sábado, 5 de abril de 2014

Una puerta abierta al mundo

Una puerta abierta al mundo


La Escuela de Idiomas imparte durante dos días clases gratuitas de árabe, para los interesados en aprender esta nueva lengua


05/04/2014 - Autor: Redacción - Fuente: La Opinión A Coruña



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Los alumnos de la jornada de puertas abiertas, ayer, antes de empezar la clase
Los alumnos de la jornada de puertas abiertas, ayer, antes de empezar la clase

Lamia Martínez habla marroquí en su casa, pero no sabía escribirlo ni leerlo bien, así que decidió apuntarse a árabe en la Escuela Oficial de Idiomas. "Para mí es muy cercano porque soy mitad marroquí y mitad española pero empecé a estudiarlo ya de mayorcita", explica Lamia, que asistió hace unos días junto a sus compañeros de clase de árabe a la jornada de puertas abiertas que organiza la entidad académica y que ofreció también un clase gratuita de portugués y de japonés.

Su objetivo es que los alumnos y los que todavía no lo son conozcan cómo se trabaja de puertas adentro, que se acerquen a otras lenguas y que, quizá, se matriculen el próximo curso, que conozcan las instalaciones y que prueben, que se arriesguen a meterse en una clase en la que se habla un idioma del que no saben nada y que se den cuenta de que ninguna lengua es imposible.

"Parece difícil, pero se coge enseguida", dice la profesora Fátima Rodríguez. Sus alumnos de primer curso saben ya presentarse y decir qué hacen por las mañanas, cómo es su familia y las cosas que les gustan y las que no. "La gente que se apunta en árabe es porque está interesada en aprender el idioma y en su cultura, no lo hace porque lo necesite para el currículo o para trabajar", comenta la profesora.

No siempre es así. Salomé Bran confiesa que se apuntó porque "no tenía mucho que hacer" y que, como una de sus amigas se había matriculado, decidió acompañarla. Para María Aliste, el árabe era "una asignatura pendiente", algo que siempre había querido estudiar pero que había quedado relegado. Para Pilar Canosa, sin embargo, aprender la lengua que va "del golfo (Pérsico) al océano (Atlántico)" es un "complemento" para sus estudios de historia.

Fátima Rodríguez asegura que, a pesar de lo lejana que parecen la escritura y la pronunciación del árabe, todos los alumnos saben más de este idioma de lo que piensan. Palabras de uso diario en español y gallego son herederas de esa lengua. Entre ellas, muchas de las que empiezan por "al", como "almohada" o "algarabía", y también "gárgara", "acelga", "espinaca" y "mandil" que, en árabe, significa servilleta.

El mapa físico es testigo también de la presencia árabe en la península Ibérica. Guadalquivir, por ejemplo, significa el río grande, y Guadiana el río de los ojos, por sus apariciones y desapariciones. El lenguaje relativo a los cultivos y al riego está plagado también de referencias al mundo árabe porque "eran expertos" en esa materia, según explicó ayer la profesora Fátima Rodríguez.

Para los que querían probar las clases de portugués y las de japonés hubo otra jornada de puertas abiertas el día después en la sede de la Escuela Oficial de Idiomas.

Para Fátima Rodríguez, es importante que los que participen en las aulas abiertas vean cómo son las clases, que se hagan a la idea de que van a empezar a hablar desde el primer día, aunque solo sea para decir su nombre, y les anima a que no tengan miedo de aprender un idioma que tiene un alfabeto diferente y que se lee de derecha a izquierda pero que tiene también trazos comunes con el español o el gallego, como que se escribe igual que suena. Es diferente, sí y hay que dedicarle tiempo -en A Coruña se imparten siete niveles de árabe-, pero es también una puerta abierta a Egipto, a Siria, a Marruecos, a Túnez, a Catar y a Palestina -entre otros países de la llamada Liga Árabe- y al pasado de la lengua materna.



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