sábado, 23 de agosto de 2014

Entre Mujeres

Entre Mujeres

Allah da y pone a prueba a quien quiere, sea hombre o mujer

15/09/1995 - Autor: Zahra Contreras - Fuente: Verde Islam 2
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Mujeres conversando sobre distintos temas
Mujeres conversando sobre distintos temas
Los españoles que empezaron a islamizarse hace unas dos décadas tenían unas características similares, la mayoría rondaba la misma edad, adultos de 20 a 30 años mayormente. Inquietos en el sentido de no cesar en la búsqueda de la horma de su zapato o de estar alertas para integrar nuevas formas. Hombres y mujeres sin distinción. Deseosos de adquirir un compromiso transcendental y esforzándose heroicamente en ir cumpliéndolo. El crecimiento no se ha detenido. Serenamente, siguen en la brecha; en su trayectoria han acontecido incidentes diversos de toda índole y el mapa y las características han cambiado, se han ampliado. El Islam es un camino de misericordia para el ser humano, el Corán la guía que facilita, las normas claras. Se han visto desde que dieron el paso gratamente reconfortados en sus desvelamientos sobre lo sabio del camino elegido, nutridos espiritualmente y fortalecidos ante cualquier desventura que de acontecerles antes seguramente les habría dejado maltrechos. Y también se han encontrado con aspectos incomprensibles que quizás por no haber sabido tratar les han amargado un poco más de la cuenta. Hay una aleya en el Corán que de manera especial muestra su hermosura, dice que no hay coacción en materia de fe. Entendiendo esto, poniéndolo en práctica se puede evitar amargarse sin necesidad y esto porque, claro, un cambio como el que produce el Islam en quien lo acepta a una determinada edad es algo paulatino, no puede tener lugar en un momento, no cesa. Confiando en que el Islam está conformado a la medida del hombre, cualquier indicación que esté en el Corán ha de ser conveniente, necesaria para llevar a cabo ese deseo sincero de vivir en armonía, encajando. Pero es bien sabido que hombres y mujeres nos topamos a veces con bocados demasiado grandes. En el fragor de la conversión, la satisfacción, las expectativas que produce el empezar la página te emborrachan, encuentras tu lugar en el universo, conectas. Luego, al ir rellenando la página te encuentras con que no es tan fácil no cuestionarse cosas, sobre todo si éstas dan lugar a distintas interpretaciones. De nuevo el Corán muestra su generosidad haciendo saber que nadie está obligado a lo que no comprenda.
Uno de los aspectos por el que el Islam es criticado es el relacionado con la mujer, tanto que la musulmana conversa tiene que sobreponerse más a menudo de lo que pudiera pensar a los escupitajos que se le echan, a las “indignidades” que se le atribuyen. No es un asunto fácil, pues la aridez que produce la malcomprensión la encuentra también dentro, en la confusión de aspectos culturales de países árabes con normas islámicas y en la desgraciada interpretación que dan algunos conversos y conversas, acostumbrados a haber visto a lo largo de sus vidas un dominio del hombre sobre la mujer. Reiteradas veces aparece en el Corán que la mujer y el hombre son iguales, creados a partir de un mismo ser, descendiendo unos de otros. “Y Allah os creó a partir de tierra y luego a partir de una gota de esperma haciéndoos después en parejas. ...” podemos leer en la aleya 11 de la sura 35. También la aleya 1 de la sura 4 dice: “Temed a vuestro Señor que os creó a partir de un solo ser, creando de él a su pareja y generando a partir de ambos muchos hombres y mujeres...” La 32 dice: “No ansiéis aquello con lo que Allah ha favorecido a unos sobre otros. Los hombres tendrán una parte de lo que se hayan ganado y las mujeres tendrán una parte de lo que se hayan ganado. Pedidle a Allah su favor. Realmente Allah es Conocedor de todas las cosas.” Y la 34 dice: “Los hombres están al cargo de las mujeres en virtud de la preferencia que Allah ha dado a unos sobre otros y en virtud de lo que (en ellas) gastan de sus riquezas...” En la sura 96, aleya 97: “A quien haya obrado con rectitud sea varón o hembra, siendo creyente, le haremos vivir una buena vida y le daremos la recompensa que le corresponda por lo mejor que haya hecho.” No se deduce que el hombre está por encima de la mujer, que la mujer no pinta nada o que Islam y machismo son sinónimos o que el papel de la mujer sea indigno. Allah ha diferenciado a los creyentes con grados, sí, a los profetas, a quien Él quiere. Se lee en la aleya 165 del sura 6: “Y Él es Quien os ha hecho suceder a otros en la tierra y ha elevado a unos por encima de otros en grados para poneros a prueba en lo que os ha dado.” Allah da y pone a prueba a quien quiere, sea hombre o mujer.
Se ha escrito y dicho mucho sobre la mujer musulmana. Puede interesar las voces que a continuación aparecen transcritas, son voces de mujeres musulmanas conversas, de distinta procedencia y edad, aunque todas ellas hace años que escogieron el Islam como la autopista para hacer su trayecto en esta vida que no conciben ya como realizable sin contar con los parámetros del Corán. Se identifican con ellos, los han interiorizado hasta el punto de sentir que ellos son la materia prima de la que está hecha su mismidad. El Islam que corre dentro de ellas les ha permitido solventar las transacciones de la vida, pequeñas o grandes, diarias o extraordinarias con seguridad y desenvoltura, en la certeza de que cuentan con una guía luminosa y compasiva tanto para vivir satisfactoriamente esta vida como para dar con éxito el salto a la otra, siendo ambas complementarias.
Con ellas charla una amiga cercana que está interesada en saber más sobre Islam. Tratan de aspectos espinosos en la sociedad en la que se encuentran inmersas, asuntos varios de los que hablan con la intención de hallar la esencia de lo estipulado acerca de esos temas y conformar sus actitudes con ella en la medida de lo posible. Las discrepancias se refieren a aspectos particulares, no todos de igual envergadura, y buscan la clarificación y la reafirmación de la mencionada esencia. A saber: testimonio, herencia, separación entre hombres y mujeres, velo, poligamia y pare usted de contar.
Testimonio
Z. En la surah 2, aleya 282 dice Allah: “¡Vosotros que creéis! Cuando tratéis entre vosotros un préstamo con plazo de devolución, ponedlo por escrito; y que esto lo haga con equidad uno de vosotros que sepa escribir... Y buscad como testigos a dos hombres, pero si no los hubiera, entonces un hombre y dos mujeres cuyo testimonio os satisfaga, de manera que si una de ellas olvida, la otra se lo haga recordar.” Un hombre es suficiente y da por supuesto que la mujer puede olvidar. Si una olvida, la otra que le haga recordar.
K. Ser testigo implica una responsabilidad muy fuerte y eso se hace más bien para proteger a la mujer. Es una sociedad en que la mujer es protegida.
Z. Es posible. Aquí no dice nada de protección. Esto trata de una deuda. No sé si se trata de proteger a la mujer, por si comete el error que haya menos posibilidades de que le caiga la responsabilidad.
S. Para mi tranquilidad mejor si alguien testifica conmigo, pero de ahí a que lo que yo testifique no tenga validez si no es con otra mujer delante... algo se me escapa. Creerme lo que me dice un hombre y que lo mismo me lo tenga que decir una mujer con otra delante...
K. Puede llevar una compañera. No dice que una mujer se equivoque más que un hombre.
I. Está implícito
S. No es una posibilidad, es que tiene que hacerlo, el testimonio de una mujer sola no es suficiente, nos guste o no.
I. Otra mujer tiene que ratificarme. Es la falta de credibilidad, de fiabilidad.
S. ¿Por qué no lleva el hombre alguien que le haga recordar?
K. Me lo explico por la teoría de la protección.
I. Responde a un principio que efectivamente es proteccionista. Si yo quiero ser testigo yo corro el riesgo. Si estoy equivocada o soy malintencionada, yo corro el riesgo, no necesito que me protejan más allá de mi capacidad de decisión.
K. Ser testigo en Islam es una cosa muy fuerte. Un ejemplo que quita las ganas de ser testigo: la vista de la luna de Ramadán; si uno cree ver una luna que no hay y se comienza el ayuno antes de tiempo, la responsabilidad de toda la comunidad cae sobre él.
S. ¿Por qué se supone que esa carga la puede llevar un hombre y no una mujer? Ahora que habrá aquí una sabiduría que otros ven. Yo no la veo aún.
L. Y si eso ocurre ¿qué carga puede tener esa persona?
S. Que si te equivocas es tu responsabilidad.
I. Es tu responsabilidad, pues la asumes como cualquier cosa en la vida.
S. Bueno, puede ser que cuando llegó la revelación, quizás las mujeres no estaban acostumbradas a asumir responsabilidades. Parece que el hombre da la pauta socialmente.
I. Ahora sí que quizás estemos igual de implicadas que los hombres en lo social, pero claro anteriormente puede que este tipo de cosas no pertenecieran a tu ámbito, a tu medio. Entonces si estás alejado de ese mundo, ni te vas a preocupar en tu vida de una transacción o lo vas a hacer cuando ya tengas edad y raciocinio suficientes, y si tienes alguien al lado que te refuerce, pues todos sabemos que cuantos más testigos tengamos en cualquier cosa, mejor, porque seguro que vas a estar con bastante más cobertura y además supongo que está también previniendo el tema de que entre el hombre y la mujer puede surgir una escaramuza de cualquier otro tipo, de manera que uno pueda llevar al otro a su terreno por asuntos...
S. Sí.
I. ... que no tienen nada que ver con el asunto que se está tratando. Puede ir atendiendo a todo ese tipo de historias, pero que yo sigo viéndolo vinculado a un momento histórico concreto, que ha durado mucho y que puede seguir durando. Lo veo muy relacionado con una distribución de papeles. A mí me asusta porque eso es Corán, es palabra de Dios. Como no cambia, ¿qué pasa cuando la realidad está cambiando?
S. Pues nada, te aguantas y ya está.(Risas)
K. y Z. No, te aguantas, no.
S. Yo me aguanto. ¿Qué voy a hacer?
Z. Yo lo rechazo y me digo que si tengo que comprenderlo ya llegará el momento.
K. Yo estoy convencida de que el Corán es para todos los tiempos.
I. ¿Esto es para este tiempo o no?
K. Claro que es para este tiempo.
I. Yo no asumo eso.
K. No hemos visto la forma de entenderlo.
S. No es cosa de entenderlo. Lo aceptas y ya está.
K. No creo que debas aceptar las cosas porque son así y ya está.
S. Es que no hay vuelta de hoja. A ver como lo puedo aceptar: Ojalá que Allah me ilumine tanto que en un momento lo tenga tan asumido que no tenga que comprenderlo intelectualmente.
K. Hay que buscar la información donde se encuentre, hay que ir a China si es necesario para buscar la solución y aprender.
I. Si voy a tener que vivir asumiendo sin entender, no me interesa. Me interesa lo que veo claro, lo que no veo claro no me interesa porque no puedo verlo. No voy a gastar tiempo en ello.
S. No. Yo creo que insh’ Allah desarrollando lo que ves... vas comprendiendo todavía más.
I. No es que me vaya a parar ahí y a decir que no avanzo un paso más, pero no me voy a poner a darle vueltas porque sencillamente no lo veo. Me interesa con lo que coincido, lo que veo de coincidencia con muchas otras tradiciones en las que Allah ha intervenido y ha dado elementos para que el hombre crezca y camine hacia Él. Hay retos a la razón, pero ves que es un camino de Allah, no es un camino oscuro. A mí me interesan esos, éste y todos los que me lleven a ese camino de luz.
Z. Nosotros pretendemos entender el Corán como si fuera otro libro cualquiera de los que estamos acostumbrados a leer, pero es completamente distinto, no tiene nada que ver con los demás libros. No sabemos hacerlo de otra manera.
I. No sabemos hacerlo. Yo lo veo asociado a un momento histórico, no puedo evitarlo. Lo veo asociado a un momento concreto de la vida del hombre. Me cuesta verlo en éste.
Herencia
S. Las mujeres se heredaban. Cuando llega el mensaje, las mujeres heredan. Se armó una zapatiesta. Hubo que vencer mucha resistencia. El ser consideradas iguales a los hombres, el que se las consultara, muchas veces no era agradable para algunos. El trabajo que en unos años realizaron el Profeta, la paz sea con él, y sus compañeros para vencer la inercia de la sociedad fue ingente, pues había enemigos e incluso fuerzas que se resistían en el interior, gente con sus mezquindades, hombres, mujeres... que frenaban la visión de la sociedad que el Profeta tenía. Sin embargo es lo que pudo ser, no pudo ser de otra manera.
K. Está claro que en una sociedad musulmana al hijo le corresponde la misma parte que a dos hijas.
L. ¿Así es la herencia?
S. Nosotras hemos comentado que en estos tiempos, aquí y ahora, daríamos igual al chico y a la chica.
I. Igual. (Risas)
Z. Yo hoy no entendería heredar 1/3 y que mi hermano heredara 2/3. Y a mis hijos e hijas les dejaría la misma herencia a unos que a otras. Entiendo que si el hombre es el que tiene que sustentar a la familia y el dinero que tenga la mujer es sólo para invertirlo en lo que ella quiera, sin ninguna obligación, pues ... Pero por lo que yo veo aquí hoy no lo comprendo.
I. Hoy la familia es mantenida por la mujer en infinidad de casos.
S. En ningún sitio del Corán pone que no pueda heredar la mujer la mitad. Hay unas indicaciones.
Z. En otra aleya dice que si muere un musulmán sin haber dejado testamento se haga de esa manera. Pero si deja testamento, supongo que podrá tener en cuenta las circunstancias.
K. Sí, puede dejarle a la chica lo que quiera.
S. Dependerá de cada caso particular en el momento del testamento.
Z. El caso es que no siempre la mujer hereda menos, pues en el caso de no haber padres ni hijos y sí hermanos y hermanas éstos heredan igual, la sexta parte para cada uno. Y también en el caso de los padres. A cada uno de ellos les corresponde un sexto de lo que deje, si tiene algún hijo; pero si no tiene ninguno y son sus padres los herederos, entonces a su madre le corresponderá un tercio. Sin embargo, si una mujer muere y no deja hijos, el marido hereda la mitad y si es el marido el que muere, la mujer hereda la cuarta parte. En las aleyas 11 y 12 de la sura 4 hay bastante sobre la herencia. Al final de la 11 dice: “...Es un precepto de Allah, es cierto que Allah es Conocedor, Sabio.” Sí, y hay que ver hasta dónde llega nuestra ignorancia. Lo decimos sin el menor asomo de jocosidad.
Separación
R. No hemos tratado el tema de la separación entre hombres y mujeres.
Z. Eso choca.
K. Yo me siento cómoda así con la separación.
S. Así y de la otra forma. Depende de las circunstancias. Porque comer juntos o ir de perol...
K. Sí, depende de las circunstancias.
S. Yo estoy encantada de que ellos tengan sus asuntos y nosotras otros. No me plantea problema.
Z. Yo, sin embargo, veo que hay muchos asuntos que son comunes y la inercia de esa separación malentendida hace que se avance en ellos con más lentitud.
K. En tiempos del Profeta Muhammad, la paz sea con él, las mujeres y los hombres hacían salat, la oración, juntos. La separación ocurrió después.
Z. Tengo entendido que fue debido a que los enemigos del Islam le criticaban eso y vieron la conveniencia de hacer una separación. Yo lo entiendo eso dadas las circunstancias, pero hoy ocurre al revés, esa separación los enemigos del Islam y los que no lo conocen la interpretan como relegación de la mujer.
K. En el hajj, la peregrinación a Meca, mujeres y hombres se postran donde les toca.
S. Sí. Espontáneamente se forman grupos. Pero no está establecido eso de imam, hombres y mujeres. Forman grupos aunque en algun momento se tienen que tocar, tienen que coincidir. El hajj es una situación especial.
K. En los primeros tiempos a lo mejor los hombres y las mujeres estaban separados, pero no necesariamente detrás las mujeres. Hoy en las mezquitas hay celosías.
Z. En el periódico un musulmán marroquí apuntaba que Ibn Al Arabi decía que la mujer podía dirigir la oración.
B. En un programa de TV vi una mezquita en Marruecos en la que había una celosía separando, pero unos al lado de las otras, no éstas detrás.
S. Ha habido algún momento en que en las fiestas las mujeres no nos enterábamos del discurso que daba el imám, estábamos demasiado separados. Pero esto se puede subsanar fácilmente con un poco de buena voluntad.
K. Alguna vez en el salat te equivocabas y no podías ver por dónde iba el imam.
Z. Yo eso de la celosía no lo tengo claro, no lo veo necesario. Ni siquiera lo veo conveniente. La separación se puede dar naturalmente en diversas y múltiples situaciones pero la separación impuesta es ficticia, forzada.
I. Hay un momento en la adolescencia en el que las mujeres tendemos a estar más con nosotras, antes de la adolescencia, entre los 10 , 11 años, y ya cuando empiezas a relacionarte y empieza a haber la atracción sexual, la negociación amorosa y todo eso. Luego, cuando ya te vas haciendo más mayor vas necesitando con quién identificarte, porque siempre hacen falta referencias en la vida, y entonces, aunque te muevas en un mundo de hombres, acabas buscando dónde está tu reflejo femenino. O lo tienes en la madre o lo tienes en tu grupo de mujeres. Entonces yo creo que las mujeres volvemos nuevamente a intentar encontrarnos, contrastar qué hacemos entre nosotras y ver hacia dónde vamos, qué hacemos aquí, hacia dónde caminamos. Independientemente de eso, creo que no es una postura de crecimiento y positiva para hombres y mujeres la separación. Los países que representan al Islam son intolerantes, tremendamente intolerantes con el hecho de la mujer. Ahí hay una auténtica separación que no lleva a ningún sitio. No es Islam quien provoca la separación de mundos. Esto, como todo, depende de las personas que lo practican.
Velo
Z. Particularmente no siento que tenga que vestir completamente cubierta si eso me supone una incomodidad a la que no encuentro sentido. Estoy convencida de que esto puede no valerle a otra musulmana y yo sé que su opinión contraria a la mía es la valedera para ella y la que debe llevar a cabo.
K. Que la mujer llevara el velo se dice en relación a las mujeres del Profeta, la paz sea con él, y he oído que lo llevaban incluso entre mujeres pues ellas eran diferentes.
Z. Sí, eran diferentes. Eran madres para los creyentes y cuando él ya no estuviera no debían casarse con ellas. Eso era grave ante Allah.
K. Yo creo que lo correcto es llevar el velo, aunque me lo quito. Pienso que andar por la calle sin velo no es importante, no es significativo, pero en un ambiente islámico creo que debería llevarlo.
S. Yo llevé el pañuelo mucho tiempo y para mí quitármelo supuso una conveniencia. En el Corán se indica que lo de ir cubiertas es para que sean reconocidas y no se las moleste. Pero la verdad es que a mí han llegado a molestarme al reconocerme por el pañuelo. Ahora mismo pienso que es más oportuno ir vestidas discretamente, sin distinguirnos en lo externo del resto de la sociedad. Recuerdo lo que decía aquella amiga nuestra, que ella no llevaba traje regional.
Z. Eso es muy gracioso y muy ilustrativo. Si llevas el traje regional estás poniendo una barrera. El otro te percibe como si tú no fueras de esta tierra, ni hubieras comido las mismas tortillas de patatas, ni hubieras ido al mismo colegio. De entrada tienes que vencer un problema de comunicación añadido, tienes que repetir que eres extremeña y no de Marruecos... ¿Recuerdas en el hospital?
I. Creo que cuantas menos pistas des sobre ti mejor, más cómodo. El llevar el hiyab, ir cubierta de la cabeza a los pies, por aquí es un extremo, llama la atención. Yo creo que se trata de llevar ropa normal y corriente, de la que hay en las tiendas. No tiene por qué interesarle a nadie lo que yo soy.
Z. Sobre todo si yo no quiero que lo sepan, porque el cajón en el que me meten ya lo conozco, y desde que lo conocí tengo claustrofobia... La asimilación de chador o las túnicas abotonadas todas del mismo color y el pañuelo atado debajo de la barbilla con la vestimenta islámica para la mujer es un latazo. Esa es la vestimenta de muchas mujeres musulmanas de otros países. Es muy respetable, que las lleven si les gusta, pero a mí no me gusta esa uniformidad.
L. Claro. Lo mismo de islámico es un vestido largo, de un color y un diseño favorecedor y no se le pondría ni un pero.
Poligamia
K. Conozco gente para la cual es una salida válida, una forma de salvar la familia, una solución para una situación conflictiva. Otra cosa es el hecho de que el Profeta, la paz sea con él, estuvo casado con una mujer 15 años mayor que él y permaneció con ella sola durante veinticinco años, dando un ejemplo que no se suele destacar muchas veces.
Z. Siempre he creído que la poligamia podía venir a poner justicia en determinadas situaciones. Aún lo creo. Pero creo que es un tema a tratar con esmerado cuidado. Para mí no supone ningún problema casarme con un hombre ya casado, si eso es lo que quiero, pero si soy yo la que está casada y otra mujer va a entrar en la vida de mi marido, pues habría que verlo. Tengo entendido que algunos matrimonios del Profeta Muhammad venían a poner justicia en situaciones que de otra forma habrían dejado a algunas mujeres desposeídas de sus derechos. Pues sólo es defensible si ocurre en circunstancias similares, pues por ejemplo, pensar que mi marido se enamore de otra y se case sin yo estar preparada para ello o para divorciarme, menuda gracia. Antes lleguemos a un acuerdo. Aunque, ¿y si yo me enamoro de otro y me divorcio para poder casarme con él?
I. ¿Cómo vivís vosotros el que esté practicamente cerrado el esquema de la familia, de forma estable, en el tiempo?
S. ¿Cómo que está cerrado el esquema de la familia?
I. Sí, cerrado. Hay una referencia que es el hombre con respecto a la mujer o las mujeres. El otro día un musulmán se enfadó mucho porque cuando salió una referencia a la poligamia dijo que el Corán tolera la poligamia, no que la ve con buenos ojos.
S. Eso es una interpretación.
I. Era su lectura obviamente.
S. Otros dicen que es una cosa meritoria y aconsejable.
R. No creo que sea algo que haya que fomentar a la ligera, para no provocar un daño innecesariamente.
I. A mí no me parece mal, lo que me parece mal es que...
S. ...no es que esté bien, ni que esté mal. Puedes practicarla si vas a ser justo, si no, cásate sólo con una.
I. Pero, ves, lo describe en función de que él puede. Pauta: el hombre con respecto a la familia. Eso es en un plano estático en el tiempo. Aquí tengo problemas, esa realidad no se está dando. Hoy la mujer sustenta a la familia, desde el momento que la sustenta esa relación no se puede dar en los mismos términos en que se podía dar en los tiempos del Profeta, la paz sea con él. ¿Cómo se come eso?
S. Yo creo que esa mujer que se mantiene a sí misma, mantiene a sus hijos, mantiene a su familia tiene plena autonomía para tomar una decisión, pero en Islam la tiene también.
I. El hombre pierde el papel en el que se le describe, entonces deja de ser coherente la poligamia. Esa familia se mantiene. Pueden ser aberraciones, no lo sé, pero lo que sí es cierto es que en occidente y por lo que la mujer ha estado haciendo en las últimas décadas se abren las puertas a tipos de familias distintos y categorizarlas a todas como no válidas es una barbaridad.
S. Claro que no se puede hacer.
I. Son unidades familiares muy interesantes que están ahí y eso modifica esa descripción. ¿Qué pasa con eso?
S. Yo creo que el Islam abarca diversidad de familias. No hay obstáculo para constituir una familia, es decir, que pueden convivir en una unidad familiar la abuela, la madre, la hija... Yo he visto todo tipo de familias: con hijos, sin hijos, mujeres u hombres divorciados con hijos, o la mitad de los hijos con él y la otra mitad con ella, hombres con dos mujeres, etc.
I. ¿Por qué no una mujer con dos hombres? ¿Por la identificación de los hijos?
Z. Esa es una respuesta que se da a esa pregunta. Puede ser importante. Pero la mitad de la vida de la mujer transcurre en periodo no fértil. Es decir, que para después de la menopausia no valdría esa contestación.
I. Pero esa es una respuesta puramente patriarcal. Si creas una familia amplia es un concepto familiar completamente distinto, pero válido. Que el padre esté identificado o no, da igual porque lo que tiene que asumir cada uno es su papel responsable en el núcleo familiar, lo mismo que es capaz de asumirlo la mujer.
Z. Yo lo que no veo claro es no saber cuál de esos hombres es mi padre.
I. Hoy se sabe perfectamente. Antes había una laguna. La propia ciencia no sabía responder, pero hoy puedes saber quién es tu progenitor, tu orígen biológico. ¿Por qué no se va a producir un grupo familiar en el que tu referencia pueda ser otro hombre que no sea tu padre biológico? Eso no rompe la unidad familiar, la estructura familiar, ni nada. No hay motivo. La identificación biológica, no. Otra cosa es que es un Dictado de Allah y Él sabrá por qué.
S. Sí, está claro. La mujer tiene la opción de poder divorciarse; al menos tiene esa puerta abierta.
Otros
Sura 4 aleyas 157, 158 y 159:
y por alardear diciendo: “¡Ciertamente, hemos matado al Ungido Jesús, hijo de María, que decía ser el enviado de Dios!”Sin embargo, no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció que había ocurrido así; y, en verdad, quienes discrepan acerca de esto están ciertamente confusos, carecen de verdadero conocimiento de ello y siguen meras conjeturas. Pues, con toda certeza, no le mataron: (158) Sino que Allah lo elevó hacia Sí, Allah es Poderoso y Sabio. (159) Y entre la gente del Libro no hay nadie que, antes de su muerte, no vaya a creer en él. Y el Día del Levantamiento él dará testimonio de ellos.
I. ¿Se habla de la posibilidad de un profeta? ¿Tiene que venir algún profeta más?
S. Yo no sé. El último profeta es Muhammad.
K. Es el sello de los profetas.
Z. Yo he oído que el Mahdi anunciará que viene `Isa, Jesús, que vendrá a morir. No sé.
S. Sí, que fue llevado directamente a los cielos.
I. Cuando él estuvo aquí se produjo una revolución tan tremenda... Imaginaos que se produzca otra. ¿Y si lo que dice no está en contradicción con lo que se dice en el Corán y lo único que hace es actualizar... ¿qué pasa? Es que... ¿quién sabe?
K. Entiendo lo que quieres decir. Ese es el mismo patrón que ha ocurrido en todas las religiones, que venía un profeta para cada época.
K. La diferencia es que Muhammad acepta a todos los demás profetas que le precedieron.
I. Eso no niega que pueda haber uno futuro.
K. Sí.
I. Que es el sello de los profetas lo dice el Corán.
Z. Tú hablas de alguien que venga a aclarar las cosas que no alcanzamos a comprender. Pero yo pienso que no tiene que ser otra persona, sino que uno mismo puede aclararlo, uno mismo puede comprender las cosas de otra manera, tengo esa intuición.
K. Pero ella no dice que va a venir un nuevo profeta. Ella dice Jesús.
I. Vuelvo a lo de siempre. ¿Es todo, o se puede llenar más?
Z. Yo creo que el mensaje está completado.
I. El mensaje está completado desde que Dios creó al hombre.
Z. Sí
I. Yo lo explico así.
Z. Sí.
I. Otra cosa es que haya enviado distintos profetas para ir diciendo al hombre distintas cosas que le han ayudado, no distintas, las mismas, pero primero está la Biblia, luego el Evangelio, el Corán más tarde. ¿De pronto se para el tiempo?, me pregunto. ¿Se acaba el mensaje? Dios no se acaba. Yo no digo que quien venga vaya a decir algo sustancialmente diferente. El Mensaje universal es el mismo que el de Abraham. Muhammad ha modificado lo que concretamente ha ayudado al hombre a mejorar su relación con Dios. Eso es así o a lo mejor me estoy inventando...
S. Es así. A mejorar su relación con Dios y con los demás seres humanos también.
Z. Yo creo que es así.
I. Entonces, ¿por qué no se puede ir mejorando esa capacidad del hombre de su encuentro con Dios, en el transcurrir del tiempo?
Z. A lo mejor no hay esa necesidad.
K. El patrón es el siguiente: viene un profeta con una revelación, la gente lo sigue y todo va bien hasta que llega un momento de corrupción y caos; entonces, viene otro profeta. Yo lo veo como florecimiento diferente. El Profeta es el último de esa cadena. Pero ¿qué pasará ahora? Otro profeta no, pero Isa... no sé si pasará como tú dices, quizás sí.
I. Es muy probable que haya mucha gente que niegue las cosas que Jesús puede decir, si regresa.
K. Claro. Perfectamente.
S. Todos los profetas han encontrado oposición al principio.
I. Todos. Ha habido quienes los han seguido y otros, aun siendo creyentes, no los han seguido porque han dudado de esa interlocución con Dios. Para mí es muy importante que esa relación con Dios sea cercana, no partir con determinados prejuicios de temor. Esto desvirtuaría lo más importante, si tu acción es limpia. Otra cosa es que pretendas empozoñar o ensuciar o desvirtuar, pero si tu intención es limpia, ¿por qué no cuestionar? Yo no acabo de encontrar la respuesta. Pues se describen cosas globales, muy generales, pero también cosas concretas, cosas de la vida y ocurre que esas cosas han cambiado, que no es que yo me empeñe. Lo estamos viendo. Han cambiado aquí, allí y en todo el mundo. Son realidades culturales tan contrastadas que les cuesta mucho entender ese patrón.
K. De todas formas, existen fatwas, yo no sé en qué casos, pero si surge algo nuevo que interfiere mucho en la vida, se hace un fatwa.
I. ¿Qué es un fatwa?
K. Es una consulta que se hace para obtener una aclaración sobre un tema dudoso.
S. Cuestionar, puedes y debes cuestionar, indagar y averiguar. Primero buscar información.
I. Claro.
S. Buscas información de gente que sabe más y a medida que lo vas viviendo, comprendiendo todo el conjunto mejor, puedes ir abarcando sus significados, que probablemente no sean uno ni dos, sino muchos, múltiples. Puedes ir captándolo. Es como una especie de asunción paulatina.
I. Y no son cosas aisladas. Es un conjunto lo que estoy diciendo.
Z. Sí, lo de paulatino es primordial.
S. Paulatino porque no deja uno de funcionar y de pensar y a lo mejor lo que te inquieta hoy no te inquieta mañana. Yo creo que las personas vamos dando saltos primero cuantitativos y luego llegan a ser cualitativos. Es decir, tú vas progresando en la conducción de un tema, de cualquier aspecto de la realidad y en un momento determinado algo ocurre y te pones en otra dimensión, has saltado y ya está integrado, y entonces estás cualitativamente en otro peldaño. Creo que la humanidad en su conjunto va haciendo esos saltos, y cada uno personalmente. Solamente uno puede llevar a cabo su desarrollo. Por eso digo paulatinamente, porque no lo acabas.
Acaba aquí la conversación por hoy. La Guía islámica es para que el musulmán y la musulmana la disfruten con facilidad. Siguiéndola como Dios manda, el aire tenso que producen las acciones depravadas de los hipócritas y las hipócritas se diluirá y se podrá danzar al acompasado ritmo de la libertad. No desaparecen los callos producidos por la inadecuada horma de un calzado largo tiempo llevado al cambiar simplemente de calzado. Grandes cuidados requieren, tiempo sobre todo, el mismo o más que han tardado en producirse, paciencia y mimo. El recuerdo de la suavidad sedosa de la piel anterior a la dureza será motivo suficiente para perseverar. La añoranza de volver a admirar el puzzle completado en la memoria, aunque ahora las piezas a duras penas catalogadas, añadirá motivación. Recuperar la inocencia perdida y disfrutarla será el regalo. Ver la faz de Allah, el objetivo.


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