sábado, 21 de marzo de 2015

El “estandarte negro” del IS (Estado Islámico) y la llegada del “Mahdi”.

El “estandarte negro” del IS (Estado Islámico) y la llegada del “Mahdi”.

Llevaba un rato preparando una entrada sobre el IS, desde su origen, a su estructura, funcionamiento, efectivos, relaciones con otros grupos, etc., y encontré un pequeño artículo en la versión online del famoso diario “The Times” donde se hacía un análisis muy interesante de la bandera del IS, así como de su relación con las creencias e ideas más extendidas en la comunidad islámica, especialmente una que me encanta, que es la profecía de la llegada del “Mahdi“. Así que me he puesto manos a la obra ampliando la información, y creo que las siguientes líneas pueden ayudar enormemente a entender uno de los aspectos fundamentales del IS: lo que hay detrás de su simbología.
ISISflag
La bandera negra es popularmente conocida como el “estandarte negro” (del inglés, “black standard“, “black banner“, o simplemente “black flag“, e históricamente “el estandarte del águila“) y se identifica con el extremismo sunní, como veremos. Muchos grupos la utilizan, pero lo que diferencia al IS de éstos otros es el empleo de determinados elementos.
Pero, ¿por qué eso del “estandarte del águila“?
En la antigüedad, el imperio romano se identificaba a sí mismo con el Águila Imperial, insignia la cual  impuso en todas sus conquistas en la mayor parte del mundo antiguo. Los musulmanes, alrededor del 600 D.C empezaron a hacer lo mismo. Aquí hay que distinguir entre dos elementos importantes que representaban al musulmán:
-Por un lado, el “‘alam“, ó “liwa“, es una “marca” distintiva.
-La “raya“, una bandera de figura cuadrada.
El clan al que pertenecía el Profeta pertenecía a su vez a una tribu pre-islámica, los “Quraish” (coraichitas), cuya simbología era un ‘liwa negro y un raya blanco y negro. Queda abierto el debate de cuáles eran los de Muhammad. Se habla de un liwa blanco (llamado “el águila joven”) y unraya negro (hecho con la tela del hiyab de su esposa Aisha), tal y como dicen diferentes textos.
De aquí salió la leyenda del “Águila“, como comúnmente se conoce al estandarte. De esta historia procede el significado que en el islam se le da al águila, que incluso puede verse en la bandera de Egipto, donde aparece apodada como el “águila de Saladino“.
Aunque la legendaria no contaba con ninguna inscripción, esta bandera comenzó a utilizarse en el islamismo radical violento tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, en muchos grupos terroristas, con la “shahada” en su interior. La shahada (testimonio) es el dogma de fe islámico:
لَا إِلٰهَ إِلَّا الله مُحَمَّدٌ رَسُولُ الله
No hay más Dios que Alá y Muhammad es su profeta […el mensajero de Dios] “.
Las letras aparecen en muchos contextos, entre ellos, sobre fondo verde en la bandera de Arabia Saudí. Pero también la utilizan grupos como Al Qaeda, el Frente al Nusra en Siria (JAN), Hamás en Palestina, Al Shabaaben África, o los talibán en Afganistán. El IS utiliza muy acertadamente la primera parte del testimonio de fe: “no hay más dios que Alá“, que se complementa con el segundo símbolo que veremos enseguida.
Pero es precisamente esta utilización del nombre de Dios, junto con el testimonio de fe, lo que convierte esta bandera en “sagrada”. Tras los continuos ataques y amenazas del IS, se llevó a cabo un acto de protesta en Beirut, donde unos jóvenes quemaron ejemplares de estas banderas y además instaron al resto del mundo a imitarles a través de las redes sociales, en una campaña de tuiter bautizada como#BurnISISFlagChallenge, dando un margen de 24 horas para llevar a cabo el reto. El ministro de justicia libanés decidió castigar estos actos (ilegales en el estado), puesto que para él, la bandera es “un símbolo religioso” por encima de cualquier tipo de politización del mismo.
La segunda parte que convierte en “sagrada” la bandera es el Sello de Muhammad, (“Khatam an-Nabiyyin“, en árabe), un sello circular utilizado como una suerte de firma personal donde se lee “el mensajero de Dios, Muhammad“. Con este sello firmaba el Profeta sus cartas a los jefes de estado – siendo Muhammad representante de Medina, tras el tratado de Hudaybiyya con los Quraish de La Meca, que permitió la paz al garantizar a los seguidores del islam su regreso a la Ciudad Santa-, donde los invitaba a convertirse al Islam, como muestran las imágenes inferiores, en una carta dirigida a Munzir ibn Sawa Al Tamimi (quien fue el líder del Bahrain de la época de la que hablamos), y otra dirigida hacia Al-Muqawqis (en Egipto).
Muhammad_Bahrain_letter_facsimile
Muhammad's_Letter_to_Mukaukis
Pese a que la autenticidad de las cartas no ha sido del todo comprobada, la utilización del sello del Profeta en un elemento tan comunicativo como es la bandera del grupo, le da al IS una suerte de legitimidad religiosa, como auténticos sucesores del Profeta y portadores del mensaje del auténtico islam, el islam original, reflejado en el empleo de estos símbolos primigenios.
Pero lo más interesante es que el estandarte negro ha sido identificado con el fin de los días, el apocalipsis, y la llegada del “Mahdi“, quien lo portará junto a sus seguidores en una especie de “guerra santa“. La figura del Mahdi varía según hablemos de suníes y chiíes. Para los segundos, el Mahdi ya existió y desapareció (imán oculto), pero volverá en los últimos años de la Humanidad. Para los primeros, aún no ha nacido. Ambos grupos de basan en un hadiz que se le atribuye a Muhammad, donde éste dice que el Mahdi será uno de sus descendientes. Volverá para establecer una sociedad islámica modelo en forma de califato, y coincidirá con el regreso de Jesús (“Isa“, en árabe). Esta aparición anunciará la proximidad del fin de los días. Debemos ubicar al ISIS en la creencia sunita -la sostenida por la mayor parte de la comunidad musulmana- así que muchos autores relacionan la utilización del estandarte negro con esta profecía donde el Mahdi luchará contra el anti-Cristo (en árabe, “Masih ad-Dajjal“, el falso profeta) y lo vencerá. Cabe destacar que muchos imanes sunitas ya están hablando de “los tiempos del Mahdi“.
Aunque, claro, ¿cómo sabemos que se acerca la llegada del Mahdi? Y es aquí cuando entra en juego toda suerte de dichos, especulaciones y circunstancias:
-Se afirma que el propio Muhammad dijo “Surgirá en un momen­to cuando el caos esté reinando en el mundo. Distintos países estarán empeñados en ataques nocturnos de unos contra otros. Ni los mayores tendrán misericordia por los más jóvenes ni los fuertes se mostrarán amables con los débiles
-El Imán Muhammad Al Baqir dejó dicho ““El Mahdi aparecerá en una época de gran ansiedad, cuando los pueblos estén sumergidos en profundas crisis, disturbios, desastres y enfermedades, y cuando masacres salvajes, violentas disensiones y discordias religiosas estén a la orden del día. En esa época la gente se sentirá angustiada y desanimada, se matará entre sí y deseará morirse permanentemente. El Mahdi aparecerá en un momento de total falta de esperanza. Surgirá para establecer la justicia cuando el mundo esté plagado de injusticia y tiranías.”
-Un compañero del Imán Muhammad Al-Baqir, narró: “Con­té al Imán que se decía que el Mahdi se movería con facilidad y no tendría que derramar ni una gota de sangre. Dijo el Imam: ‘No será así. Si las cosas pudieran hacerse tan fácil o suavemente, juro por Aquel en cuyas manos está mi vida, que el Profeta no hubiera sido herido y rotos sus dientes en una batalla. No, eso no es posible. ¡Por Dios! No hay ninguna escapatoria más que sumergimos en nuestro propio sudor y sangre’.”
-El Imán Ya‘far Al-Sadiq dijo, a su vez: “El Mahdi hará lo que ha hecho el santo Profeta. Aplastará el sistema existente de la misma forma que el santo Profeta había aplastado el sistema pa­gano pre-islámico, reemplazándolo por el Islam.
Así pues:
-Será de la familia del Profeta, por la rama de Fátima.
-También se llamará Muhammad.
-Recibirá ayuda de los iraquíes.
-Luchará en batallas.
-Gobernará siete años de acuerdo a la sunnah.
La caída del sistema político y con él del orden actual no debería ser, a estas alturas, puesta en duda por nadie. Ni siquiera por los “cristianos“, si entendemos a los occidentales como esos cristianos contra los que clama el yihadismo. La corrupción campa a sus anchas de un lado a otro del mundo, los gobernantes se idiotizan y los “sabios” permanecen acallados bajo su opresión. El capitalismo nos ha comprado a todos, pero para mantener esa calidad de vida han hecho falta auténticas atrocidades en otras partes del mundo. Occidente ha comprado países, ha puesto reyes, presidentes, tiranos… ha explotado recursos, ha colonizado y ha asesinado a pueblos enteros. Los atentados de grupos similares a Al Qaedanos han hecho darnos cuenta que no somos inmortales, que tenemos puntos flacos. La crisis ha puesto en tela de juicio la hegemonía occidental, encarnada principalmente por EEUU, en favor de otros países, fundamentalmente asiáticos.
A EEUU se le escapa el medio oriente entre las manos: primero fue contra Irak, luego contra Afganistán, después contra Siria. De aquellos barros, estos lodos. De Afganistán salió, ya en los años 80, la organización Al Qaeda que le dio poder al régimen talibán. Ahora es un estado fallido. Irak es un maremágnum de violencia y asesinatos en masa que ya hace mucho tiempo han dejado de abrir nuestros telediarios, como estado, empieza a tener importantes fallas (mención aparte a los grupos terroristas surgidos en Irak, de los que trataremos en alguna entrada futura). Gracias a la política de apoyo a los rebeldes para debilitar a Bashar Al Asad, en Siria tenemos a IS, Khorasan ó JAN, que han ocupado importantes zonas estratégicas. Ahora -tarde-, Obama decide combatir al IS. Y ellos decapitan. Y amenazan. La semana pasada, el IS lanzaba un grito de guerra contra todo aquel que apoyara a EEUU en la cruzada en su contra. ¿Os suena?
Y es que la política mundial tiene sus pies en Oriente Medio. Justo donde Dios quiere que los tenga.
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Fuentes:

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