¿Todavía crees que el plan para atacar a Siria tiene algo que ver con la democracia?
¿Y que los gobiernos de Iraq y de Libia...fueron derrocados por ese motivo?
Reflexiona. Todos esos países tienen grandes recursos de petróleo ¿Se ha instaurado la democracia después de ser arrasados, destruidas sus infraestructuras, brutalmente asesinados sus dirigentes? Todo lo contrario, ya que estados que eran laicos han sido sustituidos por otros teocráticos en los que se ha implantado la sharia.
¿Quien se lleva el petróleo? El de Iraq, la Exxon Mobil, la Chevron Texaco (norteamericanas y relacionadas con la familia Bush y con Condolezza Rice), la angloholandesa Shell y la British Petroleum, el mascarón de proa de Reino Unido. El de Libia fundamentalmente las mencionadas empresas, mas la francesa TOTAL, ya que Francia participó en los ataques, y unas cuotas menores para otras empresas, entre ellas la italiana ENI.
En Iraq hubo 1.475.000 de muertos y 4.5 millones de refugiados. En Libia (país que tenía 6.000.000 de habitantes, 2.5 de los cuales eran inmigrantes) han muerto 75.000 personas y 2.000.000 han huido al exilio. De eso se trata: de sangre por petróleo.
En Siria hay un estado laico, respetuoso con los grupos étnicos y religiosos, ya que esa tierra es un crisol de culturas desde hace muchos siglos. ¿Cual es el problema de Siria? Que guarda en sus entrañas las segundas reservas mundiales de petróleo y probablemente las primeras o segundas de gas; que tiene territorios que Israel desea para ampliar su estado sionista; que tiene suelo por el que dar salida hacia el Mediterráneo a los gaseoductos y oleoductos por los que transportar esos combustibles que los “países democráticos” planean robar a varios países; que es la plataforma desde la que saltar a Irán, también en la hoja de ruta. Por eso planean atacar a Siria.
¿Cómo podemos estar seguros de ésto? No solo es evidente sino que el ex general de los EE.UU. y ex comandante supremo de la OTAN, Wesley Clark, lo ha relatado en un video que cualquiera puede encontrar por internet. Concretamente cuenta que unos días después del 11-S fue llamado por uno de los altos mandos de Defensa de EE.UU. (probablemente el entonces Secretario de Estado Donald Rumsfeld) que le manifestó que “había que atacar a Iraq”. ¿Por qué?, preguntó sorprendido, sabiendo que a ese país no se le acusaba de nada. No solo Iraq, fue la respuesta, detrás vienen Libia, Siria, Líbano, Somalia, Sudan e Irán. El siniestro programa se va cumpliendo.
El tema no es nuevo. En el “Informe Kissinger”, titulado “Implicaciones del crecimiento mundial para la seguridad de los EE.UU. e intereses de ultramar”, que fue aprobado como ley por el Congreso de los EE.UU. en 1974, se diseñan las bases de un plan para que EE.UU. ataque a los paises con recursos estratégicos para sus intereses, como petróleo o gas. Es más, el ejército de ese país no tiene otra finalidad que garantizarle el control de los recursos y materias primas. Dejémosnos de “democracia”, “guerras humanitarias” o “derechos humanos”.
¿Quien es Kissinger? Es un criminal bien conocido en América Latina que, aunque cuenta con 90 años, continúa siendo el pilar más sólido del régimen sionista en los EE.UU. Su famoso informe tiene mucho que ver con el Club Bilderberg, ya que poco antes de hacerse público, bajo los auspicios de Brzezinski, el mencionado Kissinger, David Rockefeller y Edmon Rotschild, habían creado la conocida como Trilateral (Trilateral Commission), vinculada al Grupo Bilderberg, que consiste, y por resumir, en planificar la explotación del mundo en función de los intereses de la más que privada Reserva Federal Norteamericana, un lobby sionista que integra a las familias Rotschild, Rockefeller, Lehman Brothers, Warburg, Morgan..., dueños del petróleo, de la banca, y de las armas. El presidente de los EE.UU. es un simple títere a su servicio. Cuatro presidentes que se negaron a sus pretensiones fueron asesinados.
¿Cómo llevan a cabo estas guerras?
Lo tienen fácil, ya que, además de con las armas, cuentan con tres importantes bazas: los “medios de comunicación”, hoy devenidos en medios de propaganda o falsimedia, tan peligrosos como los misiles; una izquierda infiltrada, allanadora del camino del imperio, que ha movilizado a parte de la progresía al servicio de las guerras; y miles de mercenarios que se dedican a cometer sabotajes y crímenes (como degollar niños o asesinar ante las cámaras a un joven soldado y comerse el corazón, para sembrar el terror). Veamos el guión. El mandatario del país de que se trate (Iraq, Libia, Siria...) con la caja de resonancia de los medios de propaganda es sometido a una campaña de calumnias en la que es acusado de todo tipo de tropelías, incluso de los crímenes que los mercenarios cometen, utilizando a tal fin hasta montajes con actores. La izquierda infiltrada comienza a justificar la intervención mediante artículos, polémicas orquestadas y manifiestos y comunicados que siempre se inician atacando a “un modelo económico que explota a los pueblos” para terminar ineludiblemente demandando una intervención en el país en cuestión, por razones “humanitarias”. Finalmente entran los ejércitos (en el caso de la desgraciada Libia fueron 48 países unidos con la OTAN), y todo es bombardeado: escuelas, mercados, ministerios, puentes, hospitales, pueblos, universidades, barrios, puertos ... Porque otro gran negocio es el de los contratos de reconstrucción.
Luego vendrán las farsas electorales en las que “salen elegidos” sus lacayos: Los Hermanos Musulmanes, rama política de Al Qaeda, que implanta la sharia, mientras los atacantes se reparten el petróleo.
En el caso de Siria, la rama principal de los llamados “rebeldes” es el Frente Al-Nusra, o sea: Al Qaeda. La autodenominada “Comunidad Internacional” está financiando a Al Qaeda para dar un golpe de estado contra un gobierno de coalición legítimamente elegido en las urnas el fecha 7 de mayo de 2012, e integrado por el Partido Nasserista, P.S.S., P.C.S., y Partido Baath (o sea, la oposición democrática).
En su actitud provocadora, el régimen de Israel, con todos los parabienes de EE.UU., acaba de lanzar tres ataques con misiles a Siria, destruyendo distintas instalaciones. Pero la perversión es tal que la “Comunidad Internacional” ha aprobado en la ONU, el pasado día 17, una Resolución en contra de Siria, no de Israel.
Pero, además... ¿Qué países hablan de democracia? ¿Los de Guantánamo, los de los asesinatos selectivos, los de los drones, aquellos cuyos presidentes son puestos a dedo por el Club Bilderberg, los que exprimen a sus ciudadanos hasta llevarlos al suicidio?
Que no sigan engañándonos: Una peligrosa banda terrorista, al servicio del crimen y el pillaje, que ha ocupado la ONU, está atacando países y repartiéndoselos como un botín. No hay más.
20.05.2013
Purificación González de la Blanca
Ojos para la Paz
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