viernes, 1 de agosto de 2014

El virus del Wahabismo

El virus del Wahabismo


Inhabilita casi por completo el aspecto espiritual del individuo afectado, demonizando el sufismo y obstruyendo, por ende, las capacidades internas de elevación del carácter y expansión espiritual


01/08/2014 - Autor: Shaij Ali Laraki - Fuente: www.meeminstitute.com



  • 2me gusta o estoy de acuerdo
  • Compartir en meneame
  • Compartir en facebook
  • Descargar PDF
  • Imprimir
  • Envia a un amigo
  • Estadisticas de la publicación



Inhabilita casi por completo el aspecto espiritual del individuo afectado, demonizando el sufismo.

Salafismo: También conocido como Wahabismo o Neo-Jariyismo. Dícese del virus creado y propagado por los enemigos del islam para destruir y neutralizar a los musulmanes.

Sintomatología: Una vez introducido en el cuerpo del musulmán actúa a tres niveles funcionales fundamentales. A saber: Actúa sobre la ‘aqida o creencia inhibiendo el constituyente racional de la misma y sometiéndola a un proceso degenerativo que desemboca en un antropomorfismo que raya en la idolatría más burda y absurda.

Opera sobre la aceptación preceptiva de adherencia a un madhhab o escuela jurídica, socavándola y sometiendo la conducta del afectado a la morbosa susceptibilidad de ser manipulada por cualquier ulema extremista, acabando, en los casos patológicos más extremos, con las carnes desperdigadas a un radio de distancia variable en función de la potencia del explosivo plástico utilizado.

Inhabilita casi por completo el aspecto espiritual del individuo afectado, demonizando el sufismo y obstruyendo, por ende, las capacidades internas de elevación del carácter y expansión espiritual. Lo que lo hace extremadamente atractivo para los criminales, que proliferan en abundancia entre dichos grupos mientras se escudan tras luengas barbas, chilabas, bonetes y jaculatorias piadosas (el famoso y conocido estribillo “¡Astagfirullah, hermano, eso es haram!”).

Epidemiología: Extremadamente extendido y difundido por toda la geografía del islam. Especialmente propagado entre árabes y todo aquello que haya podido entrar en contacto con el dinero saudí.

Prevención: La única modalidad de inoculación conocida consiste en:

1. Abundante dhikr (recuerdo) de Allah (swt), implorándole que nos guíe y nos libre de enfermedades espirituales.

2. El acercamiento al Profeta Muhammad (sas) con el fin de acrecentar nuestro amor por él, a través de:

a) La celebración de su nacimiento (mawlid, pl. mawalid),

b) La lectura de su biografía o Sira, tal y como figuran en libros como el Shifa del Qadi ‘Ayyad, los Shama’il de at-Tirmidhi, etc.

c) La recitación de odas en su honor, tal y como el poema de al-Burda, al-Hamziya, etc.

d) Implorarle a Allah (swt) abundantemente que bendiga al Profeta (sas). Para este propósito, la recitación de libros como el Dalail al-Jairat puede ser de gran ayuda.

3. El estudio sistemático de la 'aqida o creencia sunita Ash’ari (la Maturidi también proporciona resultado satisfactorios).

4. La adhesión a una de las cuatro escuelas jurídicas. Especialmente la Maliki, Hanafi y Shafi’i. La Hanbali es en principio válida, pero hay que tener especial cuidado y asegurarse de que se encuentre libre de infecciones wahabitas.

5. Adherencia a una tariqa sufí reconocida por medio de un sheij que a su vez cumpla estrictamente los requisitos 3 y 4 anteriores.

Conclusión: La observancia de estas medidas preventivas evitará – con la ayuda de Allah – que se contraiga la arriba mencionada patología y a disfrutar de un Islam sano en esta vida y del Jardín del Edén en la próxima. Y Allah es el más sabio



Anuncios


No hay comentarios:

Publicar un comentario