jueves, 8 de enero de 2015

Dolor y vergüenza

Dolor y vergüenza


Muhammad (sas): “Tengan cuidado y aléjense de los extremismos en la religión, ya que la única cosa que destrozó a los que vinieron antes que ustedes fue la exageración en la religión”


07/01/2015 - Autor: Reina Mora - Fuente: Webislam

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La ignorancia, mata

Ni una mentira más. Ni una tergiversación más. Hoy han sido asesinadas 12 personas en París. En su memoria, en su recuerdo y en homenaje a su valiente lucha por la libertad de expresión, hay que desenmascarar el analfabetismo islámico de sus asesinos, porque su ignorancia, mata.

Son criminales, y sus crímenes no pueden justificarse ni en el Qur'ân, algo en lo que curiosamente coinciden nuestros medios de comunicación y los suyos -esas macabras reivindicaciones realizadas en las redes sociales por los líderes del Estado Islámico-; ni en los dichos y hechos del Profeta Muhammad (sas).

Repitámoslo de nuevo. El combate contra el terrorismo mal llamado islámico, debe, precisamente, hacerse también con argumentos islámicos, única manera de combatir la desviación ideológica de los yihadistas, miembros de al Qaida, aspirantes a mártires y lobos solitarios. El conocimiento es el único instrumento eficaz para luchar contra su su mortífera ignorancia.

Lamentablemente, llevo varios meses observando con preocupación cómo los principales think tank españoles celebran sus reuniones con analistas "internacionales", periodistas y expertos "en el mundo árabe" pero sin invitar a un solo erudito/a en islam, musulmán/a practicante, que decodifique el lenguaje utilizado por los terroristas y explique sus desviaciones. Desmoraliza profundamente comprobar cómo el discurso yihadista se ha colado en sus percepciones y ha conseguido identificar(nos) a todos los musulmanes con terrorismo, violencia y peligrosidad.

A estos expertos que realizan sus informes y estudios sin haber pisado una mezquita y que son salafistas, ya que fundamentan sus estudios en las interpretaciones más extremistas y desviadas del islam, les dedico algunos fragmentos del Qur'ân y dichos de Muhammad (sas). Sirvan para mostrar mi más rotunda condena hacia los crímenes y las reivindicaciones pseudo-islámicas con las que los arcaico-fascistas del s.XXI, mal llamados fundamentalistas islámicos o radicales islámicos, están justificando los más horribles crímenes y violaciones de derechos humanos en todo el mundo. Hoy, tristemente, en París.

"Los siervos del Compasivo son los que van por la tierra humildemente y que, cuando los ignorantes les dirigen la palabra para ridiculizarles o cuestionar sus creencias, dicen: «¡Paz!". (Qur’an. 25:63).

¡Oh, Muhammad! Ante todo, elige perdonar, ordena el bien y apártate de quienes se comportan contigo en forma ignorante. (Qur'ân, 7:199).

Muhammad (sas): "Allah es bondadoso y ama la bondad en todos los asuntos; y recompensa a las personas por su bondad, a la vez que desprecia la violencia". (Muslim 2593).



Oscuridad en la “Ciudad de la Luz” y ceguera en el resto del mundo

Hoy sus crímenes, nos han dolido más, porque nos han golpeado más cerca: han asesinado a 12 personas en París, eran trabajadores del semanario satírico Charlie Hebdo y policías que componían su dispositivo de seguridad.

Pero son igual de dolorosos los atentados que diariamente asesinan a decenas de personas en Iraq, en Siria, en Libia, en Afganistan, en Pakistan, en Nigeria, en Mali... Hoy ha muerto también una persona en un ataque terrorista en Estambul y 35 en un ataque con coche bomba en Yemen. Lamentablemente, muy poco oiremos oír de esas "otras" víctimas...

Aún recuerdo la foto de la mezquita de Kano (Nigeria) atacada por Boko Haram durante la oración del viernes: cientos de zapatos abandonados, pertenecientes a las más de ciento veinte víctimas mortales que pagaron con su vida su rechazo y combate contra la ideología de Boko Haram. Pero en Europa, casi nadie se ha enterado de esta masacre.







Ciertamente, hoy es también, una vez más, un día de luto. Sin embargo, como sucede con cada víctima, nuestro dolor no está solo, le acompaña la vergüenza. La justificación dada a las víctimas de que el objetivo era vengar el ultraje cometido al publicar caricaturas que atacaban el honor del Profeta del islam (sas), y dos palabras en árabe: Allahu Akbar, han identificado mundialmente a los asesinos como musulmanes.



¿Musulmanes o demonios?

Siglo XXI. Para ser musulmán, solo hacen falta conocer tres palabras en árabe: Allahu - Akbar - yihad y otra traducible a cualquier idioma: "venganza". Son las que han acompañado a los disparos mientras los asesinos sembraban de cadáveres la redacción parisina, y lo único que balbucean esos autodenominados musulmanes que, como los maltratadores que asesinan a sus mujeres por amor, atacan con sus crímenes el honor del islam y del Profeta Muhammad (sas) a la vez que blasfemian infinitamente al mencionar el nombre de Dios durante la comisión de tan espeluznantes crímenes.

Hassen Chalgoumi, Imam de Drancy, pequeña localidad al norte de París, ha afirmado hoy : "Son demonios (...) han vendido su alma al diablo (...) su odio, su barbarie, no tiene nada que ver con el islam".

Demonios, no musulmanes.

Precisamente leía esta mañana en el Qur'ân la explicación de uno de los mayores interpretadores de Qur'ân, Rasi, sobre qué/quién es verdaderamente el demonio, al comentar el versículo (14:22): "... el verdadero Satán (ash-shaitán al-asli) es el complejo de deseos del hombre (an-nafs)".

He ahí la más dolorosa verdad, estos musulmanes prefieren asesinar periodistas antes que matar a su ego, "... han tomado su pasión como dios y Dios les ha extraviado a sabiendas". (45:23).

Quedan ya pocas dudas. Su religión es la violencia y el odio, el falso profeta que susurra en sus oídos palabras de destrucción y muerte. Dios ha desaparecido de sus corazones, porque Dios "... no ama a los agresores" (2:186) y como dijo Muhammad (sas) "No es creyente aquel cuya pasión no se atiene a lo que yo he traído" y él fue enviado, recordemos, como compasión para los mundos (21:107).

Los cómplices y los propagandistas

Son muchos. Señalaremos solo algunos.

Hay mezquitas en las que los imames predican el extremismo, el odio, el desprecio, olvidando el mensaje compasivo del islam y actuando como un corrosivo deshumanizador que convierten a los jóvenes (generalmente hombres) en armas de destrucción masiva. Imponen la radicalidad y el extremismo como algo intrínsicamente islámico, cuando se nos advirtió expresamente contra ello por Muhammad (sas): “Tengan cuidado y aléjense de los extremismos en la religión, ya que la única cosa que destrozó a los que vinieron antes que ustedes fue la exageración en la religión”. (Transmitido por Sahíh ibn Hibán).

Y hay medios de comunicación y supuestos expertos y tertulianos que difunden y transmiten fielmente la ideología extremista como auténticamente islámica, poniendo de manifiesto su islamofobia profunda. Sin embargo, aún no he conocido ninguna justificación de los crímenes nazis en la religión cristiana de Hitler, quien además era vegetariano y defensor de los derechos de los animales. Pero es que igual no he leído suficiente.

Basta ya de identificar a los musulmanes con esta ínfima y minoritaria plaga de arcaico-fascistas que no se caracterizan por una práctica religiosa rigurosa, sino por un discurso hipócrita: riguroso hacia los demás y compasivo hacia sí mismos.

Dijo el Profeta (sas): "Aquél que no tiene compasión con la gente, Dios no tendrá compasión con él".

¿Cómo reconocer a los culpables?

Los que disparan, matan, secuestran, violan... los que extienden la corrupción, la destrucción y la muerte en el mundo.

Los que disfrazan sus crímenes con el manto del islam.

Los que quieren ser mártires para no tener que ser buenos (musulmanes).

Los "fundamentalistas" que no conocen los fundamentos del islam.

Los creyentes que creen poder juzgar y castigar con la muerte la diversidad creada por Dios.

Los que no han aprendido que en el islam el musulmán fuerte no es el que golpea, sino el que controla su ira

Los que han olvidado que la primera palabra revelada a Muhammad (sas) y recogida en el Qur'ân no es dispara, sino "lee".

Los que han sido engañados, ya que en la tradición profética islámica vale más la tinta de un sabio, que la sangre de un mártir.

Son sobre todo, estos últimos, los que han sido engañados: por su ego, por su falta de esperanza, por su dolor, por su ira, por su frustración, por su falta de futuro, por su prisa, por su pasado, por su insignificancia, por su falta de paciencia, por su falta de fe...

Sabemos quiénes son y una historia de hace varios siglos, contada por Sayj Ahmad Al Alawi, nos explica por qué se juntan:

"Un sabio musulmán encontró un cuervo y una paloma que andaban juntos: "Me asombré de ello, porque eran especies bien diferentes y los pájaros siempre se juntan en bandadas afines. Pero al acercarme para comprobarlo de cerca, me di cuenta que ambos tenían un ala rota. Comprendí, pues, que la razón de ser de aquella relación era la incapacidad de ambos; sin eso, cada uno estaría con los de su especie".



¿Cómo frenar tanta barbarie?

Europa se enfrenta a nuevos y amenzadores desafíos frente a los que la sociedad europea debe permanecer unida.

Se impone una alianza ciudadana contra la coalición que están forjando en Europa islamófobos, antisemitas, racistas, xenófobos y yihadistas. Las políticas de austeridad están provocando un progresivo debilitamiento del Estado de Bienestar en Europa que fomenta a su vez un canibalismo que aspira a convertirnos a todos en lobos.

Frente a la amenaza de la oscuridad, hemos de unirnos todos: musulmanes, cristianos, judíos, hinduístas, budistas, taoístas... agnósticos, ateos, personas de todos los credos y comenzar a hablar el lenguaje universal de la compasión, superando la ilusión de que somos diferentes y reconociendo que esas engañosas diferencias son un reflejo de nuestra incapacidad para entender el mensaje de profunda unidad oculto en la creación.

Nuestra solidaridad y oraciones están con las víctimas de Charlie Hebdo, sus familiares y amigos.

La primera persona que será juzgada en el Día de la Resurrección será el mártir muerto en la batalla. Será presentado ante Allah, Allah le recordará Sus bendiciones y el hombre las reconocerá, mientras que Allah dirá, “¿Qué has hecho con ellas?”, y el hombre responderá, “Luche hasta la muerte por Ti”, Allah le responderá, “Mientes. Luchaste para ser un héroe, y lo conseguiste.” Entonces será sentenciado y arrastrado sobre su cara y arrojado al fuego”. (Sahih Muslim, 1905).


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