martes, 25 de marzo de 2014

Pacto del Califa Omar al entrar a Jerusalén

Pacto del Califa Omar al entrar a Jerusalén

Director de Redacción


Cuando Omar Ibn Al Jatab (el segundo califa) entró a Jerusalén como el líder del ejército musulmán en el año 638 d.c, lo hizo a pie como un gesto de humildad; no hubo derramamiento de sangre. Aquellos que querían irse se les permitió hacerlo con todas sus pertenencias y se les garantizo un salvoconducto.

A quienes quisieron quedarse se les garantizó protección para sus vidas, sus propiedades y sus lugares de adoración.

Omar rechazó el ofrecimiento hecho por el patriarca Sofronio, jefe magistrado de la ciudad tomada, de rezar una de las cinco oraciones diarias en la iglesia del Santo Sepulcro. Él lo rechazó en caso de que en los años venideros los musulmanes trataran de convertirla en una mezquita en su memoria.

“En el Nombre de Alá, el más Misericordioso, el más Compasivo. Esta es una garantía de paz y protección dada por los siervos de Alá: Omar, comandante de los creyentes a la gente de Ilia' (Jerusalén). Les doy una granatía de protección para sus vidas, propiedades, iglesias y cruces: para quienes están enfermos y para los saludables y para toda la comunidad religiosa.

Sus iglesias no serán ocupadas, demolidas ni tomadas total o parcialmente. Ninguna de sus cruces ni propiedades serán confiscadas. No serán obligados en su religión ni ninguno de ustedes será dañado...

La gente de Illia´deberá pagar el Yizia (un impuesto fijo que los no musulmanes que viven bajo la protección de un gobierno islámico deben pagar por la utilización de los beneficios de la ciudadanía y como exoneración de servicio militar) como lo hacen los habitantes de las ciudades...
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A quien se vaya se le garantizará la seguridad de su vida y su propiedad hasta que llegue a un refugio seguro. Quien se debe (también) estar seguro, en tal caso deberá pagar impuestoscomo o hace la gente Ilia´. En caso de que algunas de las personas de Ilia deseen trasladarse con los romanos llevando sus propiedas, con sus cruces y vaciando sus iglesias, se les debe garantizar la seguridad para sus vidas, sus iglesias y sus cruces, hasta que lleguen a un lugar seguro. Quien decida quedarse podrá hacerlo, y deberá pagar impuestos como lo hace la gente de Ilia´. Quien se quiera ir cobn los Romanos podrá hacerlo, y quien desee regresar a su casa con sus parientes podrá hacerlo. Nada será tomado de ellos hasta que sus cultivos hayan sido cosechados. Para la satisfacción de este convenio aquí están dados el Pacto de Alá, las garantías de Su Mensajero, los Califas y los creyentes, a condición de que ellos (la gente de Ilia´) paguen lo que les es debido (el impuesto de Ilia´).
Los testigos de esto son: Jalid Ibn Al-Walid, 'Abdu Rahman Ibn 'Auf, Amar Ibnul Al-'As y Mu'awiyah Ibn Sufian. Hecho y ejecutado en el año 15 H.

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