viernes, 6 de febrero de 2015

La Yihad sexual Me dan ganas de vomitar mientras escribo este artículo

La Yihad sexual


Me dan ganas de vomitar mientras escribo este artículo


06/02/2015 - Autor: Nadine al-Badair - Fuente: al-Masry al-Youm



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Nadine al-Badair

Primero fue la fetua que defiende que la mujer debe amamantar 5 veces a su compañero de trabajo para que, siendo su hijo de lactancia, puedan compartir despacho con la puerta cerrada. Después vinieron las fetua sobre el matrimonio de visita casual, el matrimonio temporal, el matrimonio contraído con la decisión previa de disolverlo y el matrimonio vacacional. ¿A quién le extraña ya una fetua sobre la yihad sexual?
La idea es sencilla. Las mujeres yihadistas se dirigen al campo de batalla y ofrecen gratuitamente su cuerpo a los combatientes.

Muchos lo negaron y culparon al servicio secreto sirio de falsificar la fetua y de inventar chismes. Sin embargo, el ministro del Interior tunecino dejó a la sociedad boquiabierta cuando confirmó que mujeres tunecinas viajaron a Siria y volvieron embarazadas tras consumar matrimonios no formalizados con combatientes contrarios al régimen. Según dijo, “20, 30, e incluso 100 combatientes varones se turnan a estas mujeres que resultan embarazadas en nombre de la yihad sexual. Mientras tanto nosotros permanecemos callados y con los brazos cruzados”.

El director de los Servicios de Seguridad tunecinos, Mustafa Benomar, anunció la desintegración de una célula de la yihad sexual en Jabel Chambi, donde se escondían grupos armados de al-Qaeda en el Magreb Islámico. Hace unos meses, cuando era muftí, Otman Battij declaró que muchas niñas tunecinas fueron engañadas y enviadas a la yihad sexual, y que volvieron embarazadas de los combatientes de al-Nusra.

Desmintieron al ministro y le pidieron apellidos y números. El alma humana anhela desmentir una noticia tan detestable, pero ¿y si fuera verdad?

¿Por qué suponemos que no es verdad? Los islamistas tienen un amplio historial inventando, justificando y legalizando diferentes tipos de relaciones sexuales porque, al fin y al cabo, la necesidad exime del cumplimiento de la norma y ésta cambia en función de las circunstancias.

La yihad y el sexo; o la yihad y la prostitución. El precio de esta prostitución religiosa es un billete de entrada al Paraíso.

Benomar afirma que Ansar al-Islam, organización que Túnez califica como terrorista, suministraba las mujeres y que prefiere a menores con niqab. Añadió que se había desarticulado una célula encabezada por una chica nacida en 1996. Concurren todos los requisitos de la prostitución: la red, la alcahueta, las menores y los hombres. Solo cambia el nombre: en vez de prostitución se llama “yihad”.

Al principio la llamaban “la yihad del matrimonio incestuoso”. Dicen que se lo inventó el muftí` Abdurrahman al-`Arifi. Este lo negó. Luego dijeron que era cosa de Naser al-`Umar, y que permite al yihadista desposarse con una mujer aunque incurran en impedimento de matrimonio, como su hermana, su madre o su hija, si no encuentra otra esposa en tiempos de yihad. La cuestión no está en si es verdadera o no la fetua: la edad de la verdad ya pasó; la verdad ya no abunda entre nosotros. La cuestión está en lo horroroso de la idea, aunque sea inventada. Aquí mismo, en las “tierras del islam” como dicen, la obscenidad ha sustituido a la humanidad. La tierra del islam se ha convertido en terreno fértil para cualquier burrada.

Primero se extiende la fetua. Luego, el muftí niega haberla emitido. Por último se aplica. Se trata de preparar psicológicamente a la sociedad para que se acostumbre, igual que pasó con el matrimonio de visita casual. Antes, la publicidad era requisito obligado para la validez del matrimonio. De repente se anula el requisito, las cosas cambian y pasamos a violar los derechos humanos en nombre de la religión... Ahora se permite el matrimonio de visita casual. ¿Quién lo permitió? Los barbudos con turbantes que disfrutan recordando a Dios noche y día.

Prohíben el adulterio. Sin embargo, permiten el matrimonio de visita casual y el matrimonio temporal.

Prohíben los bancos. Sin embargo, permiten la rapiña y el robo.

Tachan de infiel a Occidente. Sin embargo, viven seguros entre sus brazos.

Invitan a la yihad y legitiman su convivencia con la prostitución.

Me dan ganas de vomitar mientras escribo este artículo.

Traducción del árabe de Jadiyetu Chaaban Sidahmed



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