jueves, 6 de febrero de 2014

¿Por qué los leones prefieren comerse a los musulmanes?

¿Por qué los leones prefieren comerse a los musulmanes?


En el libro El sueño de África, el periodista Javier Reverte termina un capítulo citando a un periódico de Tanzania que explica que en el sur de ese país los leones se están comiendo a la gente


06/02/2014 - Autor: Pablo Pardo - Fuente: Blog Espíritus Animales



  • 0me gusta o estoy de acuerdo
  • Compartir en meneame
  • Compartir en facebook
  • Descargar PDF
  • Imprimir
  • Envia a un amigo
  • Estadisticas de la publicación



León matando a una persona, en un relieve de hace 3.000 años en lo que hoy es Irak

En el libro El sueño de África, el periodista Javier Reverte termina un capítulo citando a un periódico de Tanzania que explica que en el sur de ese país los leones se están comiendo a la gente. Hablo de memoria, porque hace más de una década que no veo el libro, y mi ejemplar debe de estar como a 6.000 kilómetros del sitio en el que lo estoy escribiendo. Pero creo que el tono del artículo es como muy frío y estadístico. Y encaja muy bien en nuestra imagen de África misteriosa, exótica y salvaje.

Ahora bien ¿por qué se comen los leones a los tanzanos? Y ¿por qué concretamente a los tanzanos del sur? En el mundo hay unos 25.000 leones africanos (el 8% que todos los elefantes africanos, y poco más que el número de ballenas azules, a pesar de lo cual nadie considera a estos gatos en peligro de extinción). Solo hay cuatro poblaciones con 3.000 animales, que es el número ideal para garantizar la viabilidad genética de los leones, y dos de ellas están en Tanzania. Una en el norte, en el Serengeti; y otra en el sur, en Selous. Los leones del norte no se comen a la gente, pero los del sur, sí.

Es más: los del sur se comen sobre todo a los musulmanes.

Dado que me debo de aburrir mucho, siempre me llamó la atención el celo anti islámico de los panthera leo de Tanzania del sur.

La clave es que los musulmanes no comen cerdo.

El mayor experto en leones del mundo, Craig Packer, de la Universidad de Minnesota, que lleva más de dos décadas estudiándolos en el Serengeti (y que ha plasmado sus experiencias en un libro muy divertido, titulado Into Africa), lo explicaba la semana pasada en el blog Snapshot Serengeti.

La cuestión es simple. Los leones no se comen a la gente porque África sea misteriosa, ni porque esos bichos sean sanguinarios. Se la comen porque no les queda más remedio: no les quedan presas. Los ataques se producen en su mayor parte durante la época de la cosecha, cuando los agricultores se quedan en unas chozas temporales, construidas solo para esa época del año, y que consisten en "un tejado en forma de A puesto sobre una plataforma a uno o dos metros del suelo". Llamarlas chozas, así pues, es una exageración.

Las víctimas de los leones son personas de una pobreza inimaginable, que se quedan en esas chozas para espantar a uno de los pocos animales que son casi imposibles de exterminar: los potamóqueros, unos jabalíes de color sorprendentemente bonito (marrón rojizo). Según un estudio de Packer y su colaborador Bernard Kissui, publicado en 2005, los agricultores que no son musulmanes cavan zanjas para que los potamóqueros no entren en sus campos; pero los musulmanes no lo hacen, ya que no quieren ni tocar a un cerdo, por razones religiosas. .

Eso hace que los potamóqueros sean más abundantes en las regiones donde hay musulmanes, porque no se los comen. Y aún más en los campos de los musulmanes, que no están protegidos por zanjas. Los leones saben a dónde tienen que ir a cazar jabalíes salvajes. El problema es que allí también están las personas.

Ésa es la triste razón de las muertes de personas por los leones en el sur de Tanzania: una combinación de destrucción del medio ambiente y de cultura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario