El 'fin del mundo' se aplazó en Ucrania
- La convocatoria de una secta de Kiev transcurre sin incidentes
AGENCIAS Kiev 15 NOV 1993
Madres asustadas, periodistas decepcionados y policías aburridos fueron los testigos de la primera cita del fin del mundo pronosticada por una secta de Ucrania. Apenas 300 personas se concentraron junto a la catedral de Santa Sofía de Kiev para asistir a un anunciado cataclismo y a inmolaciones en masa. Sin incidentes transcurrió la primera cita del fin del mundo, cuya definitiva fecha está fijada para el día 24 por los seguidores de la Fraternidad Blanca. María Tzvigún, líder de la secta, fue detenida el pasado jueves en Kiev.
En un país como Ucrania, azotado por una terrible inflación, todavía perplejo por la desintegración de la antigua URSS y donde la pobreza y la falta de perspectivas de trabajo afectan a amplios sectores ' de la población, las tesis de la Fraternidad Blanca han encontrado un perfecto caldo de cultivo. Después de la caída de la URSS, las sectas han arraigado con gran fuerza en las república bálticas, en Rusia y en Ucrania, sacando provecho del vacío espiritual y del desconcierto de millones de personas.La líder de la secta, autotitulada Séptimo Mesías,y su marido, Yuri Krivonogov, han pedido a sus cerca de 150.000 seguidores que se reúnan en Kiev el día 24 para que se inmolen en masa en su camino al cielo. El asunto causó gran inquietud en las autoridades ucranias, que ayer, primera cita con el fin del mundo,dispusieron un notable despliegue policial.
"Natasha nunca acudía a la iglesia, pero se mezcló con esta gente y comenzó a recorrer el país vestida de blanco. Sólo llamó a casa en algunas ocasiones. Estaba convencida de que el mundo iba a terminar" decía nerviosa una madre al referirse a su hija, de 25 años. Las confesiones de Nina Shchukina revelan la inquietud de muchas familias por sus hijos. La secta de la Fraternidad Blanca prohíbe cualquier contacto de los fieles con sus familias.
María Tzvigún asegura que sólo 144.000 ángeles escaparán al apocalipsis y partirán con ella hacia el cielo tras ser inmolados colectivamente. Según los panfletos que han distribuido los miembros de la secta durante las últimas semanas, los seguidores de la Fraternidad Blanca deben expiar los pecados en nombre de toda la humanidad.
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