martes, 23 de julio de 2013

El Museo Internacional de los Volcanes

Conoce, por medio de espectaculares imágenes y modelos, la naturaleza del los volcanes y también su belleza.
El Museo Internacional de los Volcanes, único en México, festeja la presencia de los dos extraordinarios colosos volcánicos: El 
Popocatépetl y El Iztaccíhuatl. Los dos dan fondo al paisaje de la Hacienda Panoaya.
Vista de los Volcanes desde la Hacienda Panaoya
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El Valle de México tiene, según algunas fuentes, más de 500 volcanes aparentemente inactivos. Otros dicen que hay más de 2,000 conos volcánicos en esta zona. Todos 
los cerros que nos rodean: el Peñón junto al aeropuerto, el  Peñon de los Baños, el Ajusco, el Xitle, el Cerro de la Villa, el Cerro de la Estrella, los cerros del Bosque de los 
Árboles de Navidad aquí a dos kilómetros, y naturalmente el Popocatépetl y también la Iztaccíhuatl con sus 5 cráteres, todos son volcanes. Y, cuando hablamos de volcanes 
inactivos, debemos recordar que pueden volver a entrar en actividad, como lo hizo aquel cerrito insignificante en Chiapas, el Chichón, el cual en 1982 produjo una erupción 
tan gigantesca que las cenizas en la atmósfera hicieron que se redujera la temperatura en toda la Tierra en medio grado.

comprenderlos.
No hay que temer a los volcanes. Tienen generalmente la cortesía de avisar antes de que nos puedan hacer daño.  Hoy los volcanes están siendo vigilados muy 
cuidadosamente. El Popo, por ejemplo,  está siendo monitoreado de día y de noche por cámaras de televisión,  sismógrafos, satélites, etc. Mucho antes de que pudiera 
hacernos daño, seríamos avisados para tomar providencias. Mientras tanto, debemos agradecer el hecho de que el Popocatépetl  esté desalojando presión con sus 
fumarolas. Tendríamos que preocuparnos si dejara de humear y acumulara presión en sus entrañas.

A pesar de que nos encontramos en una zona volcánica, el habitante del Valle de México, y el Mexicano en general, no tiene mucha información al respecto. Es por eso que 
se creó este museo, que abarca no sólo los volcanes de México, sino da un panorama general mundial  de qué es un volcán, qué es una erupción, etc. Para ello se ha 
usado una museografía moderna, colorida, eminentemente didáctica, incluyendo una colección única en el mundo de gráficos a todo color, ilustrando los volcanes del mundo
y sus actividades. También existe una pantalla de 1.5 metros, en la que se exhiben videos de las últimas erupciones del Popocatépetl, proporcionados por el Centro Nacional 
de Prevención de Desastres y de Televisión Azteca. También se puede gozar una representación de Luz y Sonido de una erupción volcánica desde dentro de un volcán 
artificial.

Para comprender a los volcanes debemos darnos cuenta antes que nada de que la Tierra es un inmenso globo  de piedra tan caliente que se encuentra en estado líquido o 
semilíquido. Este material se llama magma. Cuando sale a la superficie, se llama lava.   Alrededor, la Tierra  tiene  una cascarita sólida que ya se enfrió. Esta  tiene nada 
más de 10 a 60 km. de espesor. Cuando el magma atraviesa esta cáscara se produce una erupción volcánica.

Lo que se ve de un volcán es el edificio volcánico, o sea la montaña. Dentro del edificio volcánico se encuentra  el conducto magmático que parte de la cámara magmática. 
Esta está conectada con las capas líquidas y semilíquidas de la tierra, de donde se alimenta. Cuando por alguna razón aumenta la presión en la cámara magmática, el 
volcán hace erupción.

Los volcanes tienen una gran importancia para el bienestar del hombre. Sus emanaciones en forma de ceniza fertilizan los suelos y  aumentan su capacidad de absorción de 
agua. Los materiales más pétreos que producen los volcanes, como la cantera de lava y de tezontle de colores, así como  las gravas y arenas para concretos, pavimentos y 
cubiertas de terracería, son  de gran valor para la industria de la construcción. En el exterior del Museo Internacional de los Volcanes existe una exhibición de los materiales 
útiles que producen los volcanes.

Los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, con su inmensa altura y  las nieves eternas que los adornan, son excepcionalmente hermosos y verdaderamente son  símbolos de 
las bellezas de nuestro país.  Además,  la cercanía a la ciudad más grande del mundo hace que estos gigantes ofrezcan un enorme potencial para el turismo. Montañas y 
volcanes mucho menos atractivos en otros paises son aprovechados turísticamente con hoteles, teleféricos, vuelos en helicópteros, etc., creándose así una importante 
fuente de empleos e ingresos para la población. Con el Museo Internacional de los Volcanes deseamos despertar el interés del público, del gobierno y de los inversionistas, 
para aprovechar  estas oportunidades hasta hoy desperdiciadas.

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