Ser maestro, significa enseñar y abrir nuevas brechas... [Archivos adjuntos 4]
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Ser maestro, significa enseñar y abrir nuevas brechas...
-De verdad que es una alegría ver que egresan tantos niños – dijo uno de los papás- cuando llevaba mi niño no quería quedarse con la maestra. Aunque él veía a tantos niños, se quedaba en la reja llorando y yo con las ganas de regresar por él, pero digo dentro de mí debo hacer un esfuerzo para no verlo, porque si la miro de nuevo, seguro que me lo llevo de vuelta a la casa”
En el equipo de sonido se escuchó en esos momentos, la voz de una de las maestras
-Reconocemos esa paciencia por apoyarnos en los momentos más importantes. Tuvimos acompañamiento y dirección, decía, una de sus compañeras de trabajo al despedirse de la directora de aquel plantel educativo.
Hace algunos años fui alumno, y ahora sigo siendo alumno de la vida.
Cuando egresamos, de alguna forma en el fondo de nuestro corazón sabemos que es la despedida formal de ese espacio donde convivimos con los maestros y amigos, aunque en esos momentos en nuestros rostros reflejen esa alegría por concluir con esta etapa académica, pero al reflexionar sobre éstos momentos, se aclara.
A los malos maestrosque no enseñaron nada – como represalia, nos hicieron la vida imposible sólo por haberles dicho de que no le entendíamos su clase, sus resultado fue, tratar de bloquear nuestro transitar en la escuela de la vida-, pero sin duda alguna, contribuyeron porque nos mostraron lo que no debemos hacer en nuestra vida profesional.
A los verdaderos maestros que ganaron nuestro corazón, nos mostraron lo que significa realmente estar en la escuela, incluso lloramos por ellos, porque no queremos perder sus clases, sabemos que somos los privilegiados por contar con un verdadero maestro. Sin embargo, al llegar el último día de estar bajo “su tutela formal” en esas aulas, a veces no buscamos ni las palabras idóneas para agradecerle, en su lugar, nos ganan las lagrimas y sólo alcanzamos balbucear algunas palabras y alcanzar decir:
¡Muchas gracias maestro..!
En esos momentos, la respuesta de todos, es el silencio de honor para despedirnos a quien honor merece, de esa forma, aquel ser humano le demostramos que ganó a pulso nuestro respeto y admiración, porque estuvo con nosotros en las buenas y las malas, nos dijo ¡Tu puedes! ¡No te dejes! Agradécele a tus padres, que te dan esta oportunidad.., Sigue. Hoy bajaste de calificación, pero recuerda, todos los días hay que estudiar para que el día del examen te vaya bien. Recuerde, cuando tengas dudas ven a verme y lo checamos...
Ahora con los documentos formales en la mano que acredita nuestra formación académica, llegado ese momento, decimos: “No nos despedimos, sino un hasta luego, porque a la escuela y a nuestros maestros lo llevamos siempre en el corazón”
¡Felicidades maestro!
· Martiniano Pérez Angulo, cumple 30 años de servicio como maestro de educación indígena y actualmente, colabora en la Universidad Intercultural de Quintana Roo (UIQROO).
· Dos historias de maestros con trayectorias ejemplares que trabajan en comunidades indígenas cuyo reto, formar una nueva generación de agentes de cambio y sensibles a su cultura.
Mérida, Yucatán, México a 15 de mayo de 2013 (Bernardo Caamal Itzá).
Entregan el día de hoy, en la Península de Yucatán, reconocimientos a maestros que han trascendido en su labor profesional, y resalta entre ellos el quehacer docente de María Candelaria May Novelo y Martiniano Pérez Angulo, quienes trabajan en comunidades mayas con el mismo animo desde cuando eran recién egresados.
Como maestros, en sus historias de vida, ellos nos aclaran que ante la problemática que enfrentan los niños mayas al estar en la escuela, de inició, consideran los lineamientos generales de la SEP, pero lo adecuaron a las necesidades particulares de sus alumnos que viven en las comunidades donde en ocasiones no llegan ni los servicios básicos, como la carretera, la energía eléctrica, entre otros.
En el caso de May Novelo, cuenta con 20 años de ejercicio profesional.
Inició su labor en Cuncunul en 1992, esta comunidad que se ubica en el oriente del estado de Yucatán, y actualmente es la directora de la escuela primaria Estatal No.305 “Ignacio Allende” de Dzitnup, al relatarnos sus experiencias:
-Soy maestra por vocación, amo y me apasiona mi trabajo. Tuve la fortuna de elegir responder a mi vocación y haciendo lo que me gusta y los padres de familia y mis alumnos me lo reconocen, y es el mejor pago para mí, resaltó May Novelo.
Al referirse de sus alumnos “A mí me parte el alma cuando los niños son mandados a la dirección porque no trajeron sus útiles escolares a veces por falta de recursos de los padres o por mala conducta, en ambos, buscamos opciones que no lesionen a las familias, y en el último caso, el trato es diferente, juntos exploramos libros de labiblioteca escolar, leer y de disfrutar las imágenes.., yo como directora les regalo a los niños que llegan, de alguna forma sancionados a la dirección, la oportunidad de disfrutar el tiempo.
Recalcó que la niñez maya la deben de ver como lo que son, personas con alto potencial para formarse y poder ser agente de cambio en sus comunidades, como seres sujetos de derecho...como personas que pueden y deben fortalecer su identidad y que se superen. Además se le debe de dar las condiciones para tener una educación de calidad, ya basta de que sus escuelas estén en malas condiciones”
- El estado debe cumplir un marco legal ya existente, ofrecer a nuestros niños mayas una educación pertinente en donde su lengua y su cultura tengan espacios vivos en las escuelas y para ello deberían considerar que las escuelas federales y/o estatales por su denominación no ofrecen un curriculum adecuado para ellos...
La mentora subrayó “Muchos niños y adolescentes mayas son invisibilizados de muchas maneras: al negarles su existencia en las estadísticas escolares, al negárseles un curriculum adecuado, al no promoverse su lengua y su cultura en las escuelas...tenemos mucho que hacer, yeste 15 de mayo, debe ser un día para fortalecer vocaciones, compromisos y emprender acciones que fortalezcan a nuestros alumnos.
Ahora necesitamos fortalecer más ese compromiso con la tarea de educar. Eso significa que necesitamos ser maestros que aportemos hacia la superación de los alumnos y que les inyectemos el deseo de aprender y no hay necesidad de gritarles a los niños, escuchan bien, remarcó May Novelo.
Por su parte, Martiniano Pérez Alcocer, al hablar de éstos 30 años de servicio, dijo que se “estreno” como maestro de educación indígena fue en Safarancho –comunidad que pertenece al municipio de José María Morelos, Quintana Roo-
“En ese tiempo para llegar a ese lugar, hay que atravesar aguadas, uno tiene que saber y hablar en maya, y sin perder de vista que por las noches hay el batallar con los moscos”
-Se ve que tenemos maestro, porque hasta donde hago mi milpa escuchó que hablen y canten los niños, y eso alegra porque es por vez primera observó que alguien se comprometa con nuestros hijos, le dijo uno de los labriegos a Martiniano.
-Como maestro, cómo hago que mis alumnos se apasionen por venir a la escuela y desde luego que aprendan, en mi caso, pues tengo el privilegio de saber cantar, se algo de música y conozco la vida del campo, así que eso no represento ninguna dificultad para trabajar con mis niños, aclaró Pérez Angulo.
Para incentivar la curva del aprendizaje- remarcó Martiniano-, es que los niños conozcan, investiguen y hablen de sus experiencias obtenidas del tema, y en mi caso, cómo evaluar sus avances; en este tiempo, uno tiene mil tropiezos, pero cuando veo los ánimos en que trabajan mis alumnos, luego lo dan a conocer lo aprendido, y en ocasiones, ni siquiera son hablantes del idioma maya, digo, hombre, estamos en el camino correcto.
-Ser maestro – destacó Pérez Alcocer-, significa pasión por enseñar, marcar el camino a seguir, abrir nuevas brechas y reaprender del conocimiento de los abuelos yolal maak sú’ulaktal, kp’ati’ik tu junalo’ob, beyo’ ku p’atal lilip’kíilo’ob yéetel baax ku meyatiko’ob –no tengan vergüenza y ni tengan miedo de hacer las cosas de manera individual, eso los motivará a trabajar constantemente en lo que desean hacer-.
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Honor a quien honor merece
A mis maestros...
Por Bernardo Caamal Itzá
Un día, al egresar una de mis hijas al Kínder, escuché:-De verdad que es una alegría ver que egresan tantos niños – dijo uno de los papás- cuando llevaba mi niño no quería quedarse con la maestra. Aunque él veía a tantos niños, se quedaba en la reja llorando y yo con las ganas de regresar por él, pero digo dentro de mí debo hacer un esfuerzo para no verlo, porque si la miro de nuevo, seguro que me lo llevo de vuelta a la casa”
En el equipo de sonido se escuchó en esos momentos, la voz de una de las maestras
-Reconocemos esa paciencia por apoyarnos en los momentos más importantes. Tuvimos acompañamiento y dirección, decía, una de sus compañeras de trabajo al despedirse de la directora de aquel plantel educativo.
Hace algunos años fui alumno, y ahora sigo siendo alumno de la vida.
Cuando egresamos, de alguna forma en el fondo de nuestro corazón sabemos que es la despedida formal de ese espacio donde convivimos con los maestros y amigos, aunque en esos momentos en nuestros rostros reflejen esa alegría por concluir con esta etapa académica, pero al reflexionar sobre éstos momentos, se aclara.
A los malos maestrosque no enseñaron nada – como represalia, nos hicieron la vida imposible sólo por haberles dicho de que no le entendíamos su clase, sus resultado fue, tratar de bloquear nuestro transitar en la escuela de la vida-, pero sin duda alguna, contribuyeron porque nos mostraron lo que no debemos hacer en nuestra vida profesional.
A los verdaderos maestros que ganaron nuestro corazón, nos mostraron lo que significa realmente estar en la escuela, incluso lloramos por ellos, porque no queremos perder sus clases, sabemos que somos los privilegiados por contar con un verdadero maestro. Sin embargo, al llegar el último día de estar bajo “su tutela formal” en esas aulas, a veces no buscamos ni las palabras idóneas para agradecerle, en su lugar, nos ganan las lagrimas y sólo alcanzamos balbucear algunas palabras y alcanzar decir:
¡Muchas gracias maestro..!
En esos momentos, la respuesta de todos, es el silencio de honor para despedirnos a quien honor merece, de esa forma, aquel ser humano le demostramos que ganó a pulso nuestro respeto y admiración, porque estuvo con nosotros en las buenas y las malas, nos dijo ¡Tu puedes! ¡No te dejes! Agradécele a tus padres, que te dan esta oportunidad.., Sigue. Hoy bajaste de calificación, pero recuerda, todos los días hay que estudiar para que el día del examen te vaya bien. Recuerde, cuando tengas dudas ven a verme y lo checamos...
Ahora con los documentos formales en la mano que acredita nuestra formación académica, llegado ese momento, decimos: “No nos despedimos, sino un hasta luego, porque a la escuela y a nuestros maestros lo llevamos siempre en el corazón”
¡Felicidades maestro!
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