lunes, 23 de septiembre de 2013

USA Y EL TRATADO SOBRE DESARME DE LAS ARMAS QUIMICAS

Algunos países, como Rusia, pidieron la ampliación de ese plazo, al no poder asumir el coste de la

destrucción de este armamento, pero EE.UU. ha solicitado un plazo ¡hasta 2023! (ocho años después que

Rusia haya finalizado) para destruir las 2.845 toneladas de armas químicas que les quedan, según

declararon en su momento.


La tesis de Ignacio es que están tratando de destruir el armamento químico de los demás mientras EE.UU.

e Israel mantienen sus arsenales. El juego es de sobra conocido. Pero se necesita ser cínico para

adoptar la postura matoniana que EE.UU. mantiene con Siria después de haber solicitado ampliación de

plazo, hasta 2023 para destruir las 2.845 toneladas de armas químicas que -según manifestaron- aún

guardan.


¿Por qué no pedimos que la ONU envíe inspectores a EE.UU., que no ha cumplido con sus compromisos

internacionales?

Habría que hacerlo.

Puri

Ojos para la Paz


(Gracias, Ignacio!)


2013/9/19 Purificación De la Blanca <p.delablanca@ojosparalapaz.org>


---------- Forwarded message ----------
From: Ignacio Sánchez <ignaciosgm@gmail.com>
Date: 2013/9/13
Subject: USA Y EL TRATADO SOBRE DESARME DE LAS ARMAS QUIMICAS
To: "miradas@ojosparalapaz.org" <miradas@ojosparalapaz.org>


USA Y EL TRATADO SOBRE DESARME DE LAS ARMAS QUIMICAS

RESUMEN: La mayoría de los países del planeta firmaron en 1993 el tratado:
“Convención sobre la prohibición, el desarrollo, la producción, el
almacenamiento y el empleo de armas químicas, y sobre su destrucción”,
dando un plazo para destruir dichas armas –los que las tuvieren– de 10 años.
Se contemplaba una prórroga excepcional, aunque “en ningún caso se
prorrogará el plazo para que un Estado Parte complete su destrucción de todas
las armas químicas pasados 15 años de la entrada en vigor” de la Convención.
Tal fecha límite, agotada la prórroga máxima, era el 29 de abril de 2012.

En 2011, Estados Unidos, Rusia y Libia pidieron al Consejo Ejecutivo del
tratado una prórroga adicional. El Consejo Ejecutivo, ante el manifiesto hecho
de que la destrucción convenida no iba a ser posible en el plazo ineludible que
fijaba el tratado, decidió, en diciembre de 2011, que éstos países presentaran
una planificación de la destrucción con nuevos plazos convenidos, fijos y
realistas. La destrucción no es tarea fácil, ni barata, pues supone la
construcción de un complejo industrial encargado de la eliminación de las
armas; edificio que al final del proceso debe cerrarse y quedar sellado –una
joyita para las generaciones venideras–. La exigencia del Consejo Ejecutivo es
que se debía prolongar el nuevo plazo lo menos posible.

Rusia se puso manos a la obra y se programó, con el compromiso de finalizar
en diciembre de 2015, aunque aún le quedaban unas 12.000 toneladas de
compuestos químicos en armas por destruir. El Secretariado del tratado pudo
comprobar a lo largo de 2012 que los trabajos en la construcción de complejos
rusos y de destrucción de sus armas químicas progresaban satisfactoriamente.

Estados Unidos de América, en cambio, hizo un programa que prevé acabar
con sus armas químicas en septiembre de 2023 –¡ocho años después que
Rusia!–, para destruir las 2.845 toneladas de compuestos químicos en armas
que les quedan, según lo que declararon en su momento. Es decir, necesitan el
triple de tiempo que Rusia para acabar con la cuarta parte de material (!!) –
aunque bien que presumen los americanos de haber destruido ya su 90% de
material químico bélico y la Federación Rusa sólo el 70%–. El Secretariado del
tratado comprobó a lo largo de 2012 que los trabajos en Usa de construcción
de los complejos que les faltan –Pueblo y Blue Grass– siguen su ritmo (lento),
sin que haya habido nuevas destrucciones de armamento químico.

Para los Usa,
se trata de quedarse, de momento, los últimos con las armas
químicas y, mientras, sus contrapartes químicamente desarmados; con su
socio Israel repleto de ellas, el cual ha firmado el tratado pero no lo ha
ratificado –es decir que no lo cumple, ni lo va a cumplir–; y con sus socios
golfo's petroleros, como Arabia, que firmaron y ratificaron y, supuestamente,
no tienen tales armas pero… que se lo digan a los alkadeanos de Al-Nusra que
las utilizan en Siria y van armados por los saudíes.

Lo que sigue es un desarrollo documentado de la situación actual del tratado
de armas químicas, que conviene conocer para que no nos engañen los media,
ahora que vamos a oír hablar tanto de ello, por mor de la propuesta rusa para
salvar la situación siria.


Información recopilada de documentos públicos obtenidos de:
Organización para la Prohibición de Armas Químicas
OPCW - Organization for the Prohibition of Chemical Weapons

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