66 años de digna resistencia
Este jueves se cumplieron 66 años de Al Nakba, la catástrofe palestina. En realidad, Al Nakba comenzó mucho antes, se gestó en los albores del siglo XX en las oficinas de gobierno de las potencias colonialistas europeas, tomando forma en la declaración Balfour y la ocupación británica, dando lugar a los primeros ataques de extremistas sionistas contra la población palestina.
Eufemística e hipócritamente, se declara el 14 de mayo como la fecha de la independencia de Israel. Curiosa independencia de un estado que no era el ocupado, sino el ocupante; que no era el oprimido, sino el violento opresor; que no resistía, y mucho menos pacíficamente, sino que atacaba con base en bandas terroristas y con una mentalidad profundamente racista como sustento.
Hoy, a 66 años del desalojo violento de más de 700,000 palestinos obligados al destierro o asesinados, Palestina existe y resiste. Cada gota de sangre derramada germina en una nueva consciencia en Palestina, y en el mundo entero, que grita contra el genocidio al pueblo palestino. Cada bomba lacrimógena se convierte en la cuna de una flor. Cada instalación energética destruida por el terrorismo sionista da origen a un nuevo invento de la infinita creatividad palestina. Y cada centímetro de tierra usurpada abre una nueva consciencia en el mundo, incluido el pueblo de Israel.
En este aniversario 66 de la guerra de exterminio del pueblo palestino, saludamos a los dignos ciudadanos judíos de Israel y del mundo que alzan la voz en contra de los crímenes de lesa humanidad del régimen sionista:
saludamos a Omer Sharir y el resto de compañeros de la agrupación Anarquistas contra el Muro; a Shlomo Sand, académico de la Universidad de Tel Aviv, acusado de ser un judío que se odia a sí mismo por ser crítico a los mitos de creación del estado sionista; a Miko Peled y Nurit Peled, hijos del general Matti Peled, todos críticos a la ocupación sionista de Palestina; a Noam Chomsky y Norman Finkelstein, destacados intelectuales que no se cansan de repudiar los crímenes y políticas colonialistas sionistas; a Gilad Atzmon, saxofonista auto definido como judío palestino; Sahar Vardi y Micha Kurz, objetores de consciencia en Israel, acusados de traición; a Miki Kratsman, Avi Mograbi, Mikhael Manekin, Assaf Sharon, Noam Chayut y los demás colaboradores de la organización Breaking the Silence, que comparten sus testimonios sobre lo que significa en realidad la ocupación de Palestina; a los bundistas, que organizaron la resistencia en el Gueto de Varsovia y buscaban construir un mundo igualitario; a Hedy Epstein, sobreviviente del holocausto nazi y crítica ferviente del holocausto sionista; a los cada día más jóvenes que se oponen a prestar servicio militar infringiendo dolor al pueblo palestino, aunque les cueste la cárcel; a Pepe Steinsleger y sus siempre informadas y profundas críticas; recordamos a Juliano Mer Khamis y Arna Mer, quienes a través del arte intentaron construir otro mundo junto a sus hermanos palestinos; a John Ross, que tantas veces arriesgara la vida haciendo trabajo comunitario en las campiñas de Cisjordania; a Rachel Corrie, que soñó con otro mundo mejor, luchó para construirlo y murió por ello. A ellos, y todos quienes se resisten a que su nombre sea usado como pretexto para continuar con el imperio del terror, nuestro reconocimiento. Ojalá sean cada día más, pues solo con su abierta participación será posible terminar con el sistema de ocupación, colonización limpieza étnica y apartheid que el sionismo ha instaurado en Palestina.
Finalmente, queremos decirle a nuestros hermanos palestinos que nosotros entendemos perfectamente su situación, pues también los malos gobiernos nos someten al exterminio, a los asesinatos selectivos, a las desapariciones forzadas, al racismo, al desprecio, la explotación y el despojo, y también como ustedes, hemos aprendido a construir otro nuevo mundo, donde muchos mundos se encuentran en armonía. Admiramos su resistencia y dignidad y su capacidad para mantener en alto su identidad, su cultura, su educación y sus valores humanistas que los llevan a buscar una solución justa y digna, lejos de reclamar venganza y seguir sembrando el odio que les regalan cada día. Por eso, desde estas tierras de resistencia y rebeldía, los abrazamos y les recordamos que no están solos.
¡Viva Palestina libre!Desde un rinconcito de la que alguna vez fuera llamada la ciudad de la esperanza.
Colectivos Brújula Roja y La Karakola, adherentes a la Sexta.
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