viernes, 14 de febrero de 2014

Del espanto de ser árabe

Del espanto de ser árabe


“El otro” es “raro” y por lo tanto digno de ser mirado con estupor


14/02/2014 - Autor: Farah Azcona Cubas - Fuente: Envio Webislam



  • 0me gusta o estoy de acuerdo
  • Compartir en meneame
  • Compartir en facebook
  • Descargar PDF
  • Imprimir
  • Envia a un amigo
  • Estadisticas de la publicación



“El otro” es “raro” y por lo tanto digno de ser mirado con estupor.

Desde la estupefacción que suscita mi camiseta, escrita en árabe, entre los turistas europeos que visitan las Islas Canarias, debo hacer una reflexión. Sumergida, como hizo Maruja Torres cuando se disfrazó de gitana para infiltrarse en los laberintos del racismo español con un magnífico resultado en forma de reportaje-libro, y sin ningún ánimo por mí parte de llegar jamás a tan escarpadas cimas de la fama.

Abundaré en la xenofobia europea ante todo lo que no sean “cremas solares, minifaldas, cabellos rubios y tacones 'stilleto' de color blanco”. La ciudadanía europea, y ya no hablemos de los gobernantes, no se detiene a conocer “al otro” que tanto les enriquece.

“El otro” es “raro” y por lo tanto digno de ser mirado con estupor, escudriñado y juzgado, cuando no agredido e insultado.

La Filoxenía, esto es amor a lo nuevo, raro o extranjero, que enriqueció tanto a Europa allá por la baja Edad Media cuando los árabes establecieron puentes para llenar de luz el oscuro sistema político de las “Ciudades Estado”, estableciendo las relaciones internacionales, creando leyes y tratados desconocidos para el derecho Romano, basado en “sojuzgar al otro”, y trayendo a Europa la mayor civilización conocida por aquella época, y que abrió el camino a lo que hoy conocemos por Europa.

Y así dice El sagrado Corán del Islam:

“…tu Señor recompensará a quienes después de haber sido probados, emigraron, combatieron y fueron constantes…”.

El aragonés Pablo Serrano, decía que “Ciencia y humanismo han de ser un abrazo y no un muro que separa razón y sentimiento”.

En su libro “Iraq. Un fracaso de Occidente, 1920-2003” Ed. “Tusquets” escrito por Gema Martín Muñoz, directora de “Casa Árabe”, y experta en el mundo arabo-islámico, señalaba al micro-biólogo David Kelly, como artífice de la teoría “armas químicas de destrucción masiva” de Saddam Hussein.

La “Ciencia del muro separador” llevó a Kelly a suicidarse, pienso que por haber engañado al Planeta entero y provocar el caos en la región.

Curiosamente, al ver mi vestido árabe, las únicas personas que se mofan de mi persona son las de menor nivel cultural, habitantes de Canarias, que sienten como les “invaden” toda suerte de nacionalidades y culturas, arremetiendo contra los más desfavorecidos, árabes y chinos en especial, pero sin dejar de usar términos despectivos y racistas, como “Macchu-Picchu” para referirse a los latinoamericanos.

Debo subrayar la observación que hizo Emanuel Levinás, filósofo de origen judaico-alemán, sobre la “Alteridad” o la cuestión de “El Otro” en la formación de la propia identidad.

Según Levinás, “Somos cuando alguien nos nombra y nos ama, y por lo tanto la única identidad posible es la que se logra mirando a los ojos del “otro” y asumiendo instantáneamente toda la responsabilidad del alma observada”.

Las migraciones se han producido a lo largo del devenir humano por diversos motivos, sean económicos, sean por el ansia de ampliar nuestro micro-mundo, yendo hacia el Planeta que la televisión y los satélites nos muestran hasta en el más recóndito lugar del Globo. La necesidad de un “golpe de suerte” que te lleve a la popularidad con la que nos hacen soñar a la ciudadanía anónima, mientras consumimos productos fornecidos por el Capitalismo, que es quien sirve a diario la “mesa globalizada”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario