sábado, 26 de octubre de 2013

Ali Fayyad, diputado de Hizbolá, recibido en París

Ali Fayyad, diputado de Hizbolá, recibido en París

Jean Aziz-Al Monitor


Traducido para Rebelión por Lola OIiván Hijós.


El 22 de julio de 2013, los 28 países de la Unión Europea (UE) acordaron por unanimidad añadir el ala militar de Hizbolá en la lista de organizaciones terroristas de la UE. Pero menos de tres meses después, Europa ha abierto sus puertas a Hizbolá como invitado especial. Entre el 12 y el 14 de octubre, el Ministerio de Relaciones Exteriores francés recibió a Ali Fayyad, diputado del parlamento libanés por Hizbolá, en calidad de conferenciante invitado por diplomáticos, analistas y expertos franceses; [Fayyad] argumentó cómo Paris estaba equivocado e Hizbolá tenía razón.

En Paris se celebraba un simposio parlamentario sobre la prohibición de la pena de muerte en el Senado francés. Se invitó a tres diputados libaneses. Uno era el diputado Samir Jisr, del bloque parlamentario del ex primer ministro Saad Hariri. Jisr es abogado, ex jefe del Colegio de Abogados, y presidente de la comisión parlamentaria que lleva el tema de la pena de muerte. El segundo era el diputado Gasan Mujeiber del bloque de Michel Aoun. Mujeiber también es abogado y activista de la sociedad civil en materia de derechos humanos. El tercer invitado, Fayyad, no es  abogado ni está directamente involucrado en el tema del simposio; el diputado por Hizbolá es profesor de Ciencias Sociales.

Enseguida se hizo evidente que se trataba de un acuerdo para que los tres diputados libaneses fueran al Senado, desde donde el diputado de Hizbolá se dirigiría hacia el Ministerio de Asuntos Exteriores francés. Una vez allí, Fayyad se reunió con funcionarios del Departamento de Oriente Medio y del Centro de Análisis y Exploración del Ministerio, donde intervino en una sesión de preguntas y respuestas de dos horas de duración.

Según fuentes del propio partido, los franceses han decidido abrirse a Hizbolá, la más poderosa organización chií de Líbano, y están dispuestos a iniciar una nueva fase de diálogo franco-europeo con el partido, mientras que la organización afirma que se ha adherido a todas sus posiciones y decisiones.

Pero, ¿qué ha cambiado en estos tres meses? Círculos de Hizbolá han confirmado a Al Monitor que cuando se tomó la decisión de la UE en julio, el partido tuvo claro que el problema no era grave y que no reflejaba las verdaderas convicciones de Europa. Incluso antes de que se emitiera la decisión, tres embajadores europeos en Beirut visitaron a responsables de Hizbolá y les informaron de que no estaban convencidos personalmente de la decisión que estaba a punto de publicarse. Les señalaron igualmente que tampoco sus gobiernos lo estaban. Incluso después de que se emitiera la decisión, se celebraron muchas reuniones entre representantes de Hizbolá y diplomáticos europeos en la capital libanesa. Hasta la embajadora de la UE en Líbano, Angelina Eichhorst, visitó al responsable de Relaciones Exteriores de Hizbolá, Ammar Musawi, así como a los ministros de gobierno de Hizbolá, Fneish Muhammad y Husein Hajj Hasan, tan sólo una semana después de la decisión.

Al parecer, los nuevos acontecimientos hicieron el diálogo con París no sólo posible, sino necesario y urgente. Fuentes de Hizbolá han informado a Al Monitor que responsables del Ministerio de Exteriores francés aseguraron a Fayyad que París está abierto al diálogo con Hizbolá sobre la base de su compromiso con la estabilidad de Líbano. Los temas destacados en el encuentro fueron los movimientos yihadistas que han barrido Siria y su impacto en Líbano, los refugiados sirios y su presión social, económica y de seguridad sobre Líbano, y las relaciones entre las diferentes sectas libanesas y cómo dichas relaciones se organizarán en el futuro.

Quienes observan las relaciones entre París y los suburbios del sur de Beirut (bastión de Hizbolá) pueden señalar las diversas razones que sustentan la decisión de Francia y de la UE de invitar a Fayyad. Tales razones se pueden sintetizar de la siguiente manera:

Primero, el movimiento de Francia tiene lugar en el contexto de la reciente apertura estadounidense-iraní. Es un factor que no puede ignorarse al respecto de la iniciativa francesa. Es como si París y Europa pretendieran decirle a los estadounidenses: “No somos meros seguidores o ejecutores de vuestra política. Si Obama puede ponerse en contacto con el presidente Hassan Ruhani, nosotros también podemos invitar a Hizbolá y mantener un diálogo con él directamente”. Los cálculos franceses y europeos no tienen por qué ser leídos negativamente. Pueden interpretarse de manera positiva: “Está bien. Ustedes [estadounidenses] han decidido abrirse a Teherán. Nosotros también podemos ayudar en esta dirección. Y esta es una mera muestra”.

Segundo, la visita de Hizbolá a la capital francesa se ha producido en el contexto del  supuesto acuerdo ruso-estadounidense sobre Siria y de la proximidad de la Conferencia de Ginebra II, en la que es probable que participe Irán. Está claro que cualquier solución de la crisis siria abrirá grandes horizontes en el Levante, en lo político y sobre todo en lo económico. En el plano político, existe la impresión de que la “solución Siria” será un modelo a repetir para re-diseñar el mapa levantino en su totalidad y para resolver las guerras y las crisis de la mayoría de los países de la región árabe. Ello incluye a Líbano, al que Francia le ha importado mucho históricamente. Acabar con la guerra siria abrirá asimismo importantes oportunidades de inversión en la reconstrucción así como en las fuentes de energía y rutas de transporte en la cuenca oriental del Mediterráneo (Siria y Líbano). Hizbolá  es un actor clave en ambos países y tiene un gran impacto en su evolución.

Tercero, aquellos que están familiarizados con la capacidad e influencia de Hizbolá en tanto que fuerza política sabe que la organización chií está presente más allá de Siria y Líbano. Está presente en Iraq en toda su composición política detallada. Algunos en Beirut dicen que los representantes de las fuerzas políticas iraquíes se reúnen regularmente en los cafés del suburbio del sur de Beirut, donde discuten los resultados de sus reuniones con los responsables de Hizbolá. Hizbolá también está presente en Palestina aunque en menor medida que antes, dado que sus relaciones con Hamas se han enfriado un poco. Sin embargo, aún tiene contactos con Hamas y con otras facciones palestinas. Hizbolá conserva todavía cierto grado de influencia en Yemen, Bahrein, Kuwait e incluso en Arabia Saudí y en varios Estados árabes del Golfo; el secretario general, Hasan Nasralá, puede influir en la opinión pública de cada uno de estos países.

En 1996, cuando las relaciones entre Washington y Teherán eran muy negativas, un ministro cristiano libanés participó en una conferencia en la capital iraní. Le preguntaron:  “¿Cómo va usted a Irán si nosotros, en tanto que cristianos libaneses somos los aliados históricos de Occidente?” Él respondió: “Me he apresurado a hablar con Teherán porque cuando los vientos del 'coqueteo' entre Teherán y Washington empiecen a soplar, ninguno de ellos estará dispuesto a escucharnos. Parece que París ha adoptado en estos momentos la misma lógica con Hizbolá en nombre de toda Europa.

 http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2013/10/hezbollah-europe-france-opening.html?utm_source=&utm_medium=email&utm_campaign=8432

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