martes, 13 de enero de 2015

Colonialidad, esta vez en París

Colonialidad, esta vez en París

Contenido íntegro de una entrevista concedida a una periodista de El País el 9 de enero para uno de sus artículos

13/01/2015 - Autor: Sirin Adlbi Sibai
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¿Por qué?
Entrevista para Ana Carbajosa, EL País. 9 de enero de 2015
Sirin Adlbi Sibai, doctora por la UAM, miembro del Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos- UAM y docente en el International Summer School of Critical Islamic Thought de Granada.

¿Qué efectos crees que tendrá el atentado de París sobre la comunidad musulmana en España?
Lo cierto es que escuchando a los tertulianos de “La Noche” del 24h o leyendo los comentarios de los lectores a los artículos relacionados con cualquier noticia vinculada al Islam en los principales periódicos españoles pareciera que en breve fuera a producirse un holocausto musulmán en Europa. Por suerte, esto no es así y a pesar de la creciente ola de discursos islamófobos que además aprovechan terribles sucesos como el brutal atentado en París para alimentar a la opinión pública en contra del Islam y los musulmanes y fomentar el temor hacia una supuesta “amenaza islámica”, existen sectores que hacen uso de la razón y conscientes de que la verdadera amenaza a la Paz y a la convivencia social se halla precisamente en esos discursos islamófobos, hacen una llamada a mantener la tranquilidad y a luchar contra la estereotipación de toda la comunidad musulmana como radical, terrorista, oscurantista, antidemocrática y anti-occidental que no hace sino servir al poder y a determinados intereses políticos, económicos y geo-estratégicos.
Desde luego, los musulmanes europeos son las segundas grandes víctimas de estos atentados y los medios de comunicación juegan aquí un papel determinante. La manipulación de la opinión pública y los fuertes discursos islamófobos que se están generando y extendiendo apuntan directamente hacia el acoso de los musulmanes que difícilmente pueden desarrollar sus vidas con normalidad y tranquilidad en un espacio público en el que cada vez más no es nada bienvenido cualquier signo de “musulmaneidad”. Y esto, por descontando, sólo genera mayor agresividad social, rechazo y un refuerzo del círculo de violencia que estamos viviendo.
Quiero señalar que cuando hablo de islamofobia me estoy refiriendo a una forma de colonialidad concreta relacionada con el Islam y con los musulmanes, una red de estructuras de poder complejas que subalterniza al Islam y a los musulamanes y que se basa en grandes “discursos científicos” (desarrollo, terrorismo, democracia, feminismo, etc.) a la vez que en intervenciones coloniales directas sobre los “otros” y que perpetúa un poder jerarquizado de “Occidente” sobre los “Otros” y genera sistemáticamente sujetos coloniales. Esto es muy importante porque si no somos conscientes de las raíces coloniales de estos discursos no vamos a poder comprender lo que está sucediendo desde una perspectiva global.
Si no observamos todo lo que está pasando desde el plano global y teniendo muy en cuenta los nuevos focos de tensión a nivel internacional así como el contexto de las contra-revoluciones en los países de mayoría de población árabe y musulmana difícilmente podremos llegar a alguna conclusión certera, si es que esto es posible en el ambiente de confusión, tergiversación y manipulación que las principales potencias mundiales en alianza con las viejas retaguardias dictatoriales están creando en el plano internacional.
Desde que Afganistán se convirtió en la retaguardia de los terroristas a raíz de la instrumentalización de los voluntarios árabes se ha creado un antecedente grave. Con la intervención de los EEUU y el apoyo brindado tácitamente por muchos países occidentales a los regímenes dictatoriales árabes. Y con los focos de tensión abiertos en Siria, Irak, Yemen y Libia, entre otros, se ha preparado la retaguardia del terror y el caldo de cultivo del radicalismo. La desaparición de las dictaduras árabes y la democratización de estos países hubiera ayudado a poner fin al radicalismo. Pero no es esto lo que estamos viviendo ni lo que interesa realmente que suceda. En resumen, cuestiones de poder.
A menudo se considera España una excepción de buena convivencia. No hay grandes partidos de extrema derecha ni discursos antiinmigración como en otros países europeos. ¿Crees que ahora hay peligro de que esto cambie?

En España hay sectores radicales de la derecha que ya hacen el papel de la extrema derecha. Siempre existe el peligro de que esto se agudice, especialmente a la luz de los sucesos actuales.
¿Cuáles son los principales problemas de la comunidad musulmana en España?

Desde luego, la islamofobia es uno de los grandes problemas a los que tienen que hacer frente en su día a día los musulmanes en España y si la situación sigue así y no se ponen límites ni frenos a esta ola racista y xenófoba la buena convivencia, la democracia y los derechos humanos, y en este lugar sí que sí, se encuentran verdaderamente en peligro y por lo tanto la continuidad de esa idea de Europa como sinónimo de derechos y libertades, no serían los terroristas quien realmente pueden ponerla en cuestionamiento, puesto que sus actos bárbaros no conducen a ningún lugar ni pueden pretender que así sea, especialmente en lo que respecta a limitar las libertades públicas de opinión y expresión, sino que por el contrario quienes ponen en verdadero peligro esta “Idea” son quienes generan, alimentan y extienden la islamofobia en la sociedad.
También existen problemas de liderazgo y de intervención de varios actores locales y extranjeros en la configuración de la representatividad de la comunidad, así como que no hay líderes con la talla necesaria para liderar la comunidad musulmana y organizarla como es debido.

Como mujer musulmana en España, ¿has sufrido discriminación?

La intersección de todos esos elementos: ser musulmana, ser mujer y vivir en España o Europa, además de decidir llevar “hiyab” o velo, como un signo característico del Islam visible en el espacio público, a día de hoy es sinónimo de sufrir cierta discriminación y sentir cómo el día a día se encuentra marcado por un ambiente hostil y de rechazo.
Además, la islamofobia es generizada, es decir que aparte de que su producción se hace en base al constructo colonial que yo denomino “mujer musulmana con hiyab”, como sujeto subalterno, inferiorizado y sexualizado, existe una mayor incidencia de la islamofobia sobre las mujeres musulmanas, respecto a los hombres
La islamofobia ha sido parte de las lógicas de colonialidad sobre los Otros, como sujetos construidos en la lógica de gobierno colonial y lo seguirá siendo por mucho tiempo, visto lo visto.



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