sábado, 4 de octubre de 2014

Jutbah del Eid Al-Adha

Jutbah del Eid Al-Adha
Todas las alabanzas pertenecen a Allah, lo glorificamos y nos encomendamos en Él. Nos refugiamos en Allah del mal que hay en nuestro ego y del que puedan generar nuestras malas acciones. A Quien Allah guía, nadie lo podrá desviar, pero a quien Él desvíe, nadie lo podrá guiar. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin asociados. Atestiguo que Mujámmad es Su siervo y Mensajero. ¡Oh Allah! Bendice a Mujámmad, su familia, sus compañeros y todos los que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.
¡Hermanos y hermanas en el Islam! Tengamos temor de Allah, pues la piedad es la mejor provisión y el camino más recto. Allah dice en el Sagrado Corán:
“¡Oh, creyentes! Teman a Allah como es debido y no mueran sino musulmanes sometidos a Él.” (Corán 3:102)
“¡Oh, seres humanos! Tengan temor de su Señor, Quien los ha creado de un solo ser, del que creó a su cónyuge e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Tengan temor de Dios, en Cuyo nombre se reclaman sus derechos, y respeten los lazos familiares. Dios los observa.” (Corán 4:1)
“¡Oh, creyentes! Tengan temor de Dios y hablen solo con la verdad. [Si lo hacen,] Él hará virtuosas sus obras y perdonará sus pecados. Quien obedece a Dios y a Su Mensajero obtendrá un triunfo grandioso.” (Corán 33:70-71)
En nuestra jutbah de hoy vamos a hablar sobre dos temas: la jurisprudencia del sacrificio y la historia detrás de este rito.
Allah nos narra el por qué de esta ofrenda en el sagrado Corán:
“Sepan que respetar los ritos de Dios dimana de la piedad que hay en los corazones. Pueden beneficiarse de los animales hasta un plazo determinado; pero luego, su lugar [de sacrificio] es junto a la Antigua Casa. He prescrito para cada comunidad sus propios ritos, para que recuerden el nombre de Dios al sacrificar las reses que les proveí. Su Dios es uno solo. Entréguenle a Él su voluntad. Albricia a los humildes sumisos [que obtendrán la bienaventuranza], aquellos cuyos corazones se emocionan cuando se menciona a Dios, son pacientes ante las desgracias, cumplen con la oración y hacen caridades con lo que les he agraciado. Establecí que [el sacrificio] de los ganados sea parte de los ritos de Dios, en ello hay un bien para ustedes. Mencionen el nombre de Dios sobre ellos cuando estén dispuestos en fila [para ser sacrificados]. Luego, cuando se desplomen sobre sus costados [sin vida], coman de ellos y den de comer al mendigo y al necesitado. Así los puse a su servicio para que sean agradecidos. Dios no necesita de la carne ni de la sangre [de sus ofrendas], Él desea que ustedes alcancen la piedad [mediante la práctica de este rito]. Con este fin se los facilitó. Alaben a Dios por haberlos guiado. Y albricia a los que hacen el bien [que alcanzarán el Paraíso]”. (Corán 22:32-37)
A continuación voy a mencionar algunos detalles que nos ofrece la Sunnah del Profeta (saw) sobre este sacrificio.
Al-Udhiah: es el animal que se sacrifica los días de la festividad del ‘Eid Al-Adha como ofrenda para aproximarse a Allah. El animal sacrificado puede pertenecer al ganado vacuno, ovino y caprino o camélido.
El veredicto legal de la Udhiah: Es Sunnah confirmada y enfática (Sunnah Mu'akkadah) para todo aquel musulmán que pueda realizarla, los sabios del fiqh Hanafi la consideran obligatoria. Allah dice en el Corán:
“Reza, pues, a tu Señor y sacrifica [los animales en Su nombre]”. (Corán 108:2)
El momento de sacrificar la Udhiah: Comienza después de la oración del ‘Eid Al Adha, y se extiende hasta el último de los tres días posteriores al día del ‘Eid. Es decir el día del ‘Eid y tres días más.
Es recomendable (Sunnah) que la persona que realice esta ofrenda coma de la carne del animal sacrificado, regale parte de ella y distribuya el resto entre los pobres.
Las condiciones que deben tener los animales para ser sacrificados
La ofrenda debe cumplir con la siguiente condición para ser válida: Si pertenece a los camélidos debe tener cinco años o más, si pertenece al ganado vacuno, debe tener dos años o más, si pertenece al ovino debe tener seis meses o más y si pertenece al caprino debe tener un año o más.
Un cordero sólo puede ser ofrendado por una persona. El camello y la vaca, en cambio, pueden ser ofrendados hasta por siete personas.
Es Sunnah que quien sacrifica una Udhiah en su nombre y el de los integrantes de su familia diga: Bismillah, wa Allahu Akbar. Allahumma taqabbal minni. Allahumma hádha ‘anni ua ‘an ahli baiti - En el nombre de Allah, y Allah es el Supremo. ¡Oh Allah! Acéptalo de mí. ¡Oh Allah! Esta ofrenda es en mi nombre y el de los integrantes de mi familia.
Cómo se realiza el Dhabh (degüello)
Anas (ra) relató: El Profeta (saw) sacrificó dos carneros blancos con cuernos. Puso su pierna sobre sus cuellos y los degolló con su mano, mencionando primero el nombre de Allah y luego el Takbir”. Registrado por Bujari y Muslim
Es Sunnah que la persona sacrifique personalmente el Udhiah. Si no sabe sacrificar, entonces debe contratar a alguien que lo sepa hacer, y no podrá darle parte de la carne como pago. La persona que degüella al animal debe pronunciar el nombre de quien ofrece el sacrificio al momento del corte.
Los animales que no son válidos para una ofrenda
Al-Bará' Ibn ‘Ázib (ra) relató que oyó al Profeta (saw) decir: “Cuatro animales no sirven para una ofrenda: el tuerto, el enfermo, el cojo y el fracturado que no puede alimentarse bien”. Registrado por Abu Dawud y An-Nasai
La historia detrás de esta ofrenda
Nuestro Querido Profeta Muhammad dijo: “Si Allah ama a alguien, lo pone a prueba. Las pruebas de los Profetas son las más difíciles”.
Allah, puso a prueba al Profeta Abraham y su hijo Ismael.
Uno de los acontecimientos más celebrados de la vida de Abraham es el encuentro con su hijo Ismael, quien nació cuando Abraham ya era un anciano. El muchacho crecía ante la orgullosa mirada de su padre cuando Dios, en Su sabiduría, le ordenó a Abraham que sacrificara a su hijo como una ofrenda para Él. La sura menciona la historia:
“¡Oh, Señor mío! Concédeme un hijo justo”. Le anuncié que le daría un niño sensato. Cuando [Ismael] alcanzó la pubertad, [Abraham] le dijo: “¡Oh, hijito mío! He visto en sueños que te sacrificaba; dime, qué opinas”. (Corán 37:100-102)
No es difícil imaginar el dilema de Abraham: un padre que debe, por mandato de Dios, sacrificar a lo que más ama en el mundo: el hijo que tanto apreciaba y amaba. Si el hijo hubiese sido dañado de cualquier otro modo, el padre se habría hundido en el desconsuelo, ¡imagínense su angustia al tener que matarlo con sus propias manos!
Abraham, sirviente y mensajero leal y obediente, no concebía la idea de ignorar una orden de su Señor, entonces le contó a su hijo la tarea que Dios le había encomendado. El hijo, un verdadero y devoto creyente, le respondió con estas palabras:
“¡Oh, padre mío! Haz lo que te es ordenado, por cierto que me encontrarás, si Allah quiere, entre los pacientes.” (102)
Llegó el momento en el que tuvieron que enfrentar sus respectivos destinos. Pero cuando el padre desenfundó el cuchillo y lo colocó en la garganta de su hijo, fueron rescatados:
“Cuando ambos se resignaron, y [Abraham] lo echó sobre la frente [a Ismael para sacrificarlo], Lo llamé: “¡Oh, Abraham! Has cumplido con lo que viste [en tus sueños]. Así recompenso a los que hacen el bien”. Esa fue una dura prueba. Pero lo rescaté [a su hijo, ordenando a Abraham que sacrificara en su lugar un cordero] e hiciera una gran ofrenda, y dejé su historia [como enseñanza] para la posteridad. ¡Qué la paz sea con Abraham!” (103–109)
Esta historia es un ejemplo de que las pruebas de Dios sobre la humanidad son intensas y exhaustivas a veces, y de que la verdadera fe es mucho más que simples alabanzas de la boca para afuera: implica perseverancia y entrega absoluta a Dios.
Cabe mencionar que solo en el caso de los Profetas los sueños significan revelación de Allah, en el caso de nosotros, los sueños pueden ser albricias, si vemos algo que nos agrada, o pueden ser pesadillas si vemos algo que nos asusta, por lo que quien vea en sus sueños algo desagradable que se refugie en Allah de Shaitán.
En el caso de Abraham e Ismael, había terminado la Prueba Divina y la habían superado. Fue un día festivo para todo el Universo. Este día fue nombrado como la Fiesta del Sacrificio para los musulmanes. En este día, los musulmanes sacrifican corderos y carneros recordando la historia del Profeta Abraham y su hijo Ismael.
Hermanos y hermanas, pidan paz y bendiciones por el Profeta Mujámmad, tal como Dios lo menciona en el Corán:
“Ciertamente Allah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él”. (Corán 33:56)
¡Oh Allah! Concede bendiciones y paz a nuestro Profeta Mujámmad, a sus familiares, a todos sus discípulos y a quienes sigan su guía de buena manera hasta el Día del Juicio. ¡Oh Allah! Da tu complacencia a todos los discípulos de Tu Mensajero, de quienes fueron destacados Abu Baker, Omar, ‘Uzman y ‘Ali. Complácete también con todos los seguidores de estas nobles personas, quienes siguen su guía hasta el Día del ajuste de cuentas, y con nosotros los presentes, pues Tú eres en verdad el más Clemente.

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