Cerrado por oración

Una mirada mordaz al wahabismo de una autora controvertida

16/01/2015 - Autor: Nadine al-Badair - Fuente: al-Masri al-Yawm

Nadin al-Badir

El muecín llama a la oración y el país se detiene casi por completo. Todo cerrado. Incluso los establecimientos de primera necesidad. Farmacias. Centros comerciales. Ultramarinos. Panaderías. Restaurantes. Por doquier el mismo cartel: «Cerrado por oración». Los funcionarios públicos, los trabajadores de empresas privadas y los policías abandonan sus trabajos y aplazan la atención a sus clientes o usuarios cuando comienza la oración. Muchos escolares interrumpen sus clases para cumplir el deber religioso. Nada debe perturbar tu mente hasta el final de la oración. Cinco veces al día lo mismo, día y noche. Se está violando gravemente la privacidad y la libertad. Esto es una dilación total de los intereses y un estorbo para la economía y para la vida.

Una norma que alimenta la holgazanería y contribuye a la situación económica ruinosa de un vasto país petrolífero. Nadie hasta hoy ha podido dar una buena razón para detener la vida por la oración, salvo la completa sumisión a una institución religiosa que está muy lejos de la auténtica religión. A continuación te topas con ignorantes que le dan vueltas a calles y mercados vociferando que ha llegado el momento de la oración; cerradlo todo, dejad inmediatamente lo que estáis haciendo y postraos en dirección a la alquibla. El que desobedezca se expone a graves sanciones. Ningún cielo acepta ritos forzados.

Cuando más prisa tienes y más necesitas llenar el depósito resulta que acaba de empezar la oración del mediodía. Y ahora, a esperar casi tres cuartos de hora para que abra de nuevo la gasolinera. ¡Qué importa la urgencia que te ha obligado a detenerte! Es lo que hay.

¿La relación con Dios exige supervisión, control y castigos ancestrales? ¿Para ganarse el Paraíso hay que parar la vida?

Curiosamente, toda esa enorme cantidad de mano de obra, que no es musulmana, no puede hacer otra cosa que gandulear hasta que acaba el estado de emergencia habitual.

La oración se ha convertido en un hábito, en ley de obligado cumplimiento, en disciplina; la espiritualidad es una rutina colectiva diaria.

Existe una multitud paciente y silenciosa, y también un rebaño feliz y satisfecho.
El resto de los pueblos se dirige a ese destino frustrante, porque los tentáculos de la ignorancia controlan incluso los puntos más abiertos y más libres de la región. Un hombre con una barba repugnante que le llega a la cintura se planta en la pantalla. En la mano blande un arma con la que el ignorante combate. Tu conocimiento de la historia de esos bárbaros te induce a creer que cuando hable lo hará en afgano o en un dialecto árabe de los que predominan entre los miembros de al-Qaeda y, sin embargo, te sorprende su acento libanés. ¡Quién se iba a imaginar que un día veríamos a este guerrero talibán en el Líbano! ¡Quién se iba a imaginar que veríamos hiyabs y niqabs en el Líbano!

Los revolucionarios quieren revivir la época de los antepasados. Aspiran a un neotalibanismo. Pero el ideario talibán es incompatible con cualquier revolución. ¡Mucho ojo todos! ¿Desde cuándo el islamista cree en otras revoluciones que en las que sostengan gobiernos por encima del interés del pueblo? ¿Desde cuándo el ignorante cree en la liberación de la obediencia ciega al gobernante?

Todos estamos pendientes de lo que pase en Egipto el 30 de junio para conocer el destino de la Primavera Árabe y la orientación de las revoluciones. La historia las calificará como revolución terrorista destructora o como una gran revolución para la libertad.

Todos estamos pendientes de lo que suceda en Egipto. «Esperad y estaremos esperando».

MEXICO INFORMA ISLAM

viernes, 16 de enero de 2015