viernes, 29 de noviembre de 2013

¿Qué es ulfa (familiaridad)? ¿Cuáles son sus efectos negativos?

¿Qué es ulfa (familiaridad)? ¿Cuáles son sus efectos negativos?

Una forma de ulfa o confianza excesiva consiste en el anquilosamiento del pensamiento y la mentalidad que afecta a sus acciones y su devoción

29/11/2013 - Autor: M. Fethullah Gülen - Fuente: Revista Cascada
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M. Fethullah Gülen.
La palabra ulfa literalmente significa relaciones familiares, familiaridad y amistad. Pero el sentido que conlleva la pregunta es mucho más amplio y completo de lo que expresa la mera traducción de la palabra.
La relación de la humanidad con las cosas y los acontecimientos, los significados y las conclusiones obtenidas de los mismos por ellos de tal relación, las acciones y las reacciones que se generan a través de estas conclusiones dentro de sus conciencias, y los cambios de sus acciones y actitudes a consecuencia de todo esto, son una cadena de asuntos que mantienen el alma activa, sensible y vigorosa.
La admiración que la humanidad siente por el esplendor y la atracción de la creación, la curiosidad y maravilla ante el orden preciso del universo, el conocimiento que adquiere con las cosas que descubre, el deseo de llegar cada vez más y más lejos, la capacidad intelectual y la forma organizada de pensar, todo la conduce a ser tanto mental como espiritualmente sensible, a estar alerta, activa y preocupada ante todos los acontecimientos.
En comparación, si no perciben la conmovedora belleza y la variedad de los acontecimientos que suceden alrededor de ellos, si no siguen su vida en la ignorancia de las combinaciones armoniosas que actúan en el universo, desatentos e indiferentes ante todo lo que ocurre alrededor de sí mismos; si no buscan las causas, los efectos y la sabiduría detrás de todas estas cosas y los acontecimientos; y si tampoco son capaces de descubrir su mundo interior y el alma, todo esto constituye, en definitiva, una muestra de insensibilidad, negligencia, ignorancia y enervación espiritual. Ni el misterioso libro del universo ni la demostración de sus signos ante sus ojos, hoja por hoja, les enseña algo. ¡Cuántos signos hay en los Cielos y en la Tierra que pasan por alto, haciendo caso omiso de los signos y no los tienen en consideración! (12:105). A pesar de la exposición de caídas y subidas, en las convincentes ilustraciones en la naturaleza y la historia, ¡cuán poca gente se beneficia de ellos!
Para aquellos que son conscientes de lo que está pasando a su alrededor, la curiosidad y la admiración que sienten hacia la creación es algo parecido a hacerse a la mar en un océano interminable, en cada etapa del rumbo que se ha tomado se adquieren las llaves de oro de los misteriosos palacios del universo. A medida que los hombres avanzan con el corazón puro, con los sentimientos elevados, la mente serena y el alma preparada para recibir inspiraciones —y al alimentar su alma con lo que recogen de la creación entera— su mundo intelectual se torna en un jardín de Paraíso y cede sus frutas.
Aquellos que no alcanzan tal entendimiento, no pueden salir del círculo de la familiaridad y siguen quejándose de la monotonía de las cosas y los acontecimientos.
Según dichas personas, todo es un caos, oscuro y sin sentido... A pesar de que ven todos los signos (de la verdad), no creen en ellos… (7:146). Tienen la mente encadenada, el alma con yugo y su corazón está sellado, así que no entienden (Existen muchos versículos en el Corán que terminan de esta manera). No se puede pretender que esta gente haga el bien o produzca algo útil en esta situación.
Hay otro tipo de la familiaridad que sucede después de que una persona lo aprenda todo o que piense que lo ha aprendido todo y sin embargo, en realidad, no lo ha hecho. Creo que de eso trata la pregunta. Después de haber aprendido, creído, adquirido conocimiento o experimentado un poco, las condiciones que se cambian y las bellezas renovadas deben causar las nuevas dimensiones y la mayor profundidad. Perder el interés, la vigilancia y la sensibilidad y no asistir a lecciones o sacar conclusiones, es un tipo de caída o desviación, decaída y muerte, en los sentimientos de esa persona.
Si aquellos que han sucumbido a esa situación no se despiertan inmediatamente y empiezan a apreciar otra vez la delicadeza, la sutileza de pensamiento y la sabiduría en las cosas; si no disponen sus oídos para escuchar los Mensajes Divinos, son condenados a convertirse en seres yermos y fallecer. Por lo tanto, el Creador del universo ha enviado varias personas y ha dado lecciones y advertencias a través de ellas. Por medio de estos sinceros, dignos de confianza, elocuentes e infalibles guías, el Omnipotente reitera Sus Mensajes Eternos y así trae la claridad para las mentes, fuerza para los corazones y paz para las almas. Además, Él siempre despierta las conciencias contra lo que puede convertirse en hábito y anima a la gente a examinar todos los cuadros vivos que Él presenta a su entendimiento.
Dios reitera muchas veces la creación de la humanidad, la dispersión de la especie humana hacia los cuatro puntos cardinales de la Tierra, su unión y felicidad con sus cónyuges, la grandeza y la magnificencia de la creación del mundo y de los cielos, la variación de lenguas y colores, los beneficios de la alternancia de días y noches, y las bendiciones, la fertilidad y la prosperidad que vienen con las actividades del clima como tormentas, relámpagos y lluvias, en las palabras más poderosas y variadas. Dios nunca deja ningún lugar para «sentirse habituado» o tomarse demasiadas confianzas, al menos, no para aquellos de Sus siervos que poseen conocimientos, reflexionan, razonan y entienden.
Y entre Sus signos está que os ha creado de la tierra, y desde (entonces), os habéis convertido en una población humana dispersada extensamente. Y entre Sus signos está que ha creado para vosotros, de vosotros mismos, compañeras para que os inclinéis hacia ellas y encontréis reposo en ellas, y ha originado amor y ternura entre vosotros. Sin duda en esto se dan signos para la gente que reflexiona. Y entre Sus signos está la creación de los Cielos y de la Tierra, y la diversidad de vuestros idiomas y colores. Sin duda en esto se dan signos en realidad para la gente que tiene conocimiento (de los hechos en la creación, y que no tiene prejuicios). Y entre Sus signos está vuestro acto de dormir por la noche y el día, y vuestro acto de buscar (los sustentos) de Su munificencia. No cabe duda de que en esto se dan signos para la gente que escucha (a los mensajes de Dios en la creación, y Su provisión a toda la creación). Y entre Sus signos está que os expone el relámpago ante vosotros, motivo de temor (de ser golpeado) y de esperanza (por la lluvia), y que Él hace descender agua del cielo, y revivifica con ella la Tierra después de su muerte. No cabe duda de que en esto se dan signos para la gente que razona y comprende. (Rum 30:20-4)
Como ya mencionamos, muchos versículos coránicos nos llaman la atención hacia las maravillas y milagros extraordinarios, los cuales numerosas personas dejan de apreciar día tras día como correspondería. Nuestra situación se puede comparar con la de un pez que vive en el agua, pero no sabe lo que el agua es, ni qué valor tiene para sí mismo.
Otra forma de ulfa o dicha confianza excesiva consiste en el anquilosamiento del pensamiento y la mentalidad que afecta a sus acciones y su devoción. Esta es la muerte del amor de alguien (‘ishq), del éxtasis (wajd), y el entusiasmo. Aquel que se abate en tal estado pierde el amor y el entusiasmo en pos de la devoción, el sentido de la responsabilidad, la aversión a los pecados, así como el deseo por arrepentirse y lamentarse de sus pecados. A partir de entonces, es casi imposible hacer retornar a aquella persona a su anterior estado de bondad. Esto requiere que personas muy puras y sinceras recuerden y ayuden a aquellas que deben aprender a contemplarse, de modo que puedan evaluar su situación y prestar atención a las advertencias y a la gente que se las da.
Cada voz y aliento que llega a los seres humanos para establecer un nuevo espíritu siempre ha comunicado el mismo mensaje: habituarse (acostumbrarse), ser insensible, vetusto, envejecer y tornarse en un cadáver es inevitable para algunas personas, en determinados tiempos, pero nunca es imposible renovarse, mientras que se respeten a aquellos que deben emplear un instrumento afilado para curar la enfermedad de su alma:
¿Acaso no ha llegado aún el momento para aquellos que creen que sus corazones se deberían ablandar con humildad y sumisión (a Dios para luchar en Su causa) ante la Remembranza de Dios (el Corán) y lo que ha descendido de la verdad (las enseñanzas Divinas)? ¿Y (acaso no ha llegado aún el momento) que no deberían ser como aquellos a los que se les dio antes el Libro? Ha pasado mucho tiempo por ellos (después de recibir el Libro) y así sus corazones se han endurecido; y muchos entre ellos (han sido) transgresores. (57:16)
En resumen, ulfa, el anquilosamiento y el exceso de confianza, es un gran desastre que aflige a los seres humanos, y de hecho ha afligido a muchos. La persona afligida es inconsciente de los acontecimientos que suceden a su alrededor, está ciega ante las bellezas del gran libro de universo y sorda ante las lenguas que hablan la verdad. Por eso es superficial e incompetente en su fe, sin amor y éxtasis en su veneración, y desequilibrado, injusto y equivocado en sus relaciones sociales. La salvación de una situación tal para dicha persona depende de una mano poderosa extendida para ayudarle y hacerlo ver y oír otra vez. Por esta razón, a esa persona se le debe hacer reflexionar y meditar sobre la muerte y el Más Allá, visitar muchas instituciones de caridad, participar en algún servicio social y religioso; y encontrarse con gente sincera, versada, llena de amor, éxtasis y fervor hacia el Islam. De esta manera, las oportunidades y las condiciones deben ser preparadas para reformar y renovar a aquella persona. Hay muchos puntos más para tratar sobre este tema, pero sólo hemos tenido tiempo para examinar algunos de ellos con la esperanza y rezando a Dios, el Todopoderoso, en Cuyas Manos están las llaves de nuestros corazones, de que nos mantenga alejados de ulfa y la elimine de nosotros.

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