El consumo del 'khat', la hoja de coca africana, se expande por Europa
La droga, consumida en Etiopía, Kenia, Somalia y Yemen, produce efectos similares a las anfetaminas, según el observatorio europeo de drogas
Lunes, 04 de julio de 2011 a las 16:06
La hierba se mastica en rituales comunales desde hace siglos en países del sur de África (EFE Archivo).
Lo más importante
- El 'khat' es consumido en Etiopía, Kenia, Somalia, Yemen y otros países del sur de África
- Los decomisos de la droga se han duplicado en los últimos cinco años en Europa
- La sustancia se ha expandido por Alemania, Suecia, Noruega, Escandinavia, Reino Unido y los Países Bajos
- Su consumo está delimitado a las comunidades de inmigrantes africanos
Temas relacionados
- Aumenta el consumo de drogas sintéticas: ONU
- El 'narco' africano sigue el camino de México: ONU
- EU: Legalizar drogas no es opción contra el narco
- Holanda prohibirá venta de marihuana a extranjeros
- El tráfico de drogas 'navega' en cruceros de lujo
- Las 66 ejecuciones en Irán en enero alarman a la ONU
- Bolivia 'hace ruido' en Europa con campaña de coca
- Reino Unido: Insólitas formas para traficar drogas
- WikiLeaks: Sexo, drogas y rock al estilo árabe
- Benedicto XVI: Las drogas son una 'falsa divinidad'
- Aumenta el consumo de drogas en Estados Unidos
- ONU: dinero del narco se queda en países ricos
- Europa detiene a 32 acusados de narcotráfico
- La muerte se ensaña en Somalía
LISBOA (EFE) — La expansión del khat, una droga similar en su uso a las hojas de coca y con efectos parecidos a los de la anfetamina, se generaliza en Europa, sobre todo entre inmigrantes del África subsahariana, según un informe europeo divulgado este lunes.
Desconocida para el público general, pero arraigada desde hace siglos en rituales de comunidades de Etiopía, Kenia, Somalia y Yemen, esta droga provoca excitación fisiológica y euforia, explica el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, con sede en Lisboa.
El número de consumidores de khat parece ir en aumento en Europa, pero la magnitud y la naturaleza del problema resultan "muy desconocidos", concluye el informe.
Este estudio advierte de que en algunos países europeos las incautaciones de khat casi se han duplicado durante los últimos cinco años, como en el caso de Alemania y Suecia, donde en 2008 se han interceptado 30 y 11 toneladas respectivamente.
En Noruega se incautaron ocho toneladas en 2007 y en conexiones viarias entre los Países Bajos y Escandinavia "son interceptadas cantidades cada vez mayores".
El informe detalla que Europa sirve de punto de conexión con Norteamérica, ya que se han registrado incautaciones en vuelos con esa ruta.
Sin embargo, el consumo ocurre fundamentalmente entre comunidades inmigrantes africanas, por lo que el informe recomienda un mejor seguimiento de esta droga para identificar los perjuicios para este tipo de consumidor.
En estas comunidades las hojas del khat se mastican en congregaciones de hombres, que experimentan durante horas una especie de excitación fisiológica y de calma posterior con su consumo.
El estudio considera que el consumo moderado no es nocivo y la dependencia es leve en comparación con otras sustancias psicoactivas, aunque el exceso provoca estados psicóticos.
En total hay 20 millones de consumidores en el mundo, según el estudio, donde se reconoce que la investigación en la Unión Europea es poca y sólo existe en relación a comunidades como la somalí y la yemení en Reino Unido.
Según esas investigaciones, los niveles de consumo son "relativamente elevados", hasta un 10% de los consumidores habituales en esas comunidades en el Reino Unido.
Fuera de las comunidades inmigrantes africanas, el consumo del khat es "sumamente limitado"; sólo se expande a través del tráfico en internet de plantas psicotrópicas.
La investigación también detecta el surgimiento de un "turismo del khat" de somalíes de Escandinavia y de Oriente Medio a Reino Unido y los Países Bajos, los dos únicos países de la Unión Europea donde el consumo de esta droga es legal en cafés y se conoce como mafrish.
Otro de los peligros potenciales de esta droga es la dependencia cada vez mayor como fuente de ingresos para países productores como Etiopía, Kenia y Yemen; en el primero significó un 15% de los ingresos por exportación.
En las conclusiones el informe recomienda más investigación y seguimiento sobre esta droga para poder aplicar políticas europeas sobre el control de su entrada desde África, y para atender la evolución del consumo dentro de Europa.
Desconocida para el público general, pero arraigada desde hace siglos en rituales de comunidades de Etiopía, Kenia, Somalia y Yemen, esta droga provoca excitación fisiológica y euforia, explica el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, con sede en Lisboa.
El número de consumidores de khat parece ir en aumento en Europa, pero la magnitud y la naturaleza del problema resultan "muy desconocidos", concluye el informe.
Este estudio advierte de que en algunos países europeos las incautaciones de khat casi se han duplicado durante los últimos cinco años, como en el caso de Alemania y Suecia, donde en 2008 se han interceptado 30 y 11 toneladas respectivamente.
En Noruega se incautaron ocho toneladas en 2007 y en conexiones viarias entre los Países Bajos y Escandinavia "son interceptadas cantidades cada vez mayores".
El informe detalla que Europa sirve de punto de conexión con Norteamérica, ya que se han registrado incautaciones en vuelos con esa ruta.
Sin embargo, el consumo ocurre fundamentalmente entre comunidades inmigrantes africanas, por lo que el informe recomienda un mejor seguimiento de esta droga para identificar los perjuicios para este tipo de consumidor.
En estas comunidades las hojas del khat se mastican en congregaciones de hombres, que experimentan durante horas una especie de excitación fisiológica y de calma posterior con su consumo.
El estudio considera que el consumo moderado no es nocivo y la dependencia es leve en comparación con otras sustancias psicoactivas, aunque el exceso provoca estados psicóticos.
En total hay 20 millones de consumidores en el mundo, según el estudio, donde se reconoce que la investigación en la Unión Europea es poca y sólo existe en relación a comunidades como la somalí y la yemení en Reino Unido.
Según esas investigaciones, los niveles de consumo son "relativamente elevados", hasta un 10% de los consumidores habituales en esas comunidades en el Reino Unido.
Fuera de las comunidades inmigrantes africanas, el consumo del khat es "sumamente limitado"; sólo se expande a través del tráfico en internet de plantas psicotrópicas.
La investigación también detecta el surgimiento de un "turismo del khat" de somalíes de Escandinavia y de Oriente Medio a Reino Unido y los Países Bajos, los dos únicos países de la Unión Europea donde el consumo de esta droga es legal en cafés y se conoce como mafrish.
Otro de los peligros potenciales de esta droga es la dependencia cada vez mayor como fuente de ingresos para países productores como Etiopía, Kenia y Yemen; en el primero significó un 15% de los ingresos por exportación.
En las conclusiones el informe recomienda más investigación y seguimiento sobre esta droga para poder aplicar políticas europeas sobre el control de su entrada desde África, y para atender la evolución del consumo dentro de Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario