede ser un modelo liberal-secular, aunque se presente como supuestamente universal.”
En los medios, además, se trata al Islam como algo homogéneo. “El tratamiento sesgado de los musulmanes en los medios de comunicación, sin distinguir de dónde provienen, a qué clase social pertenecen, qué educación han recibido, qué sienten, qué piensan, tiene que ver con la construcción de una imagen que presenta dos caras: las mujeres son presentadas como sumisas, carentes de raciocinio, veladas, exóticas y los hombres como bárbaros, retrógrados, misóginos y violentos. Con la victimización de unas y la demonización de otros se justifican las invasiones y la posterior explotación de los recursos energéticos. ¿Significa eso que desde occidente no podemos denunciar las injusticias que se cometen en esos mismos países (con la complicidad de nuestros gobiernos) y no debemos apoyar las corrientes democráticas? ¡Por supuesto que no! Pero la solución debe venir desde dentro, para evitar que actuemos de manera paternalista, únicamente para salvaguardar nuestros intereses y no en beneficio de la sociedad civil que sufre”.
Una reclamación: “La Constitución española, en la que se incluye la libertad religiosa, así como los acuerdos de cooperación entre el Estado y la Comisión Islámica de España de 2012, son papel mojado mientras no haya voluntad política para que se lleven a la práctica los derechos que se recogen”.

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