Ni pinche ni cabrón, dicen los del IPN
(Foto tomada de El Universal en la que se ven las sombrillas que repartió SDPnoticias)
¡No digan groserías!, escuché en el altavoz de uno de los lideres que dirigía a un grupo de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional. Al grito de ¡Huélum! ¡Huélum! un gran contingente de jóvenes ordenados y organizados llegaron al Monumento a la Revolución para dirigirse a Bucareli, en donde serán recibidos por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Indiscutiblemente vi un movimiento pacífico que a su paso dejaba una sensación de anhelo e idealismo que sólo los jóvenes desprenden; era tan genuino que despertaban incluso interés de los que observábamos, por acompañarlos.
A lo largo de 20 minutos vi pasar jóvenes apasionados que tenían tres pretensiones: ser escuchados, participar e incidir en la toma de decisiones que les competen.
El martes lograron algo inimaginable, que el secretario de Gobernación saliera a recibirlos; a escuchar sus demandas. Hoy iban a recibir respuesta; a obtener por parte del gobierno solución a un conflicto, ocasionado por la falta de inclusión por parte de las autoridades del IPN.
Este movimiento ha sido un suceso histórico, cuyo desenlace final está por verse. En los próximos minutos los estudiantes llegarán a su destino final, a reunirse con Osorio Chong y conocer la respuesta al pliego petitorio que presentaron, lo cual, indiscutiblemente, será para este actor una oportunidad para posicionarse en el camino hacia la sucesión presidencial aun “sin pretenderlo”; ¿la aprovechará?, ¿saldrá nuevamente a la calle sentando un precedente para cualquier movimiento?
Hay que esperar qué pasa en el transcurso de la marcha y sobre todo esperar que el movimiento se mantenga con el ánimo que mostraban los jóvenes; que no se utilice el movimiento por ningún otro grupo con intenciones ajenas al bienestar del IPN que pueda decir groserías.
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