Parásitos “anarquistas” contra pusilánime y selectiva policía de Mancera
Ya son como una sombra amenazante cada vez que diversas fracciones de la sociedad se manifiestan en marchas con variados intereses. Ya sea contra Peña Nieto, contra las “reformas” educativas o petrolera o, como ayer, en la conmemoración del 2 de octubre.
Un grupo de individuos encapuchados, enmascarados, empaliacatados (algunas fuentes calcularon cerca de 200 ayer), armados con cuanto pueden, palos, fierros, piedras y bombas molotov (alguna foto mostró a uno con un machete), se infiltran, se unen a los contingentes que legítimamente se expresan de manera pacífica,
¿Es legítimo el anarquismo? En términos históricos, como una filosofía política contra el poder, sí lo es (bello ideal, mas imposible). ¿Es legítima la práctica “anarquista” de quienes así se hacen llamar en las diversas manifestaciones de la ciudad de México desde diciembre pasado? No. ¿Por qué? Simplemente porque no son “sus” marchas, organizadas o convocadas por ellos.
Si los “anarquistas” mexicanos de 2012-2013 desean expresarse con toda legitimidad y carga política, deben hacerlo autónomamente, sin pegarse como parásitos a entidades con otras características de expresión básicamente pacífica y que no buscan, como el anarquista tradicional, la abolición del estado, el gobierno y el poder, sino su modificación.
Como parásitos que han sido, estos supuestos anarquistas dan pie, sobre todo por su imagen oculta y su comportamiento violento, a que se especule sobre su naturaleza, si realmente son lo que dicen ser o si todos ellos lo son. Enmascarado, cualquier infiltrado ya sea del propio gobierno o no, puede hacer de las suyas y provocar o propiciar con ello una generalización de la violencia.
No por nada los maestros de la CNTE se han deslindado e ellos. No por nada, estos grupos no han tenido cabida en las marchas contra la privatización petrolera. Porque estas vertientes de lucha social se plantean como pacíficas.
Héctor Serrano, el secretario de gobierno de Miguel Mancera ha dicho que la policía ha actuado contra estos grupos de “anarquistas”, pero en realidad, el sinnúmero de imágenes y videos muestran a la policía uniformada o vestida de civil (con gas lacrimógeno, balas de goma, macanas, táctica de encapsulamiento…), arremeter contra todos menos contra los encapuchados famosos, someter y detener arbitrariamente tanto a quien marcha pacíficamente como a quien camina sin deberla ni temerla.
Y como escribió en twitter el fotoperiodista Alfredo Estrella, agredido por granaderos, “Parece q los ‘anarquistas’ una vez mas se fueron tranquilos y la policia del DF agarrro vs toda la prensa @POLICIADF”. Y es que al menos cuatro periodistas fotógrafos fueron golpeados y heridos por la policía de Mancera.
Yo mismo escribí este tweet durante los acontecimientos: “@ManceraMiguelMX desde el 1DMx hasta hoy, pasando x el 15SMx, ¿no has logrado averiguar q hay, quién está detrás de los "anarquistas"?!!!”.
Más tarde leería uno del periodista Alberto Barranco: “Una pregunta recorre México: Quien esta detrás de los ‘anarquistas’ para sabotear con provocaciones las movilizaciones legítimas de protesta”.
Si los “anarquistas” de hoy son legítimos, con capucha o sin ella, tendrán que plantarse por sí solos frente al poder con todo y las consecuencias. Mientras tanto, no serán sino parásitos que con su violencia orgánica ponen en riesgo la legitimidad de quienes sin ser anarquistas se manifiestan por sus propias causas y banderas.
Y lo que debe hacer Mancera es lo siguiente: 1. Desentrañar si la expresión anarquista es legítima o no, o si se trata de un subterfugio utilizado por provocadores, enemigos en realidad de quienes convocan a las distintas manifestaciones. 2. Desalojar a televisa del zócalo y desalojarlo él mismo, liberarlo del sitio policiaco a que lo tiene sometido por orden federal o a motu proprio a nombre de un simulado “centro de acopio”.
¡Basta de zócalo y ciudad sitiada!
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