lunes, 15 de septiembre de 2014

El Papa alerta de una "Tercera Guerra" mundial

El Papa alerta de una "Tercera Guerra" mundial

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El Papa Francisco reza sobre las tumbas de soldados austro-húngaros en el cementerio militar de Fogliano Redipuglia. / REUTERS
  • Francisco advierte de que estamos inmersos en un conflicto mundial pero "combatido por partes", y motivado por planes geopolíticos y la avidez de dinero

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El cementerio militar de Fogliano Redipuglia es el mayor camposanto de Italia. En él descansan los restos de más de 114.000 combatientes de la Primera Guerra Mundial, tanto italianos como austro-húngaros. Francisco lo visitó ayer para rendir un emotivo homenaje a todas las víctimas con motivo del centenario del inicio de aquel destructivo conflicto. Y aprovechó tan simbólico lugar para alertar, en una encendida homilía, de que estamos inmersos en «una Tercera Guerra (Mundial) librada por partes, con crímenes, masacres y destrucciones». Si las otras dos grandes contiendas globales estuvieron bien delimitados tanto geográfica como políticamente, el Papa sitúa los enfrentamientos de este nuevo conflicto mundial en las guerras que asolan en estos momentos Europa, Oriente Medio y África, así como en la violencia que impregna la sociedad actual. «Todo motivado por los intereses, los planes geopolíticos, la avidez de dinero y de poder, y la industria de las armas, que parece ser importantísima», criticó Bergoglio.
Como es habitual en el Pontífice, no siguió el guion previsto y se dejó llevar por la improvisación durante su discurso. «La guerra es una locura alimentada por la avaricia, la intolerancia y la ambición de poder. Y esos motivos a menudo están justificados por una ideología», censuró.
Los miles de fieles congregados bajo la lluvia siguieron en silencio las palabras de Francisco, que a medida que hablaba aumentaba más su tono crítico. El sermón fue pronunciado en el sagrario del cementerio, una colosal grada de piedra, coronada por tres cruces y construida en 1938 por orden de Benito Mussolini. Se trata del mayor monumento a los caídos de guerra de todo Italia. «Aquí hay muchas víctimas, pero todavía hoy sigue habiendo más víctimas», denunció Francisco, quien advirtió de que esta «Tercera Guerra» crece por la indiferencia general que muestran los «planificadores del terror, esos organizadores del enfrentamiento, como también los comerciantes de armas, que han escrito en sus corazones: '¿a mí qué me importa'?».
Antepasado combatiente
El emocionante sermón concluyó con un mensaje de paz: «Lo vemos en la historia que va de 1914 hasta la actualidad. Y también lo vemos en nuestros días. Con un corazón de hijo, de hermano, de padre, os pido a todos, y para todos nosotros, la conversión del corazón: pasad de ese 'a mí qué me importa' a las lágrimas», sentenció el Papa.
Francisco se mostró especialmente conmovido en su visita al cementerio de Redipuglia tras recordar la figura de su abuelo paterno, Giovanni Bergoglio, quien participó como soldado italiano en las sangrientas batallas que tuvieron lugar en esa región entre 1917 y 1918. «He oído tantas historias dolorosas de la boca de mi abuelo, que estuvo en el Piave», había desvelado ya el Papa en junio. Ayer, rezó en primer lugar en solitario y realizó una ofrenda floral en la parte del cementerio donde están enterrados los combatientes austro-húngaros. A continuación acudió a la zona italiana, donde estuvo acompañado por los arzobispos de Viena y Zagreb, y múltiples autoridades religiosas austríacas, croatas, eslovenas y húngaras.
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