Ultimátum a la Tierra
5 de junio: Día Mundial del Medio Ambiente
05/06/2014 - Autor: Abdul Haqq Salaberria - Fuente: La Tribuna del País Vasco
La Islas Maldivas son un paraíso amenazado por la subida del nivel del mar.
El cinco de junio celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente, una de las herramientas de las Naciones Unidas para impulsar la sensibilización y acción por el medio ambiente en todo el mundo. Este año el eje central son los pequeños estados insulares en consonancia con la designación por parte de las Naciones Unidas del año 2014 como año Internacional de estos pequeños países, amenazados por el aumento del nivel del mar causado por el calentamiento global. El eslogan elegido para reflejar el problema es: “Alza tu voz, no el nivel del mar”. Uno de estos países en grave riesgo de desaparición es el archipiélago de la Maldivas, en el Océano Índico, paraíso natural y destino turístico privilegiado para el buceo.
El cinco de junio es una fecha más, escogida como símbolo para hacernos recordar algo que nunca deberíamos olvidar: que nuestro cuerpo no acaba en los contornos de nuestra silueta, sino que se funde con un planeta vivo que es la suma de todos los seres que lo pueblan y colonizan. Desde los organismos más simples, pequeños y abundantes, auténticos pilares de la vida, hasta los grandes cetáceos que surcan nuestros mares.
El reloj de la autodestrucción está en marcha. Lo activamos cuando apostamos por el ánimo de lucro como motor del desarrollo humano. Al principio el reloj tenía un ritmo pausado pero poco a poco se fue acelerando. Hoy su ritmo es frenético y el desenlace, salvo que ocurra un milagro, inminente.
Si acudiéramos a una revisión médica y nos dijeran que tenemos sobrepeso, el colesterol por las nubes, la tensión muy alta, una adicción al tabaco que nos expone a un implacable cáncer de pulmón, si no nos mata antes un infarto, y además un cuadro depresivo complicado con crisis nerviosas y enfermedades cutáneas derivadas del estrés, sin duda tendríamos motivos suficientes para preocuparnos y cambiar de vida.
Lo que no sería lógico es que pensáramos en trabajar más para pagarnos un plan de jubilación que nos asegurara una vejez confortable.
Lo que no sería lógico es que pensáramos en trabajar más para pagarnos un plan de jubilación que nos asegurara una vejez confortable.
Esto último es lo que estamos haciendo con el planeta, que tiene un diagnóstico tan alarmante como el anterior y, sin embargo, parece que no nos preocupa demasiado.
Este es un extracto del informe médico de nuestro paciente:
-Residuos radioactivos abandonados en cementerios, sin ninguna garantía de seguridad, tanto en tierra firme como en los fondos marinos. Estos residuos permanecerán activos durante siglos.
-Pesticidas, que además de envenenar toda la cadena trófica, están acabando con una especie esencial para nuestra supervivencia: las abejas.
-Una plaga de residuos plásticos que están colonizando nuestros océanos desde hace 50 años.
-Gases de efecto invernadero que han calentado el planeta poniendo en riesgo de desaparición los casquetes polares, modificando el clima, las corrientes marinas y el nivel del mar, afectando el hábitat de decenas de miles de especies incluido el ser humano.
-Invasión de las últimas zonas vírgenes del planeta, destrucción de las selvas tropicales, explotación de los recursos del subsuelo marino, del ártico, etc.
-Desaparición de los arrecifes de coral por la acidificación de los océanos.
-Extinción y amenaza de desaparición de miles de especies, poniendo en riesgo la biodiversidad global.
-Superpoblación mundial concentrada en inmensas urbes insostenibles donde la desigualdad, la miseria, las enfermedades y la polución serán imparables.
-Extinción de los recursos naturales del planeta, incluidas las reservas de agua dulce.
-Desaparición de todos los recursos pesqueros en menos de 20 años.
-Alteración de los ciclos de nitrógeno y fósforo, por efecto de la fertilización masiva, destruyendo el fitoplancton marino, principal productor de oxigeno y sumidero natural de CO2.
-Desaparición de la capa de ozono que nos protege de las radiaciones solares.
-Exposición masiva a los campos electromagnéticos de nuestro entorno tecnológico.
-Explotación cruel e intensiva de animales y seres humanos con fines comerciales.
-Explotación intensiva, hasta el agotamiento, del suelo agrario y avance imparable de la desertización por efecto de la sequía, los incendios forestales y el empobrecimiento del suelo.
El panorama es terrorífico y sin embargo en la agenda política global el medio ambiente no es prioritario. La prioridad es cómo seguir creciendo y enriqueciéndose a costa de exprimir una exhausta isla de vida azul en medio de un inmenso universo donde aun no hemos sido capaces de encontrar un solo planeta tan exuberante y diversamente vivo como el nuestro.
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