sábado, 28 de diciembre de 2013

Algunos principios islamicos

Algunos principios islamicos

El islam en su doctrina, recopilada en sus libros sagrados

03/08/2013 - Autor: Dr.Armando Bukele Kattan - Fuente: aclarandoconceptos.com
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La mezquita del Profeta en Medina a principios del siglo XX
La mezquita del Profeta en Medina a principios del siglo XX
Alabado sea Allah. Que la paz y las bendiciones se derramen sobre sus enviados y sobre toda la humanidad.
Algunos principios islamicos
El Prójimo “Da lo que es su derecho al pariente así como al pobre y al viajero, pero no malgastes tus riqueza” (CORAN 17: 26)
El Profeta dijo: “No es creyente aquel que come hasta  saciarse, cuando su prójimo tiene hambre”. “No es creyente aquel cuyo prójimo no esté a salvo de su mano y de su lengua”. Y “no es creyente aquel que no desea para su hermano, lo que desea para sí mismo”.
De hecho, de acuerdo con el Sagrado Corán y las Tradiciones islámicas, el musulmán debe cumplir con su responsabilidad moral, no sólo con sus padres, parientes y vecinos, sino con toda la Humanidad, los animales, incluso todo el ecosistema. Por ejemplo, no está permitido cazar pájaros y animales por el mero placer de cazar, o hacerlos sufrir por diversión. De la misma forma, está prohibido talar árboles y plantas frutales, a menos que exista para ello una necesidad muy apremiante.
De este modo y basándose en estas características, el Islam creó un sistema moral elevado, gracias al cual la Humanidad pudo alcanzar todo su potencial. El Islam purifica el alma del egoísmo individualista, de la tiranía, de la vanidad y de la indisciplina. Creó hombres y mujeres piadosos y devotos a Allah, leales con sus ideales, cultos, llenos de bondad, generosidad y disciplina, que no se comprometían ni con la falsedad ni con la corrupción.
Hoy el Mundo, incluso el mundo árabe, se encuentra sometido a las potencias occidentales, quienes alejándose del pensamiento islámico, e incluso abandonando el cristianismo, por un pragmatismo neo-colonial, que produce bienes materiales  y se enriquece, no importa que se lleve de encuentro a sus hermanos más débiles. La ley del más fuerte tiene categoría de undécimo mandamiento y quizás el único, cuando se abandonan los otros 10.
Incluso hay iglesias cristianas, las conocidas como iglesias de la prosperidad, donde manifiestan que las buenas obras no sirven para nada y que incluso afirman que la Ley de Dios y los profetas, fue abrogada ¿Qué acaso no saben, que la ley de Dios, es básicamente los 10 mandamientos, tabulados en la tabla de la ley de Dios, o de Moisés, que Jesucristo mismo afirmó (Mateo 5:19), “que el quebrantare tan solo uno de los mandatos de la Ley, será considerado el más pequeño en el reino de Dios. Y en el 5:17 dijo: “no crean que he venido a poner fin a la Ley, sino que he venido a que se cumpla”. El Evangelio de Cristo y las tablas de la ley son reconocidas en el Sagrado Corán como palabra de Dios y comunicada a través de Aisa, Jesús, el Evangelio, y del profeta Moisés (Moshe en hebreo y Musa en árabe), la Ley, la paz y bendiciones de Dios, están siempre con ellos.      
El Islam en su doctrina, recopilada en sus libros sagrados, induce sentimientos de responsabilidad, moral y fomenta la capacidad de autocontrol. Genera solidaridad, hermandad, misericordia, simpatía, paz, desinterés, ecuanimidad y veracidad escrupulosa, respecto a toda la Creación y en todas las situaciones.
Nutre las nobles cualidades de las que únicamente se puede esperar el bien. Participa y coopera en resolver los problemas económicos y políticos de la Sociedad.
El musulman tiene que amar a su Patria y respetar sus símbolos sagrados. El musulmán debe recordar que el Profeta fue muy claro al afirmar que: “El amor de Dios, se complementa con el amor a la Patria.”
El musulmán debe siempre mantenerse en el camino de la purificación y elevación del alma, para no volverse un esclavo de sus propios deseos y pasiones. Allah ha alabado a aquellos que contienen sus deseos y se juzgan a sí mismos: “¡Bienaventurado quien la purifique! (al alma) ¡Decepcionado, empero, quien la corrompa!” (Corán 91: 9-10).
El ser humano en general y por consiguiente el musulmán, no es perfecto ni infalible, y por ello comete equivocaciones y pecados; pero a pesar de ello, el musulmán debe combatir su ego para apartarse de todo lo malo. Cuando es vencido por los deseos y comete un pecado, no debe perder la esperanza en la misericordia de Allah, sino que por el contrario, debe volverse a Allah arrepentido; debe culparse por la desobediencia que cometió y purificar su alma, para no caer en el pecado nuevamente. El arrepentimiento sincero tiene tres características:
1.      Huir del pecado.
2.     Lamentarse de haberlo cometido.
3.     Poseer la firme determinación de no volver a cometerlo en el futuro.
Cuando un musulmán se arrepiente sinceramente, Allah acepta su arrepentimiento y perdona su pecado. Dice el Corán: “¡Creyentes! ¡Volveos a Allah con sincero arrepentimiento! Quizá vuestro Señor borre vuestras malas obras y os introduzca en jardines por cuyos bajos fluyen arroyos”. (Corán 66:8).
Modales con la esposa.
1. Mantenerla económicamente es una obligación islámica.
2. Tener buen trato, ya que el Profeta dijo: "Los mejores de vosotros son lo que mejor tratan a sus esposas".
3. Amarla y respetarla, porque el Profeta dijo: "Que ningún creyente repudie a una creyente. Pues si detesta de ella alguna característica seguramente se complace de otra (característica)."
4. Ser justo.
5. Complacerla sexualmente.
6. Guardar sus secretos.
7. No mencionar ni criticar sus faltas y limitaciones en público.
8. Enseñarle el Islam, ordenarle el bien y prohibirle el mal.
9.  Jugar y divertirse mutuamente.
10. Enseñarle buenos ejemplos  y aprender de los buenos ejemplos de ella.
Una vez que el musulmán cumple con sus deberes, tiene el derecho de pedirle a su esposa que le sirva y lo atienda. Como dice una canción latina: “El hombre que sabe querer, sabe dar y pedir a la vez.”
El musulmán debe ser amable con su familia, debe mantener fuertes los lazos familiares; siendo bondadoso con ellos, aún cuando éstos lo abandonen. Debe ser amable con ellos aún cuando estos no le correspondan. Él debe respetar a sus mayores, mostrar misericordia por los niños, visitar al enfermo y consolar a los afligidos. Allah dice: “Da lo que es de derecho al pariente, así como al pobre y al viajero, pero sin prodigarte en demasía”. (17:26).
Los derechos del vecino
Los vecinos en el Islam tienen derechos similares a la familia; entre estos derechos se encuentran: ser amable con ellos, no perjudicarlos, ser generoso con ellos, siempre recibirlos con una sonrisa. Se debe visitarlos, hacerles obsequios aunque sean sencillos. Demostrarles siempre respeto, debiendo honrarlos y jamás burlarse de ellos.
Intolerancia y fanatismo
Hoy en día, la fe y la entrega por la causa de la verdad y la justicia parecen para el hombre 'postmoderno', algo del más remoto pasado, algo enterrado en libros de historia que hablan de mártires y santos, una condición abandonada por el ser humano. No es extraño entonces que la cultura occidental, tan alejada ya de los valores sagrados y trascendentes, tan apartada de Dios, vea como 'fanatismo' y 'locura' toda entrega sincera por la fé, todo sacrificio en aras de la verdad. Un ser preocupado sólo por sí mismo, por sus intereses inmediatos y materialistas, no puede comprender que otro hombre se sacrifique por un ideal de justicia, o que luche para liberar a sus hermanos de la opresión, o que someta a sus pasiones y no se entregue a las bajezas que degradan su condición humana. Eso no significa que el Islam fomente el terrorismo, sino todo lo contrario. Pero primero, tenemos que definir terrorismo, para no confundir los términos: “terrorismo es el ataque indiscriminado sobre civiles desarmados e indefensos, que no participan en la guerra, con el objeto de sembrar destrucción y pánico en la población civil.”
A eso el Corán afirma: que “el que asesine a un inocente es como si matara a toda la Humanidad y el que lo salve, es como si salvara a toda la Humanidad.”  No existió ni existe cultura más justa y tolerante que el Islam. Prueba de ello es que aceptó en su seno y protegió a los devotos de otras religiones, que prosperaron siempre bajo su gobierno. Baste como ejemplo el caso de los judíos, que siempre vivieron tranquilos en territorios del Islam; y perseguidos y violentados hasta asesinarlos en los países cristianos: Es importante mencionar el período de la España musulmana, Al-Andalus, en que tuvieron un florecimiento notable de su filosofía y estudios religiosos como también en la Jerusalén Musulmana y en el Imperio Otomano. Ejemplos adicionales sobran. La cultura occidental es altamente discriminadora y no dejan de presentarse en ella, de tanto en tanto, serios brotes de racismo: 'Negros, 'judíos', 'moros', 'extranjeros', gitanos, 'hispanos', indios, latinos, turcos zambos, mestizos, mulatos, indocumentados, inmigrantes ilegales etc, etc. son objeto de discriminación. Es una cultura egoísta, en donde la tendencia es a separar y dividir; no hay hermandad, ni una concepción universal del ser humano; incluso se perseguía a seres de la misma fe, pero de distinta raza. En el Islam, en cambio, siempre han convivido todas las razas en pie de igualdad. Dijo el Profeta: “'Los musulmanes son hermanos entre sí”'. Y afirmó también: 'Todos los hombres son iguales como los dientes del peine del tejedor; no hay diferencia entre el árabe y el no-árabe, entre el blanco y el negro, excepto por la piedad.' destacando que la única nobleza es la espiritual.
Estamos hablando de la doctrina Islámica y de los que siguen el camino recto, que en tiempos del apogeo islámico eran muchísimos; no de los descarriados, que en estos siglos de pecado y corrupción, existen en mayor número que antes, en todos lados y en todas las religiones. 
El Sagrado Corán es perfectamente claro cuando establece que la fe no se impone por la fuerza, sino que se evidencia por sí misma, a la razón y al corazón del hombre: 'No haya imposición en cuanto a la religión. (Corán 2:256). Y además: que “el que quiera creer que crea y el que no quiera creer que no crea (Corán 18:29).
Por otro lado, el Islam es claro al afirmar que la Fe debe complementarse con buenas obras y que tanto éstas, como las malas, serán pesadas. Y no se centra en lo que hagamos solo al final de nuestra vida, sino que en toda nuestra vida. Fuera de ello, no contempla un castigo eterno, infinito, para una culpa finita y por ello, los condenados estarán en el infierno hasta que paguen su culpa, ó Dios se apiade de ellos.
Finalmente es conveniente hacer una diferencia: El Islam fue grande y culto, cuando lo pueblos musulmanes practicaban con fervor sus principios, sin olvidarse, ni desviarse de ellos.  En la medida que se apartaron de los principios Islámicos, entraron en decadencia.
En el cristianismo fue al revés. Mientras cumplían sus principios, el cristianismo se mantuvo a la zaga, sin descollar demasiado. El desarrollo tecnológico, la liberación de la mujer y su perfil económico, crecieron en el mundo cristiano en la medida que el laicismo ocupó su lugar. Actualmente alrededor del 50% de la Europa “cristiana” es agnóstica ó atea y sumando. El Islam continúa creciendo; y se calcula que en el 2050, la mitad de la Humanidad será Islámica. Ojalá    

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