martes, 10 de diciembre de 2013

Las soprendentes propiedades antibióticas del orégano

Las soprendentes propiedades antibióticas del orégano


El orégano (Origanum Vulgare), es una planta originaria del mediterráneo


10/12/2013 - Autor: Redacción red permacultura - Fuente: Red Permacultura



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Planta de orégano

El orégano (Origanum Vulgare), es una planta originaria del mediterráneo, utilizada inicialmente en lugares como Turquía e Italia, y famosa por ser el condimento oficial de la pizza y de las pastas con salsa de tomate. Ha sido siempre una planta particularmente querida –incluso llamada “la hierba de la alegría” por los griegos. También, sus hojas fueron utilizadas durante los rituales festivos de las bodas romanas, y en alguna culturas se le atribuyen propiedades como un protector ante fuerzas metafísicas poco deseables.

Adoptada ampliamente por sus propiedades medicinales, el orégano es considerado el mejor antibiótico presente en la naturaleza, ya que mata bacterias, hongos y microorganismos nocivos. Se ha comprobado que también contiene propiedades anti-tumorales y antisépticas, además de ser un gran digestivo. Por si sus cualidades no fuesen suficientes, el oregano es fuente de vitamina K, la cual protege el sistema cardio vascular, y fortalece los huesos, y contiene Omega 3, el cual, probadamente, mejora el funcionamiento del cerebro.

Antioxidante, antiinflamatorio, esta planta alivia enfermedades en la piel, combate enfermedades respiratorias, dolores musculares, cólicos menstruales y molestias estomacales.

Una de las maneras más prácticas de ingerirlo es a través de una infusión: únicamente se requieren dos cucharadas de la planta, dejarlas reposar en agua hervida durante cinco minutos, y estará listo para ser ingerido.

El orégano está considerado entre los diez alimentos más saludables del mundo, y su aceite es de fácil extracción. A continuación compartimos un proceso doméstico para que tú mismo puedas prepararlo:

1. Recolecta una taza de orégano fresco y colócala en una bolsa de plástico.

2. Utilizando un mortero de cocina o rodillo, aplasta el orégano para liberar sus aceites naturales.

3. Mientras tanto, calienta una taza de aceite portador (aceite de semilla de uva o de oliva funciona también) en la estufa. No hierva el aceite.

4. Cuando esté caliente, añade las hojas de orégano y masajea.

5. Vierte la mezcla en un frasco limpio y aprieta la tapa. Pon el frasco en un lugar limpio y seco (el alféizar de una ventana funciona muy bien) y déjalo durante 2 semanas.

6. Después de dos semanas, cuela las hojas y el aceite de orégano está listo usar. Úsalo directamente sobre la piel, o tómalo internamente.

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