Atentado en París:
manipulación e islamofobia
Publicado: 8 ene 2015
19:26 GMT | Última actualización: 8 ene 2015 19:26 GMT
Maximiliano Sbarbi
Osuna
Nada justifica la barbarie cometida ayer en París. Ni las caricaturas
burlonas de Mahoma publicadas por la revista Charlie Hebdo, ni las misiones de
ocupación y bombardeo que realiza Francia actualmente en tres países
musulmanes. El asesinato de civiles no tiene explicación racional.
Pero, el trato que le dieron los medios formadores de opinión revela un
prejuicio social y una manipulación de las ideas de lo que significa el mundo
musulmán, el terrorismo en todas sus formas y hasta del rol de Occidente en el
mundo.
En primer lugar, la enorme mayoría de las victimas del terrorismo islámico
son musulmanas. Eso no suele ser publicado ni conocido por el común de la
gente, que sometida al manejo de la información sostiene que el mundo musulmán
está en contra de la Europa libre y cristiana.
Los musulmanes de Medio Oriente suelen morir a causa del extremismo, cuyo
origen es diverso. Uno claro es la tergiversación de la religión por parte de
grupos que intentan dominar a las masas, con ayuda de algunos gobiernos
–principalmente las monarquías árabes- y sus aliados occidentales, entre ellos
Francia.
Que haya atentados terroristas no significa que el mundo musulmán y
Occidente estén enfrentados. Esa es una simplificación falaz y etnocentrista, que
sitúa a la Europa Cristiana y a Estados Unidos en el papel de fiscal y juez
universal.
Por otro lado, pone a los musulmanes en una posición de incivilizados y que
en su mayoría apoyan ataques como el cometido ayer en París. Nada más lejos de
la realidad, dado que diariamente en Libia, Irak, Siria y Yemen sufren las
consecuencias del integrismo.
Asimismo, la opinión pública occidental se escandalizó con el atroz
atentado de ayer, pero hace oídos sordos a la matanza de musulmanes en Medio
Oriente, muchas veces perpetrada por grupos armados y entrenados por la OTAN.
Es decir que si el atentado se produce en Yemen –ayer hubo 30 muertos en
este país en un ataque islamista- no sucede nada porque “los musulmanes son
bárbaros y les gusta matarse entre sí”. En cambio, cuando el ataque sucede en
París, el odio hacia todo lo extranjero florece como en la década del treinta
en los países del Eje. Si a esto se le suma una Europa en crisis, la
combinación suele ser calamitosa.
¿Quiénes se benefician del atentado?
Para entender lo que ocurrió habría que analizar quiénes salen ganando con
semejante matanza de civiles.
La ultraderecha lleva agua para su molino, dado que la islamofobia está
creciendo en Francia, Alemania, Suecia y Gran Bretaña y sus postulados se ven
legitimados con los asesinatos.
El Frente Nacional de los Le Pen, que ganó las elecciones del año pasado en
el Parlamento Europeo, superando al resto de los partidos franceses, se ve
altamente beneficiado.
Pero, tampoco hay que descartar una operación de false flag o falsa
bandera, que busque apoyar las acciones bélicas de Francia en tres países
musulmanes: Malí, República Centroafricana e Irak.
Francia mantiene más de tres mil soldados en estos tres países y lucha
contra los islamistas. En Irak, Francia combate al Estado Islámico, apoyando al
Kurdistán iraquí para que logre una mayor autonomía de Bagdad y pueda ser un
proveedor de gas y petróleo, hacia Europa, alternativo a Rusia.
Sin embargo, el gobierno no combate sino que apoya al Estado Islámico del
otro lado de la frontera, en Siria, junto con Turquía y Qatar.
Esta doble estrategia no es popular entre los ciudadanos franceses que
perciben que los musulmanes “invaden” sus ciudades, cuando en realidad las
mujeres que profesan esa fe son agredidas sólo por hacerlo. Así, la comunidad
entera se ve estigmatizada.
Pero, dejando de lado la supuesta falsa bandera, el ataque en París va a
ser aprovechado por el gobierno de Hollande, por el Frente Nacional y hasta por
Nicolás Sarkozy, que en 2011 ayudó a llegar al poder a los islamistas radicales
que derrocaron a Kadafi en Libia.
En consecuencia, en Europa entera va a crecer el etnocentrismo, la
xenofobia y la simplificación.
El terrorismo islámico es una realidad, más cruda en Medio Oriente que en
Europa, pero no es la única forma de terrorismo. La financiación de grupos
armados, la intervención directa en países extranjeros por parte de Francia, y
la expoliación de recursos en Irak y en las ex colonias francesas africanas
también son terrorismo, que con estos atentados como el de ayer en París,
parece estar cada vez más justificado por la opinión pública y los grandes
medios de manipulación social.
Etiquetas:EuropaIslamTerrorismo
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