sábado, 26 de octubre de 2013

Formas de hacer Historia durante el Islam medieval

Formas de hacer Historia durante el Islam medieval

El género Taʾrīj y su importancia como modelo historiográfico cohesionador

26/10/2013 - Autor: Francisco Mamani Fuentes - Fuente: Webislam
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http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Balamis_Persian_translation_of_al-Tabaris_Tarikh.jpg?uselang=es
Traducción al persa de Balʿamī (s. XIV) de la Taʾrīj ar-Rusul wa l-Muluk de al-Ṭabarī (?-923)
La importancia de conocer las formas de cómo se trasmite el conocimiento en las culturas radica en entender los procesos en los cuales los grupos humanos entienden el mundo que les rodea, y es por la misma razón que estas formas muchas veces nacen de determinadas relaciones que no están dadas en la mayoria de los casos por el azar.
La formación del lenguaje en esta tarea es vital, la conexión entre realidad y lengua genera un sin número de formas de conocimiento que durante siglos los grupos humanos se han encargado de mantener bajo diferentes formas. Es por ello que entender la formas de cómo se origina un discurso, las maneras de manifestarse en la cultura, las conexiones con el poder tomando formas hegemónicas y cómo finalmente decae, hace para un investigador un interesante tema a tratar, especialmente si se trata de comprender la formación del discurso historiográfico en una cultura determinada.
La relación entre historia y poder ha sido tratada muchas veces por la historiografía, pero pocas veces salimos del escenario europeo para comprender que existen muchas otras formas de construir y escribir la historia, es por ello que la elección de la historia en la historia del mundo árabe-musulmán, nos abre la puertas a una civilización que está íntimamente relacionada con la historia mediterránea y que desde su aparición en la historia mundial modificó todas las estructuras, tanto internas como externas. de las culturas que dirigió.
Los estudios del lenguaje y su relación con la historia y el conocimiento en Michel de Certeau, definen esta cuestion de la siguiente forma: la comprensión de las relaciones del lenguaje y el poder en un cuerpo social son radicales en el momento de entender el funcionamiento de la historia. Es ahí cuando realmente entendemos los procesos propios de esa cultura y cómo ésta se conecta con las formas que ella determina como saberes.1
El concepto de historia en el Islam
Existe una gran diferencia entre lo que el mundo occidental considera como historia y lo que se desarrolló en el mundo islámico, especialmente ya que no se puede definir desde una linealidad proveniente del modelo occidental de entender la construcción del discurso histórico. Para el mundo árabe-musulmán la historia es un fenómeno que no está incluido en un proceso de formación de una disciplina, por ende no tenía un valor educativo claro durante los primeros años del Islam. A esto podemos agregar que el concepto de historia tampoco tenía una definición clara durante esta misma época. Es así como todas estas realidades hacen que debamos remontarnos a otros aspectos del saber y del poder para encontrar tanto su origen como su definición. 2
Para entender el lugar que tenía la historia dentro de los saberes del mundo islámico inicial, hay que delimitar que sólo se entendía por ciencias a las áreas del conocimiento que provenían del estudio del Corán: la lectura (qira᾽at), la recitación (taywid) y la exégesis (tafsir). A estas tres se les sumaban otras cinco, que no son de carácter complementario, pero estaban asociadas intimamente para comprender a cabalidad el texto sagrado: la llamada Tradición del Profeta (hadiṯ), la jurisprudencia (fiqh), la teología (kalam) y la lengua árabe (῾arabiyya) con su gramática (nahw).
Frente a todo esta contrucción de saberes que se fueron desarrollando inmediatamente después del “hecho coránico”, estaba otra forma de expresión proveniente de los tiempos antiguos del mundo árabe (Jāhiliyya), en donde el mundo de la oralidad se manifestó en una literatura inicial (adab). En este género es donde podemos encontrar los primeros elementos constitutivos del género historiográfico árabe. 3
Durante los dos primero siglos del Islam, el desarrollo de la literatura dio paso a diferentes formas de escribir narraciones con carácter historiográfico. Es con la llegada del siglo IX d.C/ II h, cuando el poder califal fomentó la escritura de la misma, con claros tintes que buscaban la legitimización de las nuevas estructuras políticas que desplegaron las gobernantes de la dinastía omeya, lo que asociado a las redes de dependecia en la nueva clase burocrática del Estado, se forma una serie de intelectuales que estaban en contacto directo con los archivos y textos, modelando uncorpus historiográfico que en esta época comenzó a tomar forma definitiva.
Para Felipe Maíllo Salgado, durante estos primeros siglos es donde comienza a definirse la idea de la historia, relacionándose ésta con el desarrollo de la islamología. El tiempo islámico que nace en la hégira es “como una contínua sucesión de fracturas y de imparable decadencia, tanto más palpable cuanto se aleja de la época de la revelación”4. Un destino completamente escatológico marca el destino de la humanidad, dándole un sentido pesimista y lineal.
Esta idea del tiempo y la historia ha sido trabajada extensamente por María Jesús Viguera Molins, quien explica que esa relación está dada por un trasfondo lingüístico, propio de la lengua árabe. La inexistencia del futuro verbal, propiamente tal como tiempo, que a pesar de existir en la forma de un presente (muḏāri‘) permanente, depende de éste último para su contrucción gramatical. Entendemos entonces que el futuro se construye como parte del presente, no hay una situación conflictiva de manera temporal, constituyéndose un constante presente y un pasado real con carácter ejemplificador. 5
El género historiográfico Taʾrīj   
Este tipo de historiografía es la que guarda un papel más importante entre los géneros que nacieron en la civilización árabe-musulmana, ya que su desarrollo ha sido determinado por dos formas de manifestación: la primera es la llamada Ta᾿rij ‘alà as-sinin (historia analítica). Ésta se caracteriza por una narración cronológica según la hégira, con un constante parafraseo “en el año tal”; se describen los hechos de manera breve y condensada y el relato es de forma anafórica. Para Rosenthal su origen se remonta a la zona geográfica mesopotámica durante el siglo II de la hégira, siendo heredera de los modelos griego y siriaco. El segundo tipo es la Ta᾿rij al-jalafa᾿ (historia de los califas), que dispuso su narración según cada reinado.6
Estos dos modelos demuestran que el genero historiográfico mantuvo las formas deljabar (modelo historiográfico centrado en "noticias") y el ta᾿rij, mezclándose. Nuevamente, Rosenthal explica que este fenómeno evidencia una dinámica donde la historia busca prescindir del isnād (cadena de transmisión verificadora), tratando de obtener una economía en los medios discursivos. Esto se vió en una relación continuada de los hechos, siendo ordenados cronológicamente, además de una imposibilidad en la transmisión, lo que llevó a una modificación radical del modelo, disponiendo la narrativa de forma esquematizada. 7
El jabar aporta a este modelo nuevas versiones de un hecho y el  ta᾿rij genera el carácter vivo-oral de la narración. Esto generó una historia ordenada y fechada que fomentó la pérdida de datos e impidió la reconstrucción del contexto socio-económico, ya que había una preselección dura de los datos. Otro aspecto que incorpora el  ta᾿rij, y que es importante para esta investigación, es que la motivación de su escritura no es popular como el jabar,  sino que nace para el Estado, originada desde una perspectiva personal, pensada y trabajada, es decir, nace de una burocracia letrada.
Finalmente, este modelo tiene su pináculo con la llegada de la dinastía abbasí, donde nace una ideología universalista, originada en la extensión de su poder que va desde España hasta el límite con la India, generando un tipo de historiografía que es conocida como las “Historias Universales”. Éstas relatan los sucesos ocurridos desde la creación del mundo hasta la llegada del Islam, introduciendo esta linea de sucesos en dirección a la divinidad. Este modelo se ha sobreentendido de la obra de Ibn Isḥāq, quien fue uno de los biógrafos de Muhammad. En este tipo de historia vemos ya de forma determinante la influencia del cristianismo, el judaísmo y el mundo persa, que vuelcan sus historias para validar la explicación coránica del mundo. Las obras más destacadas de este género son las siguentes: la Taʾrīj ibn Wāḍiḥ de al-Ya‘qūbi (?-900), que se caracterizó por tener un método histórico que prescinde del isnād, teniendo un alto sentido de la crítica textual y siendo importante para el estudio del periodo preislámico, lo cual facilita su organización cronológica; la siguente obra es la que escribio al-Ṭabarī (?-923), la  Taʾrīj ar-Rusul wa l-Muluk, que se caracterizó por estar relatada por acontecimientos por año, mezclando jabar e isnād, y el tiempo histórico está dispuesto según los rituales políticos que gobiernan las vidas de los musulmanes; finalmente, la mayor obra de este tipo es la que escribió al-Masʿūdī (?-956), la Muruŷ aḏ-ḏahab wa ma‘ādin al-ŷawahir, que por su gran variedad de fuentes (escritas, orales y experienciales) fueron de gran aporte a la historiografía islámica, además de entregarnos una alta información de su época, ampliando el marco geográfico y etnógrafico del califato abasí. Esta obra provee un nuevo componente historiográfico: el saber por el saber, visión que generó una historia teológica y teocéntrica. 8
Citas:
1 Le Goff, Jacques, Nora, Pierre, Hacer la Historia (tomo 1), Laia, Barcelona, 1985, p. 31
2 Rosenthal, F., A History of muslim Historiography, Brill Archive, Leiden, 1952, pp, 11-15
3 Cahen Cl., Introduction a l´histoire du monde musulman médiéval. VIIe-XVe siècle, Pluriel, Paris, 1982, p. 55
4 Maíllo Salgado, F., De historiografía árabe, Abada editores, Madrid, 2008, p.16
5 Viguera, María Jesus, “Tiempo e historia”, LIX, RDTP, 2004, p.58
6 Rosenthal, A., Op. cit., pp. 93-94
7 Ibíd., p. 97
8 Chalmeta,  P., “Una historia discontinua e intemporal (jabar)”, Hispania, 123, CSIC, Madrid, 1973, pp 35-36

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