lunes, 28 de abril de 2014

Reflexiones sobre la Sura de Fatir “El Originador”





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Reflexiones sobre la Sura de Fatir “El Originador”

No hay nada mejor con que haya sido invocado Allah que las alabanzas, y todas las alabanzas le pertenecen a Él solo, Exaltado Sea su Nombre

28/04/2014 - Autor: Sheij Nasser Al Mgbel - Fuente: Cciar
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Surat Fatir (El Originador)
Surat Fatir (El Originador)
Alabado sea Allah, Quien hizo descender su Libro Generoso como guía para los temerosos, lección para aquellos que reflexionan, misericordia y exhortación para los creyentes, luz para los guiados y cura para los mundos. Le alabo por sus mercedes y gracias, y atestiguo que no hay otra divinidad excepto Él, Único sin asociados, y que nuestro Profeta Muhammad es su siervo y Mensajero, la paz y bendiciones de Allah sean con él, sus familiares, compañeros y quienes sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.
¡Siervos de Allah! La sura de Fatir (“El Originador”) contiene muchos beneficios que vamos a ir desvelando a través de la explicación de algunas de sus aleyas. La bendita sura comienza con: (Las alabanzas son para Allah), la noble y magnífica frase sobre la que el Profeta (PyB) dijo: “Alhamdulillah (las alabanzas a Allah) colma la balanza”.
Es de notar que la sura en cuestión se inicia con “Alhamdulillah” al igual que otras suras como: La Apertura, Los Rebaños, La Caverna y Saba; dice Allah, el Altísimo, en su Sagrado Corán:
Las alabanzas a Allah, Señor de los mundos” . Sura de La Apertura, aleya 1.
Las alabanzas pertenecen a Allah que ha creado los cielos y la tierra y ha hecho las tinieblas y la luz. Sin embargo los que se niegan a creer equiparan a otros con su Señor”. Sura de Los Rebaños, aleya 1.
Las alabanzas a Allah a Quien pertenece cuanto hay en los cielos y en la tierra. Suya es la alabanza en la Última Vida y Él es el Sabio, el Conocedor de lo más recóndito”. Sura de Saba, aleya 1.
No hay nada mejor con que haya sido invocado Allah que las alabanzas, y todas las alabanzas le pertenecen a Él solo, Exaltado Sea su Nombre. Alhamdulillah es la única adoración que continúa en la Otra Vida; pues en el Paraíso los creyentes dirán: “Las alabanzas a Allah que nos ha quitado todo pesar, es verdad que Nuestro Señor es Perdonador, Agradecido. Quien ha hecho lícita para nosotros la morada eterna, gracias a Su Favor; en ella ni la fatiga ni el desgano nos afectará”. Sura de Fatir, aleyas 34-35. Y dirán también: “¡Alabado sea Allah! Quien nos guió agraciándonos con la fe y recompensándonos con el Paraíso y no hubiéramos podido encaminarnos de no haber sido por Él”. Sura de El Muro Divisorio, aleya 43.
Yabir, que Allah esté complacido con él, dijo: “Oí al Profeta (PyB) decir: “La gente del Paraíso podrá beber allí y no necesitará escupir ni orinar ni defecar ni sonarse la nariz”; le preguntaron: “¿Y qué hay de la comida (cómo la eliminarán)?” Dijo: “Eructos y exudación como de almizcle; anhelarán la glorificación y la alabanza como anhelan respirar”. Muslim
¡Hermanos en la Fe! El creyente alaba a Allah en cualquier situación, y es por eso que ninguna persona querida por el creyente podrá sentir tristeza por él, porque siempre que lo visita lo encuentra agradecido a Allah, Enaltecido Sea, y nada lo aqueja. Tampoco ningún enemigo que tenga el creyente se puede dar el gusto de regodearse por la desgracia que le pueda ocurrir dado que él siempre está satisfecho con lo que Allah le ha destinado o con las pruebas a las que lo somete permanentemente.
Las alabanzas a Allah que dio comienzo a los cielos y a la tierra”; Él es el Creador de los inigualables cielos y tierra, Originador de todas las creaciones, algunas de las cuales percibimos arriba de nosotros y por debajo y de las que no conocemos sino lo mínimo.
El corazón conectado a Allah no necesita saber a ciencia exacta el ocaso de los astros en el cielo, sus tamaños o direcciones para sentir el asombro y esplendor de esta grandiosa creación.
Al creyente le es suficiente presenciar una sola escena para adorar a un Único Dios, celebrar sus alabanzas y glorificarlo; es la escena de la luz que invade la noche oscura o la escena del atardecer arrastrándose por la oscuridad y que transmite una sensación de despedida o culminación. Incluso diríamos que al creyente le basta una sola flor para contemplar sus colores, forma y simetría, y así glorificar a Allah por la belleza de su creación.
Las alabanzas a Allah que dio comienzo a los cielos y a la tierra e hizo que hubiera ángeles mensajeros, con alas dobles, triples y cuádruples”; El Altísimo suma a la creación lo que le plazca, sea tamaños de cuerpos, diversidad de formas o alas, porque Él tiene poder sobre todas las cosas.
Dice (SWT) en el Generoso Corán: “Pero si se ensoberbecen y rechazan adorar a Allah sabed que los Ángeles que están próximos a su Señor Le glorifican por la noche y el día, y no se hastían de ello”. Sura de Los Preceptos detallados, aleya 38.
Y dice también: “¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestra gente de un Fuego cuyo combustible serán los hombres y las piedras. Sobre él habrá ángeles violentos y severos que no desobedecen a Allah en lo que se les ordene, sino que ejecutan cabalmente sus órdenes”. Sura de La Prohibición, aleya 6.
El Profeta Muhammad, la paz y bendiciones de Allah sean con él, vio al Arcángel Gabriel la noche del Viaje Nocturno con seiscientas alas. La distancia que hay entre cada dos alas es la misma que separa el oriente del poniente. Y dijo el Mensajero de Allah (PyB): “El cielo hace un ruido similar a un rugido, y no es algo sorprendente ya que no existe espacio en él del ancho de cuatro dedos, donde no haya un ángel que coloca su frente en suyud (postración) para Allah o inclinándose ante Él (SWT)”.
¡Glorificado seas, Oh, Señor Nuestro, no te alabamos como es digno de Ti! ¡Glorificado seas, Oh, Señor Nuestro, no te apreciamos como es digno de Ti! ¡Glorificado sea Allah, el Altísimo, Quien suma a la creación lo que le plazca! Creó a Adán sin padre ni madre. Creó a Eva de un padre y sin madre. Creó a Jesús de una madre y sin padre. Nos creó a todos de un padre y una madre. E hizo de sus criaturas madres y padres, y hace estéril a quien Él quiera.
Allah suma a la creación lo que le plazca porque sabe más que nosotros. Pues, hay quien tiene el oído más fuerte que otro y quien tiene la vista más aguda que otro. Y así sucesivamente. Dice (SWT) en el Sagrado Corán: “La misericordia que Allah dispensa para los hombres no hay quien la impida y la que Él retiene no hay, después de Él, quien la libere. Él es el Irresistible, el Sabio”. Aleya 2
¡Siervos de Allah! Cuando esta aleya llega a consolidarse en el corazón del creyente sucede esa sorprendente transformación, porque esta aleya lo desvincula de toda fuerza que hay en los cielos y la tierra y lo conecta a la fuerza y poder de Allah, el Único. Lo hace desesperarse de toda la creación y lo conecta exclusivamente a la misericordia divina.
Esta aleya le cierra al creyente toda puerta que hay en los cielos y la tierra, y le abre las puertas de Allah, Quien posee todo y en cuyas manos está el dominio de todas las cosas. A él pertenecen el Reino y las alabanzas y Él tiene poder sobre todas las cosas.
¡Hermanos en el Islam! Sabed que no hay pesar con la misericordia de Allah, aunque uno se encontrase en las profundidades de un pozo o en los precipicios de la ruina.
Acordémonos de los jóvenes de la Caverna, quienes abandonaron sus palacios donde no habían encontrado la misericordia de Allah y se marcharon a donde la Caverna. Allah (SWT) dice: “Refugiaros en la caverna y vuestro Señor os cubrirá con su misericordia y resolverá vuestro asunto favorablemente”. Sura de la Caverna, aleya 16.
¡Oh, Allah cúbrenos de tu Misericordia y no nos castigues porque Tú tienes poder sobre nosotros!
Quiera Allah bendecirnos con el conocimiento del Sagrado Corán y la Sunna de su Profeta (PyB), agraciarnos con su sabiduría y concedernos la fortaleza para poner en práctica todo lo que acabamos de escuchar.
Pedid perdón a Allah por vuestras faltas y volveos a Él arrepentidos. Él es Indulgente, Misericordioso.
Viernes 04 de Yumadal-Akhirah de 1435H. acorde al de abril de 2014
Traducción de la jutba pronunciada por el Sheij Nasser Al Mgbel
Centro Cultural Islámico “Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas” Rey Fahd, en Buenos Aires, Argentina

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