PARTIDO DE
LOS POBRES
Al pueblo de México
A todos los trabajadores
El Partido de los Pobres, organismo que ha
nacido de las entrañas más profundas del pueblo mexicano y que día a día se
templa, se consolida y desarrolla en la lucha y en la guerra revolucionaria
armada de los explotados contra los explotadores, expone en forma general los
objetivos esenciales que fundamentan su razón de ser, su conducta y acción.
Nuestros principios y objetivos esenciales
son:
1. Luchar consecuentemente con las armas en la
mano junto a todas las organizaciones revolucionarias armadas, junto a nuestro
pueblo trabajador y hacer la revolución socialista; conquistar el poder
político; destruir al Estado burgués explotador y opresor; construir un Estado proletario
y formar un gobierno de todos los trabajadores; construir una nueva sociedad,
sin explotados ni explotadores, sin oprimidos ni opresores.
2. Destruir el sistema capitalista: abolir la propiedad
privada, base y esencia de la explotación del hombre por el hombre; aniquilar a
la burguesía como clase privilegiada explotadora y opresora, ya que el capital
y la riqueza acumulada y concentrada en sus manos ha sido creada por el trabajo,
el sudor y la sangre de la clase, de los campesinos y de todos los trabajadores,
en consecuencia, será́ reivindicada la justicia histórica de la clase obrera,
del campesino y de muchas generaciones de trabajadores. Lo que ha sido creado
por el trabajo y sacrificio del pueblo, debe pertenecer al propio pueblo.
3. Consecuentemente, después del triunfo
armado de la revolución socialista y de la toma del poder político por el
pueblo, será́ destruida la estructura del sistema económico-social explotador
y conquistado el poder económico, para ello, serán expropiadas y socializadas
las empresas industriales, comerciales, agrícolas y las instituciones
financieras, etcétera, hoy en poder de la burguesía. Al ser expropiadas y socializadas las fábricas, los
medios e instrumentos de producción, los recursos naturales, los bancos,
etcétera, serán administrados por los propios trabajadores y por el estado
proletario. El comercio externo e interno estará́ bajo control del Estado de
todos los trabajadores, y las relaciones económicas, políticas y sociales con
todos los países habrán de basarse en los intereses fundamentales de los pueblos, en igualdad y
ayuda mutua.
4. Se acabará con la explotación y la opresión
en el campo; los latifundios, las haciendas y todas las propiedades de los capitalistas
del campo serán expropiados. La tierra será́ colectivizada y administrada por
quienes la trabajen; el Estado de todos los trabajadores dotará a todo el
campesinado de maquinaria, técnica, medios y recursos suficientes para elevar
la producción y el nivel de vida de los
campesinos; la tierra y la producción serán de quienes la trabajen.
5. Los grandes propietarios de viviendas serán
expropiados de ellas, y solo se les permitirá́ lo necesario para vivir
dignamente. Las mansiones de lujo, los hoteles, moteles y centros vacacionales,
hoy en poder y al servicio de la burguesía, pasaran a manos de los
trabajadores.
6. Los grandes sanatorios, consultorios, farmacias
y laboratorios, los centros de salud y hospitales, serán expropiados y puestos
al servicio del pueblo para garantizar la salud y evitar la mortalidad por
falta de atención médica.
7. El transporte aéreo, marítimo y terrestre;
las comunicaciones: teléfono, telégrafo y correo, serán socializados y puestos
al servicio de toda la sociedad.
8. La cultura burguesa, por ser contrarrevolucionaria
e in compatible con los intereses de los trabajadores, será́ destruida. El
pueblo desarrollará y creará su propia cultura. La técnica y la ciencia que el estado
capitalista utiliza para aumentar la
explotación, la opresión y la muerte de las masas trabajadoras, pasará al
servicio del pueblo para transformar el país, elevar la producción y el nivel
de vida de la sociedad. La educación, la cultura, la técnica y la ciencia
perderán el carácter comercial en la nueva sociedad. La educación será́ impartida
y administrada gratuitamente por el Estado revolucionario a todo el pueblo a
fin de acabar radicalmente con el analfabetismo, la ignorancia y el atraso
cultural en que lo ha mantenido el régimen capitalista; la educación será́
científica, es decir, se basará estrictamente en la verdad, en la materialidad
del universo, del mundo y de la sociedad.
9. Serán expropiadas la prensa, la radio y la televisión,
ya que constituyen un instrumento más de poder de la burguesía para someter y
enajenar al pueblo, deformar la verdad, crear falsos valores morales y
culturales, aumentar sus ganancias y riquezas. Al ser expropiadas la prensa, la
radio y televisión, el Estado y el gobierno revolucionario se encargaran de transformar
la orientación y el contenido de esos medios masivos de información y
comunicación, cuyo fin fundamental será́ orientar, educar y elevar la
conciencia y la moral revolucionarias del pueblo y ayudar a la formación del
hombre nuevo.
10. Las leyes de todo el sistema jurídico
burgués, que garantizan la propiedad privada y legalizan la explotación de la
burguesía contra los trabajadores, serán abolidas. El ejército y todas las
corporaciones policiacas que forman la maquinaria represiva y criminal,
defensoras y sostén fundamental del Estado y del orden burgués, serán
destruidos. El Estado proletario creara leyes, propondrá́ tribunales que
expresen, representen y defiendan únicamente los derechos e intereses de todos
los trabajadores y de toda la sociedad, cuya base fundamental será́ la
democracia socialista, que habrá́ de considerar a todos los trabajadores en
plenitud de derechos y obligaciones y colocar a la mujer en un plano de
igualdad ante el hombre, ante el trabajo y ante la sociedad. El Estado
revolucionario consolidará y desarrollará a su propio ejército y armará a todo
el pueblo; la casa de cada trabajador será́ transformada en una trinchera de
combate y cada trabajador se convertirá́ en un soldado revolucionario para
defender al país de sus explotadores internos y externos. El pueblo no depondrá́
las armas hasta no acabar con el último reducto de explotación y con el último
enemigo de la enemigo de la revolución.
11. El trabajo del hombre estará́ exento de
toda explotación y opresión; dejará de ser una mercancía y ya no podrá́ ser
considerado como una maldición, ni como un castigo, sino como la actividad
racional y fundamental del hombre encaminada a la superación infinita, a la transformaciónde
la naturaleza, a la creación de los valores morales y espirituales de la
sociedad y a la producción de bienes materiales. La producción y la riqueza serán
distribuidas justamente, tomando en cuenta los intereses y necesidades
fundamentales de todos los trabajadores.
12. La lucha del pueblo mexicano por su plena
emancipación es parte integrante del movimiento revoluciona rio internacional
por la liberación total de la humanidad; las fronteras artificiales instauradas
e impuestas por los explotadores para separar a los pueblos deben ser barridas
por la lucha y por el internacionalismo revoluciona rio. Por ello, estamos plenamente
identificados y solidarizados con todos los pueblos explotados, con todos los
hombres y mujeres que combaten consecuentemente en todo el mundo contra el
enemigo común: el capitalismo. Estamos profundamente hermanados con todos los
pueblos que han logrado su emancipaciónpolítica, económica y social y
constituyen para nosotros un ejemplo revolucionario.
Para alcanzar y lograr los objetivos señalados,
los trabajadores tienen que librar e inevitablemente una guerra a muerte irreconciliable
contra laburguesía, contra los imperialistas, se hace necesario desarrollar,
profundizar y generalizar la guerra de movimiento y decisiones rápidas y
extender la guerra de guerrillas a todo el país. La guerra de guerrillas
llevará a todo el pueblo a formas cada vez más superiores de lucha, hasta la insurrección
general y la toma del poder, hasta destruir a la burguesía y sepultarla junto
con su sistema capitalista, explotador y opresor.
Las condiciones históricas, económicas, políticas
y sociales necesarias para organizar y desarrollar la revolución socialista en
nuestro país, están dadas. La tarea inmediata de los explotados es agruparse en
organizaciones clandestinas armadas y actuar. La teoría y la práctica
revolucionaria tendrán que crear y generar la organización general
revolucionaria de vanguardia, política y militarmente capaz de dirigir la
guerra y coordinar las acciones revolucionarias.
La práctica revolucionaria consecuente tendrá́
que definir y unir a los revolucionarios y separarlos de los oportunistas,
renegados, traidores y agentes de la burguesía en el seno del movimiento
revolucionario.
Llamamos a todos los trabajadores a unirse, a
organizarse, armarse y luchar contra la burguesía y contra todos los medios e
instrumentos de que se valen para explotar y mantener su dominio.
Llamamos a los obreros a liquidar política y físicamente
al charrismo sindical, a tomar las fábricas, transformarlas en centros insurreccionales
y luchar por sus objetivos históricos.
Llamamos al campesinado pobre a tomar por la fuerza
de las armas las haciendas y las tierras en poder de los capitalistas del campo
e integrarse consecuentemente a la lucha armada.
Llamamos al estudiantado combativo y a la intelectualidad
revolucionaria a convertir las escuelas y centros de trabajo en trinchera de
combate por la revolución socialista.
Llamamos a todo el pueblo a combatir a los
ricos capitalistas, dondequiera que estos se encuentren, atacar sus riquezas y
sus bienes y destrozar sus fuerzas policiaco-militares y su sistema explotador
y opresor.
El deber de todo revolucionario es hacer la revolución
con las armas en la mano:
Vencer o morir.
Sierra de Guerrero, marzo de 1973
Partido de los Pobres
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