“Los extremistas islámicos han instalado el miedo en el mundo”
El académico de origen turco Fevsi Bilgin pasó por nuestra ciudad y habló del flagelo terrorista del ISIS que hoy desvela al mundo, de las características de sus militantes y de las dificultades para lograr la paz en Siria
Su nombre es Fevzi Bilgin, y es el Presidente del Instituto Rethink, centro privado sin fines de lucro de Washington DC. Se especializa principalmente en las relaciones entre Turquía y EE UU en relación a los mercados de energía de Asia Central.
En una entrevista con EL DIA, el experto -que brinda servicios de consultoría para ONGs, agencias gubernamentales estadounidenses y políticos- habló del terrorismo yihadista del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) que tiene en jaque a Irak y Siria.
***
Conocidos por sus métodos sanguinarios, los extremistas del ISIS han conseguido tomar el control de amplias partes del centro y el norte de Siria y de Irak, y a fines de junio proclamaron un califato en ambos países.
Autora de numerosos secuestros en el territorio sirio, la organización se ha enfrentado a otras facciones rebeldes en ese país que la acusan de haber cometido “violaciones” contra el pueblo sirio, como raptos y asesinatos.
Sin embargo, no sólo ha raptado a ciudadanos sirios, sino también a occidentales, como periodistas y trabajadores humanitarios.
De hecho, las recientes decapitaciones de dos periodistas estadounidenses, James Foley y Steven Sotloff, y de los cooperantes humanitarios David Haines y Alan Henning (Gran Bretaña) y Peter Kassig (EE UU), difundidas en video por el ISIS, fueron la gota que colmó el vaso para que la comunidad internacional interviniera en Siria.
Desde su nacimiento, en octubre de 2006 en Irak, este grupo ha ido mutando de nombre. Al principio, se denominó Estado Islámico de Irak y nació como una alianza de organizaciones radicales formada bajo el paraguas de Al Qaeda para combatir la ocupación estadounidense en suelo iraquí. Tras el comienzo del conflicto sirio en marzo de 2011 al calor de las protestas antigubernamentales en el mundo árabe, el grupo radical anunció que empezaba a operar en Siria en abril de 2013 con el nombre de Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL). No tardó en hacerse fuerte en el norte sirio, donde sus acciones radicales levantaron las suspicacias de otras facciones, incluso de aquellas que habían jurado lealtad a Al Qaeda.
En Siria, su objetivo principal y declarado era la creación de un estado islámico, lo que era desaprobado por otros grupos que opinaban que los esfuerzos debían concentrarse en la lucha contra el régimen de Bashar Assad.
El propio líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, se vio obligado a intentar poner orden en las filas yihadistas y tuvo que intervenir en más de una ocasión para afirmar que la filial oficial de su organización en Siria es el Frente al Nusra y así desautorizar al EIIL en territorio sirio.
Sin embargo, el EIIL, liderado por Abu Bakr al Bagdadi, hizo caso omiso de las órdenes de Al Zawahiri y continuó sus actividades en suelo sirio. Así, desde enero pasado, esta organización se ha enfrentado en el norte sirio a una coalición insurgente, que incluye al Frente al Nusra, que no consiguió mermar sus capacidades. De hecho, prosiguió avanzando sobre el terreno y el 29 de junio proclamó un califato en Irak y Siria, además de anunciar un nuevo cambio de nombre: “Estado Islámico” (ISIS).
Durante ese mes, se hizo con el dominio de la segunda ciudad iraquí, Mosul, y otras zonas de ese país, aparte de tomar amplias áreas del norte y el centro del territorio sirio. Con la declaración del califato, Al Bagdadi fue proclamado como “imán y califa para los musulmanes de todo el mundo”.
El bastión principal del ISIS es la provincia siria de Al Raqa, en el noreste del país, donde se ubican sus principales bases y campos de entrenamiento que fueron evacuadas ante la ofensiva de las fuerzas occidentales.
En los territorios bajo su control, los extremistas del ISIS han impuesto una versión estricta de la “sharía” o ley islámica, con restricciones que obligan al uso del “niqab” (velo que tapa el rostro) a las mujeres y la prohibición de la venta de tabaco.
A los cristianos de Al Raqa les exigen una especie de impuesto a cambio de su “protección”. Una de las “bestias negras” del ISIS en Siria son los kurdos, que han decidido dar batalla ante los ataques de los extremistas contra esta minoría. Se estima que el ISIS ha reclutado un ejército de por lo menos 200.000 militantes combatientes, mucho más que los cálculos de la CIA, que inicialmente los cifraban en unos 31.500 soldados.
***
Los fondos del ISIS crecen día a día, tal como señala el profesor Bilgin, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania), en su paso por La Plata, a donde vino traído por la Fundación Pro Humanae Vitae y el Centro de Diálogo Intercultural Alba para dar conferencias en el marco del VII Congreso del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la UNLP. El ISIS recauda más de tres millones de dólares diarios gracias al contrabando de petróleo, el tráfico de personas, el robo y la extorsión. Y para Bilgin, que ha publicado sobre diversos temas como la política interior y exterior de Turquía, política regional, y religiosa, es difícil augurar un éxito sobre el ISIS, ya que el escenario es cada vez más violento y no hay un futuro cercano de solución.
¿Cuál es el camino para salir de la crisis en Siria, para la reconstrucción de la paz?
“Siria es un país de importancia estratégica en Medio Oriente. Antes de comenzar la guerra civil (en 2011), Rusia era un aliado de Damasco. De hecho, abastecía de tecnología a Siria, donde tiene una base militar (en Tartus, ciudad costera sobre el Mediterráneo). Desde que empezó la guerra civil, Rusia se ha inclinado por la no injerencia en el conflicto, aunque anunció que no va a dejar a Siria librada a su suerte. Barack Obama parece débil en el conflicto, pero sucede que EE UU está cansado de las guerras, como la de Irak y Afganistán, y por eso no entra directamente en el conflicto, aunque en estos momentos planea ampliar sus operaciones en Siria. Por su parte, China ve a la crisis como una oportunidad para entrar a Medio Oriente. Dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia y China rechazan las ofertas de paz. Irán, en tanto, apoya con armas a las fuerzas del régimen sirio. Tantos intereses encontrados retardan el fin del conflicto. Turquía intentó convencer a Assad de ir por la vía del diálogo, pero el conflicto fue in crescendo y hoy Turquía se ha plegado a la coalición internacional contra el ISIS. Turquía no quiere entrar en una guerra porque no hay respaldo popular para eso y porque no tiene capacidad para desafiar a la aviación siria, equipada por Rusia.”
(Bilgin hace referencia al comportamiento de Moscú y Beijing que, como miembros permanentes del organismo de la ONU encargado de mantener la paz y la seguridad entre las naciones, vienen utilizando sistemáticamente su poder de veto para bloquear medidas contra el gobierno de Assad.)
“Los conflictos de Medio Oriente se siguen desde hace mucho tiempo y generan gran interés. Hoy, Occidente no puede comprender cómo sus jóvenes están participando en el ISIS, y siente miedo y también una enorme preocupación sobre cómo recuperar a esos jóvenes Además, hay muchas dudas en Occidente que se pregunta ‘¿Por qué tenemos que estar allá?’, ya que cierta prensa tiende a mostrar el conflicto como una guerra de sectas de la fe.”
¿Las decapitaciones que el ISIS hizo conocer en el último tiempo son para llamar la atención o para extorsionar a Occidente?
“Todo el mundo, sea o no musulmán, está en estado de shock por estos crímenes atroces, pero hay que decir que este tipo de hechos no es una tradición en el islam. De todos modos, EE UU se dio cuenta tarde de las decapitaciones, que el ISIS ya venía haciendo en la región, aunque no se difundía. El ISIS, con su método de generar terror mediante estas ejecuciones, busca rendiciones sin resistencia. Para ser más fuertes y atraer a más musulmanes radicales, están reclutando a jóvenes occidentales.
¿El mundo es más o menos seguro después de los ataques a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001?
“Al Qaeda tuvo un claro objetivo de instalar el miedo en Occidente por su activa acción terrorista. Ataques con explosivos (por ejemplo, el atentado en el maratón de Boston en abril de 2013) refrescan ese sentimiento de temor. Es difícil combatir con enemigos no convencionales, pero no debemos rendirnos ante la situación. Siempre se puede hacer algo más.”
Muchos opinan que el ISIS será más difícil de derrotar que Al Qaeda porque, entre otras cosas, está mejor dotado militarmente y tiene más recursos económicos. ¿Esto es así?
“Al Qaeda realizaba ataques puntuales a objetivos de EE UU en distintas partes del mundo para generar terror. Su enemigo era EE UU. En cambio, en el caso del ISIS, con una estructura más horizontal que la que dirigía Osama Bin Laden, no hay un Estado enemigo para luchar contra él y por eso crearon su propio Estado. Las armas del ISIS fueron tomadas del Ejército de Irak, que estaba provisto por EE UU. Además, el ISIS administra pozos de petróleo que luego contrabandea en la frontera, y todos sus militantes tienen salarios (de unos 400 dólares). De hecho, para los milicianos del ISIS, el territorio donde combaten es como una Disneylandia de violencia y aventuras. No tienen miedo de morir. Sabemos que los capturados por el ISIS para combatir en sus filas son ignorantes que fueron a morir por Dios pero no saben nada de la fe.”
En una entrevista con EL DIA, el experto -que brinda servicios de consultoría para ONGs, agencias gubernamentales estadounidenses y políticos- habló del terrorismo yihadista del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) que tiene en jaque a Irak y Siria.
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Conocidos por sus métodos sanguinarios, los extremistas del ISIS han conseguido tomar el control de amplias partes del centro y el norte de Siria y de Irak, y a fines de junio proclamaron un califato en ambos países.
Autora de numerosos secuestros en el territorio sirio, la organización se ha enfrentado a otras facciones rebeldes en ese país que la acusan de haber cometido “violaciones” contra el pueblo sirio, como raptos y asesinatos.
Sin embargo, no sólo ha raptado a ciudadanos sirios, sino también a occidentales, como periodistas y trabajadores humanitarios.
De hecho, las recientes decapitaciones de dos periodistas estadounidenses, James Foley y Steven Sotloff, y de los cooperantes humanitarios David Haines y Alan Henning (Gran Bretaña) y Peter Kassig (EE UU), difundidas en video por el ISIS, fueron la gota que colmó el vaso para que la comunidad internacional interviniera en Siria.
Desde su nacimiento, en octubre de 2006 en Irak, este grupo ha ido mutando de nombre. Al principio, se denominó Estado Islámico de Irak y nació como una alianza de organizaciones radicales formada bajo el paraguas de Al Qaeda para combatir la ocupación estadounidense en suelo iraquí. Tras el comienzo del conflicto sirio en marzo de 2011 al calor de las protestas antigubernamentales en el mundo árabe, el grupo radical anunció que empezaba a operar en Siria en abril de 2013 con el nombre de Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL). No tardó en hacerse fuerte en el norte sirio, donde sus acciones radicales levantaron las suspicacias de otras facciones, incluso de aquellas que habían jurado lealtad a Al Qaeda.
En Siria, su objetivo principal y declarado era la creación de un estado islámico, lo que era desaprobado por otros grupos que opinaban que los esfuerzos debían concentrarse en la lucha contra el régimen de Bashar Assad.
El propio líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, se vio obligado a intentar poner orden en las filas yihadistas y tuvo que intervenir en más de una ocasión para afirmar que la filial oficial de su organización en Siria es el Frente al Nusra y así desautorizar al EIIL en territorio sirio.
Sin embargo, el EIIL, liderado por Abu Bakr al Bagdadi, hizo caso omiso de las órdenes de Al Zawahiri y continuó sus actividades en suelo sirio. Así, desde enero pasado, esta organización se ha enfrentado en el norte sirio a una coalición insurgente, que incluye al Frente al Nusra, que no consiguió mermar sus capacidades. De hecho, prosiguió avanzando sobre el terreno y el 29 de junio proclamó un califato en Irak y Siria, además de anunciar un nuevo cambio de nombre: “Estado Islámico” (ISIS).
Durante ese mes, se hizo con el dominio de la segunda ciudad iraquí, Mosul, y otras zonas de ese país, aparte de tomar amplias áreas del norte y el centro del territorio sirio. Con la declaración del califato, Al Bagdadi fue proclamado como “imán y califa para los musulmanes de todo el mundo”.
El bastión principal del ISIS es la provincia siria de Al Raqa, en el noreste del país, donde se ubican sus principales bases y campos de entrenamiento que fueron evacuadas ante la ofensiva de las fuerzas occidentales.
En los territorios bajo su control, los extremistas del ISIS han impuesto una versión estricta de la “sharía” o ley islámica, con restricciones que obligan al uso del “niqab” (velo que tapa el rostro) a las mujeres y la prohibición de la venta de tabaco.
A los cristianos de Al Raqa les exigen una especie de impuesto a cambio de su “protección”. Una de las “bestias negras” del ISIS en Siria son los kurdos, que han decidido dar batalla ante los ataques de los extremistas contra esta minoría. Se estima que el ISIS ha reclutado un ejército de por lo menos 200.000 militantes combatientes, mucho más que los cálculos de la CIA, que inicialmente los cifraban en unos 31.500 soldados.
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Los fondos del ISIS crecen día a día, tal como señala el profesor Bilgin, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania), en su paso por La Plata, a donde vino traído por la Fundación Pro Humanae Vitae y el Centro de Diálogo Intercultural Alba para dar conferencias en el marco del VII Congreso del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la UNLP. El ISIS recauda más de tres millones de dólares diarios gracias al contrabando de petróleo, el tráfico de personas, el robo y la extorsión. Y para Bilgin, que ha publicado sobre diversos temas como la política interior y exterior de Turquía, política regional, y religiosa, es difícil augurar un éxito sobre el ISIS, ya que el escenario es cada vez más violento y no hay un futuro cercano de solución.
¿Cuál es el camino para salir de la crisis en Siria, para la reconstrucción de la paz?
“Siria es un país de importancia estratégica en Medio Oriente. Antes de comenzar la guerra civil (en 2011), Rusia era un aliado de Damasco. De hecho, abastecía de tecnología a Siria, donde tiene una base militar (en Tartus, ciudad costera sobre el Mediterráneo). Desde que empezó la guerra civil, Rusia se ha inclinado por la no injerencia en el conflicto, aunque anunció que no va a dejar a Siria librada a su suerte. Barack Obama parece débil en el conflicto, pero sucede que EE UU está cansado de las guerras, como la de Irak y Afganistán, y por eso no entra directamente en el conflicto, aunque en estos momentos planea ampliar sus operaciones en Siria. Por su parte, China ve a la crisis como una oportunidad para entrar a Medio Oriente. Dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia y China rechazan las ofertas de paz. Irán, en tanto, apoya con armas a las fuerzas del régimen sirio. Tantos intereses encontrados retardan el fin del conflicto. Turquía intentó convencer a Assad de ir por la vía del diálogo, pero el conflicto fue in crescendo y hoy Turquía se ha plegado a la coalición internacional contra el ISIS. Turquía no quiere entrar en una guerra porque no hay respaldo popular para eso y porque no tiene capacidad para desafiar a la aviación siria, equipada por Rusia.”
(Bilgin hace referencia al comportamiento de Moscú y Beijing que, como miembros permanentes del organismo de la ONU encargado de mantener la paz y la seguridad entre las naciones, vienen utilizando sistemáticamente su poder de veto para bloquear medidas contra el gobierno de Assad.)
“El territorio donde combaten es como unas Disneylandia de violencia y aventuras. No tienen miedo de morir“
¿Cree que en Occidente hay una clara comprensión y entendimiento de la problemática islámica? “Los conflictos de Medio Oriente se siguen desde hace mucho tiempo y generan gran interés. Hoy, Occidente no puede comprender cómo sus jóvenes están participando en el ISIS, y siente miedo y también una enorme preocupación sobre cómo recuperar a esos jóvenes Además, hay muchas dudas en Occidente que se pregunta ‘¿Por qué tenemos que estar allá?’, ya que cierta prensa tiende a mostrar el conflicto como una guerra de sectas de la fe.”
¿Las decapitaciones que el ISIS hizo conocer en el último tiempo son para llamar la atención o para extorsionar a Occidente?
“Todo el mundo, sea o no musulmán, está en estado de shock por estos crímenes atroces, pero hay que decir que este tipo de hechos no es una tradición en el islam. De todos modos, EE UU se dio cuenta tarde de las decapitaciones, que el ISIS ya venía haciendo en la región, aunque no se difundía. El ISIS, con su método de generar terror mediante estas ejecuciones, busca rendiciones sin resistencia. Para ser más fuertes y atraer a más musulmanes radicales, están reclutando a jóvenes occidentales.
¿El mundo es más o menos seguro después de los ataques a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001?
“Al Qaeda tuvo un claro objetivo de instalar el miedo en Occidente por su activa acción terrorista. Ataques con explosivos (por ejemplo, el atentado en el maratón de Boston en abril de 2013) refrescan ese sentimiento de temor. Es difícil combatir con enemigos no convencionales, pero no debemos rendirnos ante la situación. Siempre se puede hacer algo más.”
Muchos opinan que el ISIS será más difícil de derrotar que Al Qaeda porque, entre otras cosas, está mejor dotado militarmente y tiene más recursos económicos. ¿Esto es así?
“Al Qaeda realizaba ataques puntuales a objetivos de EE UU en distintas partes del mundo para generar terror. Su enemigo era EE UU. En cambio, en el caso del ISIS, con una estructura más horizontal que la que dirigía Osama Bin Laden, no hay un Estado enemigo para luchar contra él y por eso crearon su propio Estado. Las armas del ISIS fueron tomadas del Ejército de Irak, que estaba provisto por EE UU. Además, el ISIS administra pozos de petróleo que luego contrabandea en la frontera, y todos sus militantes tienen salarios (de unos 400 dólares). De hecho, para los milicianos del ISIS, el territorio donde combaten es como una Disneylandia de violencia y aventuras. No tienen miedo de morir. Sabemos que los capturados por el ISIS para combatir en sus filas son ignorantes que fueron a morir por Dios pero no saben nada de la fe.”
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