El hombre más excelente de entre la humanidad (1)
Algunos orientalistas han reconocido la grandeza y excelencia del Profeta del Islam y parte de ellos lo han considerado el más excelente y excelso de todos los hombres de la historia
02/02/2015 - Autor: Mohamed Bellahcen (Abu Ismael) - Fuente: Webislam
Queridos lectores y estimadas lectoras, nos detendremos un poco para hablar de la grandeza del Profeta Muhammad (que Allah le conceda paz y bendiciones). Es bien sabido entre los musulmanes y se da por sentado que el Profeta Muhammad (que Allah le conceda paz y bendiciones) es la persona más excelsa de la historia de la humanidad y no ha habido, ni hay ni habrá nadie que se le pueda comparar. Es más, él es la mejor criatura que ha existido y existirá jamás. Algunos orientalistas ecuánimes de entre la gente de conocimiento y prudencia y algunos cristianos árabes han reconocido la elevada postura del Profeta del Islam, su magnitud y excelencia. De facto, Nasri Salhab, un prominente pensador cristiano del Líbano dice en su libro: “Sobre los pasos de Muhammad”:
“En la Meca vio la luz un niño, cuya madre no le pasó por la mente el momento de su nacimiento que iba a ser uno de los hombres más grandiosos en el mundo, sino en la historia y tal vez el más grandioso de entre todos ellos” (42).
En el mismo libro y en la misma página dice:
“El nombre de Muhammad se ha convertido en el más famoso de entre todos los nombres, y el más pronunciado por los labios y las profundidades de los corazones. Es tan famoso y pronunciado que millones de creyentes (refiriéndose a los musulmanes) en el mundo realizan más de una vez al día el testimonio (de fe) nombrándolo a él junto con Allah”.
La mayoría de la gente sabe que no hay otro nombre a parte del de Allah que es pronunciado a los largo de las veinticuatro horas todos los días desde que nuestro noble Profeta recibió la revelación, o si queremos ser más precisos aun, desde que nos fue prescrita la oración hasta el Día del Levantamiento que el nombre del Profeta Muhammad (que Allah le conceda paz y bendiciones). Pues si tenemos en cuenta las cinco oraciones que se efectúan por el día y la noche, y la diferencia del tiempo que hay entre las ciudades y los pueblos del mundo, encontramos que quizás después de cada minuto se hace un llamamiento a alguna oración (Al’adhan) de las cinco diarias en alguna parte de nuestro planeta tierra, y por consiguiente se nombra al Profeta Muhammad (que Allah le conceda paz y bendiciones).
Transmitió Abu Saíd Alkhudri (que Allah se complazca con él) que el Profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones) dijo:
“Me vino Gabriel (Ŷibril) (paz sea con él) y me dijo: “Mi Señor y el Tuyo dice: ¿Sabes cómo he elevado tu mención? Dije: Sólo Allah lo sabe. Dijo: si se me nombra a Mí eres nombrado junto a Mí” (Assuyuti: “Alitqan fi ‘ulum alqura’an”).
Dice Abu Qatada explicando este hadiz: “Allah dice He hecho que la fe completa sea mediante Mi mención junto a la tuya”. Dice Ja’far Assadiq: “Todo aquel que te nombre con el mensaje me nombra a Mí con el Señorío”. Yo creo que la palabra “divinidad” es más conveniente quizás que Señorío y sólo Allah sabe más.
Entonces el nombre de Allah (Exaltado sea) es mencionado y junto con él se menciona el del Profeta Muhammad (que Allah le conceda paz y bendiciones) en los llamamientos a las oraciones (‘Adhan) cinco veces y al iniciar las oraciones otras cinco veces (Iqama). Además de esto, cuando recitamos el testimonio con el que concluimos la oración (At-tashahud) decimos que Allah le conceda paz y bendiciones a Su Profeta e incluso le saludamos. Y lo nombramos al iniciar los congresos, al impartir sermones y conferencias o cuando predicamos así como cuando recitamos los recuerdos del día y de la noche decimos por ejemplo: “Oh Allah, concede paz y bendiciones a Tu Mensajero y a su familia”. O bien le bendecimos de cualquier otra forma como la oración abrahámica que se recomienda recitar después del último att-ashahud. Incluso hay algunos eruditos que la hacen obligatoria en el último at-tashahud y dicen que omitirla invalidaría la oración. Asimismo, es altamente recomendable solicitar a Allah que le conceda paz y bendiciones a Su Mensajero el día y la noche del viernes. Pues se narra en los Sunan de Abu Dawud, Al-Nasa’i e Ibn Mayah, de ‘Aws ibn ‘Aws, (que Allah se complazca con él) que el Mensajero de Allah (que Allah le conceda paz y bendiciones) dijo:
‘El mejor de vuestros días es el viernes. Bendecidme abundantemente en él, pues vuestras bendiciones me son presentadas’. Le preguntaron: ‘¿Y cómo te serán presentadas cuando no seas sino huesos cariados en la tumba?’, y respondió: ‘Allah le ha prohibido a la tierra corromper los cuerpos de los Profetas’.
También, se nombra al Profeta al entrar a las mezquitas y al salir de ellas, en los encuentros de enseñanza, cuando uno abraza el Islam y cuando se despide de este mundo entre otras cosas.
Los musulmanes en el mundo entero incluso los no árabes ponen a sus hijos el nombre de su Profeta Muhammad (que Allah le conceda paz y bendiciones) o cualquiera de sus atributos cumpliendo así con el bendito hadiz que es relatado por Abu Huraira y que dice:
“Llamaos con mi nombre y no os llaméis con mi sobrenombre (…)”(transmitido por Bujari)
También es una tradición entre los musulmanes llamar a sus hijos con alguno de sus atributos tales como Mustapha, Almujtar, etc. Es más, podemos encontrar en la misma familia más de un Muhammad, es decir que puede haber dos hermanos que se llamen Muhammad o uno que se llame Muhammad y otro Ahmad que viene de la misma raíz y es también nombre del Profeta. Lo cual si eso es prueba de algo lo será del inmenso amor de comunidad musulmana hacia su Profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones).
Conozcamos la grandeza del Profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones) mediante sus palabras acerca de la bendición de Allah (Exaltado sea) a su persona. Él dice tal y como nos cuenta sheikh Abdelhamid Kishk (que Allah lo envuelva en Su Misericordia):
“Mientras me encontraba en un estado entre estar despierto y dormido me vinieron los ángeles Gabriel y Michael y Gabriel le dijo a Michael: pésalo por diez hombres y me pesó y resulta que pesé más que ellos y luego le dijo pésalo por cien hombres y me pesó y pesé más que ellos. Después le dijo pásalo por mil hombres y me pesó y los superé a todos. Al final le dijo aunque lo pesemos por las criaturas de la tierra y de los cielos él los superará a todos”.
En la versión recopilada por Sheikh Albani se dice hacia el final del hadiz: “aunque lo pesemos por una comunidad él pesará más”. Deducimos de este hadiz que Muhammad es la mejor criatura que pisó el planeta tierra y no hay nadie en absoluto que se le pueda comparar en la historia de la humanidad.
Otra prueba de la grandeza del Mensajero de Allah (que Allah le conceda paz y bendiciones) es que se escribieron sobre él decenas de miles de libros, tesinas, artículos, etc. en la mayoría de los idiomas del mundo y su nombre apareció, aparece y seguirá apareciendo en millones de escritos. Nunca ha habido a lo largo de la historia nadie aparte de él que recibió semejante interés. La mayoría de los pensadores del mundo reconocieron su magnitud y grandeza. De modo que no es de extrañar que el astrofísico americano Michael Hart lo colocara en el primer puesto en su libro: Los 100: Un rango de las Personas más Influyentes en la historia precisando:
“Mi elección de Muhammad para encabezar la lista de las personas más influyentes del mundo puede sorprender a algunos lectores y puede ser cuestionado por otros, pero él fue el único hombre en la historia que obtuvo un éxito completo tanto a nivel religioso como civil” (19).
¿Se atreve alguien, después de lo dicho, decir que hay alguien mejor que el Mensajero de Allah (que Allah le conceda paz y bendiciones)? Prestad atención pues a las Palabras de Irving Washington, el gran escritor estadounidense sobre nuestro noble profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones):
“Muhammad fue el último profeta el más grande mensajero que Dios envió para llamar a la humanidad a la adoración de Dios” (La Vida de Muhammad, El Profeta: 72).
Yo mismo he ojeado el libro y leído algunos párrafos y he visto que cada vez que menciona el nombre de Muhammad lo acompaña de Profeta. Es más, vi que lo defiende refutando algunos conceptos erróneos sobre su vida.
En realidad, los orientalistas que reconocieron la magnitud y grandeza de nuestro noble profeta (que Allah le conceda paz y bendiciones) son muchos, pero hay una pregunta que siempre me ha venido a la cabeza: ¿Por qué no se islamizaron estos orientalistas? En respuesta a esta pregunta decimos que la gran parte de los orientalistas estudiaron el Islam con el fin de encontrar en él lagunas y poder por tanto criticar sus principios y fundamentos, y demostrar que se trata de una religión inventada por un hombre llamado Muhammad y no es de Dios, Enaltecido sea. Por eso, vimos que quien reconoció su grandeza haciendo énfasis en su inteligencia, resaltando su habilidad política y militar y recalcando sus buenos modales entre otras cosas, lo hizo con el propósito de negar la revelación divina y la profecía. No obstante, no hay que olvidar que ha habido algunos orientalistas que sí reconocieron su profecía como el autor estadounidense Washington Irving, como hemos mencionado con anterioridad. Pero desconocemos la razón de la no islamización de éstos o incluso puede que ellos se islamizaran y nosotros no lo sabemos y sólo Allah sabe más.
Finalmente digo que hemos mencionado estos testimonios simplemente a modo de consolidar lo que he aquí hemos expuesto pero para nosotros los musulmanes nos es más que suficiente el testimonio de Allah, Exaltado y enaltecido sea Quien dice de Su noble mensajero:
Finalmente digo que hemos mencionado estos testimonios simplemente a modo de consolidar lo que he aquí hemos expuesto pero para nosotros los musulmanes nos es más que suficiente el testimonio de Allah, Exaltado y enaltecido sea Quien dice de Su noble mensajero:
“Oh Muhammad estás hecho de un carácter magnánimo” (Corán, 68:4)
En la segunda parte, si Allah lo permite, hablaremos con más detalle de cómo Allah, Enaltecido sea, honró a Su mensajero y profeta. El último de mis palabras alabado sea Allah y que la paz y las bendiciones de Allah sean con Su mensajero, su familia y sus seguidores hasta el Último Día.
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