sábado, 22 de junio de 2013

Muhammad, Sura 47 del Corán


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Muhammad, Sura 47 del Corán

Recitación en grupo en Dar As Salam

22/06/2013 - Autor: Redacción - Fuente: Webislam
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La honra de los profetas
La honra de los profetas
Esta es, sin duda, una de las primeras revelaciones –quizá la primera— del período de Medina; el versículo 13 puede haber sido revelado, como se señala en la nota 11 más abajo, durante la hégira del Profeta. La opinión de Ad-Dahhak y Said ibn Yubair (citados por Samajshari) de que se trata de un sura de Mecca carece de evidencia, interna y externa, que la apoye y no puede ser aceptada.
El título proviene de la mención del nombre del Profeta Muhámmad en el versículo 2; pero dado que el sura se ocupa fundamentalmente de los diversos aspectos de la lucha (qital) por la causa de Dios, era conocido entre los Compañeros del Profeta y sus inmediatos seguidores como Surat al-Qital.
Los que se empeñan en negar la verdad y en apartar a otros del camino de Dios –Él hará que todas sus buenas obras se pierdan; (1) pero los que han llegado a creer y hacen buenas obras, y creen en lo que se ha hecho descender sobre Muhámmad –que es la verdad venida de su Sustentador—obtendrán la gracia de Dios: Él borrará sus malas acciones pasadas, y serenará sus corazones. (2) Así es, porque los que se empeñan en negar la verdad siguen lo falso, mientras que los que han llegado a creer siguen sólo la verdad que viene de su Sustentador.Así es como presenta Dios a los hombres las parábolas de su verdadera condición. (3) Y CUANDO os enfrentéis en combate a los que se empeñan en negar la verdad, golpeadles en el cuello hasta derrotarles por completo, y luego apretad sus ligaduras; pero después dejadlos en libertad, bien como un gesto de gracia o mediante rescate, hasta que la guerra deponga sus cargas: así deberá ser.Y sabed que si Dios hubiera querido, podría en verdad castigarles Él mismo; pero quiere que luchéis para probaros a todos, unos por medio de otros.Y a los que caigan luchando por la causa de Dios, Él no dejará que sus obras se pierdan: (4) les guiará también en el más allá, y serenará sus corazones, (5) y les acogerá en el paraíso que les ha prometido. (6) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Si ayudáis a la causa de Dios, Él os ayudará, y hará firmes vuestros pasos; (7) pero a los que se empeñan en negar la verdad, les aguarda la desgracia, pues Él hará que todas sus buenas acciones se pierdan: (8) ¡esto, porque detestan lo que Dios ha hecho descender --y entonces Él hace que todas sus obras se malogren! (9) ¿Es que, acaso, no han viajado por la tierra y no han visto cómo acabaron los pecadores obstinados que les precedieron? Dios los destruyó por completo: y lo mismo les aguarda a todos los que niegan la verdad. (10) Esto, porque Dios es el Protector de los que han llegado a creer, mientras que los que niegan la verdad no tienen protector. (11) Ciertamente, Dios acogerá a todos los que lleguen a creer y hagan buenas obras en jardines por los que corren arroyos, mientras que los que se empeñan en negar la verdad –aunque disfruten de su vida en este mundo y coman como come el ganado—tendrán el fuego del más allá por morada. (12) ¡Y cuántas comunidades más poderosas que esta comunidad tuya que te ha expulsado, Oh Muhámmad, hemos destruido sin que nadie les auxiliara! (13) ¿PUEDE, ACASO, compararse a quien se apoya en una prueba clara de su Sustentador con aquellos a quienes la maldad de sus acciones les parece siempre grata, y que únicamente siguen sus pasiones? (14) ¿Y puede la parábola del paraíso prometido a los que son conscientes de Dios --un paraíso en el que hay arroyos de agua que el tiempo no corrompe, arroyos de leche cuyo sabor nunca se altera, arroyos de vino que es delicia de quienes lo beben, arroyos de miel limpia de toda impureza, el goce de todos los frutos de sus buenas obras, y del perdón de su Sustentador --: puede esta parábola del paraíso compararse con la parábola de la recompensa de aquellos que morarán en el fuego y a quienes se dará de beber un agua de ardiente desesperación, que les corroerá las entrañas? (15) Y entre esos desdichados pecadores hay quienes hacen como que te escuchan, Oh Muhámmad, pero tan pronto como abandonan tu presencia, dicen despectivamente a los que han comprendido tu mensaje: “¿Qué es lo que acaba de decir?”Estos son aquellos cuyos corazones Dios ha sellado porque siguen únicamente sus pasiones -- (16) mientras que a los que están deseando ser guiados, Él aumenta su capacidad para seguir Su guía y les da una mayor consciencia de Dios. (17) ¿Están, acaso, esos cuyos corazones están sellados esperando a la Última Hora –esperando a que les llegue de improviso? ¡Sus signos ya han aparecido! ¿Y de qué les servirá el recuerdo de sus pecados cuando les sobrevenga? (18) Sabe, pues, Oh hombre, que no hay más deidad que Dios, y mientras aún hay tiempo, pide perdón por tus pecados y por los de los creyentes y las creyentes: pues Dios conoce vuestras idas y venidas, y también vuestras morada de descanso. (19) Y LOS QUE han llegado a creer dicen: “¡Ojalá se hiciera descender una revelación que nos autorizara a luchar!”¡Pero ahora que se ha hecho descender una revelación clara por y en sí misma, en la que se menciona la guerra, puedes ver a esos en cuyos corazones hay enfermedad que te miran, Oh Muhámmad, como alguien a punto de desmayarse de miedo a la muerte! Y sin embargo, más les valdría (20) la obediencia a la llamada de Dios y una palabra que merezca Su aprobación: pues, estando el asunto decidido con Su revelación, sería sólo por su propio bien que se mantuvieran fieles a Dios. (21) Pregúntales: “¿Es que, acaso, después de dar la espalda al mandamiento de Dios, preferiríais volver a vuestros antiguos usos, y sembrar la corrupción en la tierra, y cortar una vez más vuestros lazos de parentesco?” (22) ¡Estos son aquellos a los que Dios rechaza, y a los que hace sordos a la voz de la verdad, y cuyos ojos ciega para que no la vean! (23) ¿No van, pues, a reflexionar sobre este Qur’án? --¿o es que están sus corazones cerrados con candado? (24) EN VERDAD, los que dan la espalda a este mensaje después de habérseles mostrado claramente la guía, lo hacen porque Satán les ha seducido y les ha llenado de falsas esperanzas: (25) ya que suelen decir a los que detestan todo lo que Dios ha revelado: “Aceptaremos vuestros puntos de vista en algunas cuestiones.”Pero Dios conoce sus pensamientos secretos: (26) ¿qué será de ellos pues, cuando los ángeles los recojan a su muerte, y les golpeen en la cara y en la espalda? (27) Esto, porque solían seguir lo que Dios condena, y detestaban lo que obtendría Su complacencia: y entonces Él ha hecho que se malogren todas sus buenas obras. (28) ¿O es que esos en cuyos corazones hay enfermedad piensan, acaso, que Dios no sacará a la luz sus flaquezas morales? (29) Y si hubiéramos querido, te los habríamos mostrado claramente para que pudieras reconocerlos con certeza por medio de una señal visible: pero aún así podrás reconocerlos por el tono de su voz.Y Dios sabe todo lo que hacéis, Oh hombres; (30) y ciertamente os probaremos a todos, para que podamos distinguir a los que de vosotros se esfuerzan por Nuestra causa y son pacientes en la adversidad: pues pondremos a prueba la veracidad de vuestras aseveraciones. (31) En verdad, los que se empeñan en negar la verdad y en apartar a otros del camino de Dios, y de esta forma se oponen al Enviado después de habérseles mostrado claramente la guía, no podrán dañar a Dios en nada; pero Él hará que todas sus obras se malogren. (32) ¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! ¡Obedeced a Dios, y obedeced al Enviado, y no echéis a perder vuestras buenas obras! (33) ¡Ciertamente, a los que se empeñan en negar la verdad y en apartar a otros del camino de Dios, y luego mueren, negando aún la verdad –en verdad, Dios no les perdonará! (34) NO DESFALLEZCÁIS, pues, cuando combatáis por una causa justa, ni pidáis nunca la paz: pues, estando Dios con vosotros, seréis superiores al final; y Él no dejará que vuestras buenas obras se pierdan. (35) Esta vida no es sino un juego y un disfrute pasajero: pero si creéis y sois conscientes de Dios, Él os dará vuestras recompensas.Y aún así, no os exige que sacrifiquéis por Su causa todos vuestros bienes: (36) pues si os los exigiera todos, y os apremiara, os aferraríais a ellos con avaricia, y entonces sólo sacaría a la luz vuestras flaquezas morales. (37) ¡Ciertamente, Oh creyentes, sois vosotros los llamados a gastar libremente en la causa de Dios: pero aun entre vosotros hay quienes se muestran avaros! Pero quien es avaro con la causa de Dios lo es sólo consigo mismo: pues Dios es en verdad autosuficiente, mientras que vosotros tenéis necesidad de Él; ¡y si os apartáis de Su mensaje, Él os sustituirá por otra gente, y no serán como vosotros! (38)

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